¿Ascenso asegurado? (Roxanne)

Uff! vaya que fue una noche dura, Ethan estaba completamente exhausto luego de pasar bastante tiempo haciendo cocteles, mezclando, batiendo, a la vez, cobrando, llevaba poco tiempo en el bar, por lo que aún sobre su cabeza sobrevolaba (de manera figurada) la frase "en entrenamiento". A él no le importaba mucho, ya que aun siendo así, tenian que pagarle, sin embargo, en lo que pensaba era en que nunca había conocido a su jefa y, no solo eso, sino que también se rumoreaba que con los nuevos, el trato era mucho más duro y desconsiderado que con los que estaban ya asentados en el puesto.

Sin embargo, esto era lo que Hewson quería, las comodidades en su casa, que por algo tenía el tamaño que portaba, pero afuera era un mundo salvaje, una experiencia completamente nueva, por lo que en teoría no podía quejarse. Como si de un repartidor de cartas se tratara, cuando llegó la tan necesaria hora de entregar el turno, se sacudió las manos, como liberandose de semejante presión.

Sonrió y fue hacia la parte de atrás del bar, en donde estaban unos cuartos ocultos para los empleados donde podían cambiarse de ropa a gusto, tomó el bolso que había llevado para esa noche y se cambió, ahora con algo mucho más informal, estaba dispuesto a disfrutar de los beneficios de trabajar en un club nocturno, los empleados tenían 4 tragos libres 24 horas luego de entregar turno...pero Ethan era distinto, él podía simplemente comprar el local, aunque nadie lo sabía.

Se sentó en la barra y enseguida pidió un trago con un toque irónico, sonriendole sarcasticamente a quien ahora ocupaba su puesto, de repente uno de los empleados de seguridad se le acercó y le dijo que "el jefe" quería verlo en su oficina, que él le escoltaría hasta allá, él arqueó la ceja enseguida, fue un momento de tremenda tensión, pero aun así, lo siguió con extrañeza...

Así que es una mujer...vaya...nunca se habria imaginado, ni en un millón de años, que la dueña de uno de los bares más prestigiosos de toda Nueva York fuera una mujer, eso sin duda fue...¿diferente?. A pesar de su asombro inicial, eso fue lo de menos, asintió enseguida con la cabeza cuando le dijo lo que se sentara y lo hizo, sin más, ella seguramente lo había citado para evaluarlo por su entrenamiento, por lo que no quería causarle una mala impresión.

El era un bartender bastante sobrio, se limitaba a cumplir el pedido de los clientes sin sobrepasarse, pero tampoco era soso, por lo que su desempeño desde su punto de vista puede ser calificado como bueno, él conocía las historias que se tramaban en relación a la "jefa", pero a pesar de ello no se mostró nervioso en ningún momento.

¿El trabajo...? es eso...trabajo. Me gusta...el ambiente es espectacular, la paga es magnifica...no me puedo quejar...sé que estoy en entrenamiento aun y espero que esto no sea porque tiene alguna queja de mi...estoy esforzandome lo más que puedo...sé que no soy el que hace las preguntas...pero siento una enorme curiosidad...¿hice algo mal?

Ethan se cruzó de brazos escuchandola, el hecho de que le dijera que su desempeño no había causado ninguna queja, lo alivió sin duda, lo que le permitió esbozar una pequeña sonrisa, sin duda sí, había escuchado bastantes cosas, por lo que pensó que esa visita inesperada a la oficina de su jefa era lo más cercano al paredón que podía experimentar en estos tiempos.

El solo se encogió de hombros, quitandole importancia al asunto, no era ningún soplón y no iba a delatar a sus compañeros, además, por la primera impresión, eran ellos los equivocados, además, no quería ir en contra de su jefa.

Nada del otro mundo...es solo que usted nos parece bastante misteriosa...casi no la conocemos y...pueden salir comentarios errados...pero seguramente podré volver y decir que usted es una magnifica jefa.

Sonrió levemente, quería adularla cuando pudiera, pero esa sonrisa se borró enseguida al notar como ella lo miraba y le lanzaba aquella pregunta, él también arqueó la ceja y sus ojos azules se clavaron en ella, para luego responder sin titubeos.

Por supuesto...¿Quien no quiere trabajar en el mejor club de la ciudad...? haría lo que fuera para mantener este puesto...

¿Misterio? seguro...es bastante reconfortante no saber quien te despide...sin embargo, el momento si parecía el indicado para un poco de misterio, sonrió levemente y asintió con la cabeza al escucharla, sin duda, le parecía también el mejor sitio de la ciudad, había ido unas cuantas veces y todo había sido realmente excelente.

Desde su punto de vista puede ser excitante...pero la verdad, conozco más de uno que no diria lo mismo...concibir a su jefe como un signo de interrogación no es divertido para muchos...aunque, me siento en una buena posición, por lo que un poco de intriga no me viene mal...

Dijo seguro de sí, combinando una respuesta sincera con otra politicamente correcta, en eso, ella le acarició su camiseta y él arqueó la ceja, era extraño, la miró aun incredulo y asintió.

