Después de tanto tiempo nos juntamos de nuevo [Chloe]

Tic-Tac... Tic-Tac. El ruido del reloj resonaba en mi pequeña habitación mientras yo daba vueltas en la cama, queriendo volver a dormirme. La cabeza me iba a estallar... No debía haber bebido tanto la noche anterior, en el feeling. Maldición, Maldición... Froté mis ojos con pereza. No podía parar de pensar en distintas cosas, o mejor dicho en diferentes personas... Ethan, David... wow esto era un caos. Sí ahora recordaba bien el por que de mi exceso de alcohol.
Un café, un café, necesito un café... Me levanté tambaleándome como una zombi adicta a la cafeína y fui directo a la cocina. Abrí la alacena de un tirón y por supuesto no había nada... Me reí con sequedad, pensar que días antes había molestado a Kath por su falta de reservas alimenticias... Pues nosotros estábamos igual. Suspiré y tomé una camiseta y unos jeans que había usado el día anterior, pero que al parecer tenía buen aspecto.
Sin prisa ninguna me duché, y me vestí y tomé mi celular. Hacia un tiempo que no sabía nada de Mich, la última vez que habíamos hablado su humor era muy malo. Decidí mandarle un mensaje, ya de paso podríamos vernos o algo así.

Hola Chloe, gracias por preocuparte, mi animo ya esta mejor. ¿Qué te parece si nos encontramos en algún lado? Besitos.

Genial, se me había adelantado... La verdad era que no me importaba a donde fuéramos yo solo quería un café nada más... La cafetería... Mejor idea imposible. ¿Mich me leía el pensamiento o algo así?
Tomé mi bolso, terminé de alistarme, y busqué las llaves de mi auto que como siempre no tenía idea de donde se hallaban. Cuando al fin las encontré recordé que mi vehiculo aun estaba en el taller. ¡MIERDA! Cerré la puerta de un golpazo con poca paciencia y me encaminé por las calles.
Pasados unos minutos llegué y como era de esperar Michelle ya me esperaba en una mesa.
-Mich... Perdón la demora. -No sabía para que pedía disculpas si después de todo ya era normal que llegara tarde a todos los lugares. - ¿Qué tal vas?

Hice una pausa tomándome tiempo para que mi respuesta sonara sincera. -Bien. -Musité esbozando una media sonrisa. Me senté distraídamente y observé como un par de personas caminaban por la calle tranquilamente, disfrutando del lindo día.
Cuando volví a mirar a mi amiga, noté sus puños cerrados sobre la mesa, y su mirada clavada en los poco atensiosos camareros. -Necesito un café... -Dije en voz alta para que alguno de ellos me escuchara, pero el más cercano a nosotras un chico de pelo cobrizo, y aspecto juvenil no me presto atención. Miré a Michelle con expresión maliciosa. -Hey Mich, no opinas que ese camarero de allí es muy guapo. -Musité procurando hablar en un volumen moderado para que solo Mich y el pudieran oírme. -Creo que si nos atiende le daré mi número telefónico ¿Tu que dices? -El mesero se dio vuelta con incredulidad, y yo le dediqué una amplia sonrisa, con un dejo insinuante.
Por lo general, no usabas mi "recursos" para atontar a la gente o utilizarla, pero en fin, este era un caso extremo, sino tenía mi café en los próximos cinco minutos, lo más probable sería que cometiera un " meserecidio " o algo por el estilo.

La expresión del mesero era cada vez más cómica, el pobre debía estar sintiéndose completamente acorralado por nosotras dos. Por un momento dudé que viniera, pero no nos decepcionó y se acercó a tomar nuestro pedido.
Era más guapo de lo que creía, y debía tener tan solo un par de años más que nosotras.
-Mmm... -Sacudí mi melena con gesto pensativo mordiendo mi labio inferior postergando un poco mi respuesta, y luego de unos segundos de expectativa, en los que el mozo nos observó con un interés excesivo, respondí.
-Creo que por ahora eso basta. -Lo miré a los ojos y me volví hacia mi amiga con una sonrisa, mientras el se marchaba algo sorprendido y con un dejo de desilusión. Sus compañeros que se encontraban en la puerta del lugar comenzaron a reírse y sentí una puntada de culpabilidad, pero que va…
-Espero que no tarde... No exageraba cuando dije que necesito un café... -Masaje mi frente reprimiendo un suspiro. Realmente me estaba convirtiendo en una adicta al café.

-¿De mi vida? Pues nada ya sabes lo normal... Salvo una racha de mala suerte que me persiguió estas semanas, no tengo nada digno que contar. -Sonreí brevemente y observe como una familia numerosa se sentaba a pocas mesas de nosotras. Parecían bastante bulliciosos ya que no paraban de hablar quizás se debía a la gran cantidad de hijos de distintas edades que tenía la pareja. La mujer no parecía muy feliz, en su rostro había una expresión bastante desgastada a pesar de que no parecía ser muy mayor. Recordé que había otra novedad, pero no estaba segura si debía contarle a Michelle... -Sabes... Me encontré con Stipe, el líder de The evening bats... -Aclaré, Mich no era de las que preguntaba mucho por lo que estaría a salvo, y además pensándolo bien, era importante que las chicas de la banda se enteraran de la cercanía de la "competencia." Hazlo