¿Ascenso asegurado? (Roxanne)

El la miró fijamente mientras la escuchaba promover su victoria, estaba tan segura de si misma que Ethan sintió por un momento que todos sus esfuerzos habian sido inutiles, sin embargo, eso pasó a un segundo plano, eso realmente importó muy poco.

Su media sonrisa sobrada lo deleitó, hasta el punto de que si ella le decía que solo quería usarlo un poco, no importaba en lo más minimo, la besó, con la intensidad del que necesita ese contacto, se inhibió por un momento de acariciarla, él se sentía su trofeo por el hecho del "logro" de Roxanne, y quería que ella lo sintiera así, por lo que solo se limitó a acariciarle el rostro, mordiendole suavemente el labio inferior.

Mi compromiso ahora es usted...el resto me importa poco o nada...

Le susurró, colocando suavemente el rostro de ella en su cuello, quería sentirla ahí, en un desenfreno de placer.

La pregunta de Roxanne lo descolocó enormemente, hasta el punto de separarse levemente, seguía mareado, seguía atontado y perdido en el espacio, pero esa pregunta la entendió perfectamente, no sabía si su expresión lo delataba, pero fue lo primero que se le vino a la cabeza hacer, separarse, extrañarse...¿se aprovecha de alguien que está mareado y ahora pregunta cosas como esas?

Ethan se tocó la cabeza, al parecer los besos y los roces intensos eran una especie de anestecia, al no sentirla más, el dolor volvía irremediablemente, no quiso mirarla, pero sabía que no podía esquivar aquella interrogante...pero...¿qué podía decirle? ahora si su trabajo podía quedar en entredicho, sin embargo, lo que tenía no era precisamente un compromiso, aunque había esa intención.

Desvió la mirada, no sabía que rumbo podía tomar este encuentro tan repentino con la respuesta que podía darle, sin embargo, quería ser sincero, ella le hizo una pregunta concreta, y él daría una respuesta concreta.

No...no tengo novia...¿Por qué lo pregunta...?

El se levantó, buscando su camiseta, necesitaba ponersela ya que sentía que se había roto el momento de una forma brusca. Debia irse.

Parecía que mi pregunta lo había incomodado, descolocado. Me sentía mal cortando tan bruscamente aquel momento tan intenso, pero cuando una duda surgía en mi cabeza no había manera de detenerme hasta que encontraba la respuesta, no importaba lo que arruínara o a quien lastimara.

-Pues era una simple duda que tenía -lo ví levantarse y buscar su camiseta. Quería irse, pero claro que yo no se lo iba a permitir. No tan fácil. Yo estaba en llamas y necesitaba que alguien apagara el fuego, no iba a dejar que me deje así. Otra cosa más que me molestaba de la gente.

-¿A dónde crees que vas? -susurré mientras me paraba. Lo tomé de las muñecas y lo acerque a mi para pegarlo contra mi cuerpo. Le dí un beso suave en los labios, un beso sensual, para relajar la tensión que se había formado. -¿Acaso te molesto mi simple pregunta? Una jefa tiene la obligación de saber un poco acerca de sus empleados -reí suavemente.

El sintió el beso pero no parecía conformarse con esa explicación, una cosa es saber de los empleados y otra meterse en la vida privada de ellos como si fuera su dueña, ese beso fue tremendo, lento pero completamente adictivo, quería sentirse ofendido, quería sentirse molesto y que esto se tradujera en la fuerza suficiente para alejarse de ella, pero no pudo ser, él ya estaba atado a su cuerpo, por lo que simplemente negó con la cabeza.

Supongo que sí...pero es la primera vez que una jefa me pregunta por mi vida sentimental...

Se mordió el labio mirandola de arriba a abajo, desnudandola con los ojos, le dio un beso intenso pero fugaz, mientras la acariciaba con pasión y necesidad.

Pero no creo que sea solo por curiosidad...creo que hay algo más...y me declaro en huelga de besos hasta que me lo diga...

Sonrió y se sentó en una de las sillas, mirandola, dispuesto a cumplir su amenaza.

El se quedó de piedra al verle el muslo, no pudo hacer más que morderse el labio casi a punto de hacerlo sangrar...¿ahora qué? ¿donde quedaba la huelga luego de ver ese espectacular cuerpo en una posición de dominio, además de bastante irresistible? pues al garete, obviamente, la miró de arriba a abajo y le dieron ganas de un enorme ataque de sinceridad, ¿cómo iba a luchar contra ella? era imposible...