Si...haría lo que sea...deseo este puesto y estoy dispuesto a hacer lo que quiera...

Ethan observó aquello con extrañeza, la mirada de su jefa fue arrebatadora, intensa, pero no pensaba en ella de esa manera, al menos, no por ahora, sin embargo permitió que ella lo toqueteara, tal vez por la impresión o por el hecho de que no se esperaba aquel fugaz movimiento.

Tragó saliva, confundido, él no podía permitir que ella intentara algo, primero porque ese era su sitio de trabajo, y luego estaba la maldita complicación de sus sentimientos, sin embargo, la escuchó luego casi dudar de lo que le había dicho, y maldijo, maldijo internamente por el hecho de haberle dado tanta libertad a ella con ese "cualquier cosa"...¿desde cuando él tenía necesidad por un simple trabajo?

Verá...eso es lo que se dice cuando necesitas el dinero...y creame...yo lo necesito...

¡Estúpido! ¿seguiría dandole alas para que hiciera lo que le diera la gana? al parecer, sí, negó con la cabeza e hizo ademán de levantarse, necesitaba salir de ahi como fuera.

Si...no me necesita para otra cosa, debo irme...recordé que tengo un compromiso urgente.

Ethan no pudo hacer nada cuando ella lo jaló de la camiseta, desvió la mirada al escucharla, sí, era un "trabajo que deseaba", pero no sabía que ella se refería a una seducción en plena oficina cuando le preguntó hasta donde llegaría, él no iba a devolverle la mirada, estaba demasiado indignado para eso, pero los ojos de ella se penetraron en su rostro como si fueran dos cuchillos, y no tuvo más remedio que mirarla también.

El cerró los ojos al sentir el contacto, quería alejarse, no quería estar en una posición de roce con ella puesto que, al final, era su jefa, y tenía que trabajar allí todos los fines de semana, se volvería algo más que incómodo, o se volvería, simplemente, insoportable.

Si...si me interesa...pero no creo que deba volverme su juguete...¿o si? y de verdad...tengo cosas que hacer.

La miró fijamente y con suavidad la alejó, para dar la media vuelta e irse, pero enseguida se sintió parcialmente mareado y su primera reacción fue la de apoyarse en una silla.

¿Qué rayos...?

Susurró para él, negando con la cabeza suavemente.

Ethan apenas podía mantenerse en pie, de repente el lugar comenzó a calentarse para él, sintió como ella le hablaba, pero no podía entender casi nada de lo que le decía, cerró los ojos con fuerza, buscando permanecer en sí, no quería ni podía dormirse.

Tragó saliva y abrió timidamente los ojos, no sabía donde estaba, pero si sabía que ella estaba sentada sobre su cuerpo, Ethan sonrió, mordiendose el labio, tal vez estaba desvariando un poco, se sentía extraño, sin duda.

¿Qué está haciendo...?

Susurró, con una voz bastante complaciente con lo que veía, ella era una chica bastante atractiva, pero no sabía si en sus condiciones podía lograr algo. Pero lo que si estaba seguro era de que el lugar aumentaba cada vez más y más de temperatura, el chico sonrió levemente y negó con la cabeza.

¿No va a decirme qué estoy haciendo aquí...? bueno...si me lo permite...

Dijo y se quitó la camiseta, sin más, cerrando los ojos, sintiendo como el mareo se elevaba tremendamente.

El sentía algo más allá del mareo, eso sin duda, sentía como si se moviera todo el piso, pero en realidad no era eso, no, en lo absoluto, sino ella, quien buscaba placer de una forma u otra, Ethan en cualquier momento podía pensar que ella había puesto esos tragos ahí para que se volviera presa fácil...¿pero ahora? ahora tenía un mareo de campeonato y mañana seguramente no se acordaría de nada, total, en un trabajo como el de él, era bastante normal amanecer con resaca al otro día.

El respondió el beso, sin dudarlo, un beso fugaz que se iba volviendo cada vez más intenso, se dejaba llevar, no le importaba que Roxanne controlara la situación, bajo esas circunstancias, era lo mejor, pero él también hacia lo suyo, por lo que enseguida fue acariciandola de a poco, tomando su cintura y subiendo la mano, cuando terminó el beso, su etapa de mareo era menor, era como un dolor de cabeza bastante grande, que no le permitía igual detallar absolutamente nada, pero si saber lo que estaba haciendo.

¿La jefa quiere portarse mal, no...?

Le susurró al oído, gimiendole con suavidad, mientras tomaba una de sus manos y hacia que la pasara por todo su cuerpo con lentitud, haciendo enfasis en el bulto que formaba su miembro.

Yo soy solo un empleado...y usted manda...

El chico se dejó hacer completamente incluso escuchando las risas de Roxanne, se mordió el labio, esos dedos eran expertos o sino se movian con una maestría asombrosa, se mordió el labio viendo su sujetador y "amenazó" con darle un mordisco, haciendo un ademán de impulsarse hacia adelante, sin duda era lo que quería en ese momento, el dolor de cabeza era insoportable, pero eso poco importaba, quería placer, quería sentirla.