No estoy buscando nada serio...eso es lo que pasa...Nueva York es para divertirse, no para atarse a un compromiso...además...con alguien como usted tan cerca...es imposible ser fiel...

Susurró y se levantó, rodeandola y masajeandole los hombros, mientras le besaba el cuello y le hablaba suavemente al oido.

Podria ser fácilmente su perro faldero si mantiene esa pose de dominio...se lo juro...

Ethan aumentaba la intensidad de a poco cuando ella lo atrajo hacia su cuerpo, se mordió el labio dejandola hacer completamente, era suyo en ese momento, no iba a fingirlo ni a evitarlo, mucho menos a resistirse, sonrió al escucharla, al parecer le habia complacido lo que él había dicho, aun no la tocaba, en aquel momento de sumisión ni siquiera se le pensaba por la cabeza hacerlo, lo que quería era que ella disfrutara de él, independientemente de lo que pasara.

Finalmente él terminó en la misma silla donde se habia sentado antes, pero la situación era distinta, ahora él no tenía el control, abrió la boca levemente al observarla, se movía como una pantera asechando su presa, su pecho se agitaba, iba de arriba a abajo, y no pudo evitar gemir cuando ella se sentó sobre su miembro, el cual inevitablemente seguía erguido...fue una localización perfecta, ya que de no haber ropa de por medio, hubiera entrado limpiamente.

El seguía agitado, el movimiento de ella ahora era salvaje, y la pregunta llegaba en el mejor momento para ella, puesto que le diria exactamente lo que queria oir, todo lo que Ethan decia en ese instante era motivado por aquel cuerpo escultural envuelto en un trozo diminuto de tela, él mataría por prolongar un momento así.

Lo deseo más de lo que se imagina...pidame que me arrodille...pidame que le jure lealtad...no me importa nada de lo que pueda hacerme...

Susurró, sudando un poco mientras llevaba hacia atrás la cabeza.

La sensación de detenimiento le hizo volver a la tierra nuevamente...¿en serio le habia dicho todo eso? no podía creerlo, pero estaba tan excitado, tan deseoso, que poco le importaba, sabía que algo como eso podía pasar en cualquier momento, ella lo incitaba a que tomara el control, amenazaba con quitarle el boxer, se mordió el labio acariciandole todo el cuerpo, la quería, la necesitaba con locura, por lo que en pleno movimiento rozó su miembro con la mano de ella, lo hizo gemir intensamente, estaba en un punto en el que cualquier roce lo llevaría a la desesperación total.

Pero enseguida le hizo caso y pretendió tomar la iniciativa rápidamente, quitandole el sujetador con agilidad, observando con lujuria aquel maravilloso pecho que sobresalia y que era como una invitación a que tomaran más.

El combinó movimientos intensos de su mano en uno, con mordidas en el otro, unas mordidas que comenzaron siendo leves, pero que se fueron volviendo más y más intensas, le lamió luego el cuello, y ahora no pondría ninguna objeción a que lo desnudara, de hecho él la ayudó con un movimiento apresurado, ya que se sentía mucho mejor liberado, pero aun así, él quería torturarla, por lo que no le quitó la tanga, solo comenzó a moverse intensa y fuertemente sobre su cuerpo, mientras le mordia el cuello y le gemia con lujuria.

Ethan se mordió el labio visiblemente disgustado...¿Qué rayos? un teléfono bastante molesto amenazaba con dañar toda la noche, él no lo iba a permitir, pero fue aun más molesto el hecho de que ella intentara tomarlo, le parecio poco más que inaudito.

Se levantó y la jaló con fuerza, para luego pegarla a la pared mirandola fijamente, una cosa era respetarla por ser su jefa y otra muy distinta era permitirle esa clase de cosas, eso jamás, y tomando en cuenta que él se quería largar de ahí varias veces y ella lo incitó para que eso no ocurriera, no iba a tolerar aquello.

Quería hacer algo, sin embargo, el ruido del teléfono le perturbaba, por suerte, estaban lo suficientemente lejos como para que ella no intentara nada raro, la besó con locura, de manera intensa, quería mantenerla paralizada un momento, el suficiente como para que él se dirigiera al teléfono, fácilmente localizable en el escritorio de Roxanne, y le sacara la bateria, mirandola fijamente.

Si quieres contestar, bien...pero yo me largo de aquí...¿de acuerdo?

El estaba aun deseoso por dentro, pero su orgullo valia más, por lo que dejó el teléfono desarmado al alcance de Roxanne y comenzó a vestirse, sin importarle nada.