Ethan poco a poco empezaba a ser "el de siempre", obviamente no recordaría nada, o tal vez sí, pero algo en él le dijo que ella no debía ser tan posesiva, no tocar con tanto derecho a pesar de que él le hubiera dado pie a eso, dejó que le bajara el pantalón, pero cuando ella estuvo por tocar su miembro abultado, él negó con la cabeza, dandole una mirada picara mientras sostenía con fuerza su muñeca.

Puede ser mi jefa...pero yo también conozco unos trucos...

Dijo y con el labio mordido le apretó la cintura con las piernas, haciendo la suficiente fuerza como para que los lados se invirtieran y él quedara por encima de ella, se relamió los labios y terminó de quitarle la camiseta, se había tardado muchísimo para su gusto, le susurró al oído lamiendole el lobulo en el proceso.

Seguramente nos vamos a divertir...no se preocupe por eso..

El sonrió ante la impaciencia de ella...¿cual era el apuro?, se mordió el labio pensando también, si bien no tenía un plan establecido, era muy fácil improvisar en aquella oficina, sus ojos brillaron cuando vio en uno de los rincones del lugar un pequeño minibar, ahora sin duda sabría lo que un bar tender podía hacer...y, ¿Por qué no? igual todo eso servía para que él tuviera un pequeño ascenso.

Le desabrochó el pantalón con brusquedad, haciendose para adelante y mordiendole el cuello con intensidad moderada, buscando dejar su marca, apretó la mano que, sin duda, buscaba algo, y sonrió más al notar una minuscula, casi invisible ropa interior, él sacó la mano enseguida para luego rozarla con fuerza, dejandola deseosa de más.

El se levantó sacando del mini bar una pequeña botella de vodka, sin duda era fino, obviamente nada podía ser distinto a eso, se arrodilló frente a ella y vació un poco de liquido en su estomago, lamiendoselo con presión, aunque siendo suave, mientras sus ojos azules se clavaban en los de ella, esperando su reacción.

El al sentir el contacto de las uñas con su espalda, apretó los dientes con fuerza, le había dolido, sin duda, pero no era nada comparado con el placer que esa misma acción le proporcionaria después, intentó no gemir, y de hecho no lo hizo, con su presión en los dientes ahogó un gemido que pudo haber sido bastante sonoro.

Observó con complacencia como ella buscaba su pantalón, por ahora, nada de nada, ella tendria que ganarselo, o al menos eso le haría ver él con tanto rechazo, por lo que volvió a tomarle las muñecas, pero esta vez con un poco más de delicadeza, ella al parecer aprovechó aquello para safarse y darle un beso salvaje, él lo respondió con locura, sacandole el pantalón, aquella prenda estorbosa que impedía cualquier cosa, se movía con intensidad sintiendo aquella prenda intima también rogar por ser desprendida, ella quería diversión y él buscaba proveersela...

Ethan recibió otro beso, sonrió al sentirlo y lo respondió con el salvajismo que la ocasión lo merecía, ella estaba con su ropa interior, pero él, a base de esfuerzo y de evitar caer en provocaciones, seguía con su pantalón, a pesar de su mareo estaba perfectamente consciente, y eso le permitía llevar la ventaja, incluso hasta el punto de hacerla desesperar...¿Quien era el jefe ahora?

Se mordió el labio observandola, parecía que se rendía, pero tal vez podía ser un truco, y sería bastante patético que él cayera en algo como eso después de todo lo que había logrado, ella había iniciado este juego aprovechandose de un Ethan mareado y semi inconsciente, y ahora las cosas estaban niveladas, e incluso se podía decir que el chico superó a su jefa.

El la vió tomar el Vodka, enseguida levantandose y jalandola, para pegarla contra la pared, negó con el dedo indice mirandola fijamente ya que eso de parar lo que él estaba continuando no le había gustado, la lamió de abajo hacia arriba y luego le mordió el cuello, pasando una de sus manos a través de su espalda para que llegue al otro lado de su cuerpo, como si la reclamara.

¿Quiere quitarmelos...? esfuercese un poco...una cosa es que nos divirtamos y otra que se lo ponga todo tan fácil...

Sonrió, besandola salvajemente, pegandola de nuevo a la pared.

Ethan sonrió mordiendose el labio al escuchar eso, la tenía loca, al parecer todo lo que estaba haciendo servía de alguna manera, le acarició su rojo cabello y suspiró, dandole otro beso más necesitado, apasionado, la deseaba desesperadamente, y aquella ropa escasa encendía sobremanera al chico, que podía sin duda sacar provecho de esto.

El sintió como ella lo tumbaba, suspiró suavemente ante esto, no se quejó, no hacía falta, a pesar del dolor de cabeza, tenía ganas de más, y al parecer Roxanne estaba lista para lo que fuera, por eso no le sorprendió en lo más minimo que ella lo lamiera, buscaba nuevamente sacarle el pantalón, Ethan quería safarsela de nuevo, pero ella habilmente le tomó las muñecas, comenzando a sacarselo con los dientes, sonrió y se mordió el labio, arqueandose levemente, ya no tenía escapatoria, suspiró y la miró, deseoso, espectante.

Quiteme lo que quiera...me rindo...me ganó...