Un poco de arte nunca viene mal.... [Kathleen]

Lunes, si, sinónimo de ensayos, estudios, estudios, falta de tiempo y, estudios!, varias veces me había preguntado el porqué lo hacía, porque seguía en la universidad si era suficiente el dinero que me pagaban por cada toque que hacía con las chicas, cada ritmo musical que el publico disfrutaba era una causa más a mi cuenta bancaria, orgullosamente eso me encantaba pero el tormento eterno de mis padres recordándome todo lo referente a mis planes me hacia cambiar de opinión. Sí, mi pensamiento difería a muchos, e incluso he llegado a pensar que no era tan común como el de las personas que conocía pero aun así el recuerdo de mis padres prevalecía a carne viva durante mi vida y era lo único que me impulsaba a transformar mis días en un horario con cambios respectivos.

No desayune, ni me importo hacerlo, solo compre un café cerca de la universidad, la mañana era larga y tenia las clases más pesadas, incluso creo que intente dormirme en una pero las altas palabras del profesor para llamar la atención me hicieron despertar con hastió. Hice todo lo que pude y la sorpresa fue que no tendríamos clases por la tarde, eso debía de ser bueno pero...no, definitivamente no, no cuando pasaste la noche anterior hasta las tres de la mañana estudiando para un maldito examen numérico, bien, tome un respiro y decidí calmarme, tales alteraciones no era necesarias así que debía de buscar una forma de aislarme. Naturalmente la música pero mis dedos dolían por los ensayos así que mi mente pensó otra idea, buscando entre cada hilo de pensamiento.

Recordé que en la cartelera del instituto donde fui un día a encontrarme con Chloe salía un anuncio de una presentación en la galería de arte, si mis cálculos no fallaban seria ese mismo día, vi mi reloj, aun estaba a tiempo por lo que tome un taxi y di la dirección. En el transcurso me arreglaba lo más posible, mi desaliñado aspecto no ayudaba en mucho. Tras el mayor de los intentos finalice y tome un respiro antes de pagar y bajarme del auto, el anuncio de arte contemporánea brillaba en la entrada y sonreí con satisfacción al acercarme y ver el lugar poblado, sin dudas me adentre en el lugar, perdiendo mi vista en cada uno de los cuadros.

Al entrar tropecé con alguien, bien, ese no había sido un buen inicio para entrar a una galería de arte. Era una mujer, me vio como si fuera un insecto en medio de una reunión de alcurnia, alguien pequeño e indefenso en medio de los grandes, quizás no se separaba mucho de mi realidad aquella teoría pero a fin de cuentas nadie lo sabía y prefería reservármelo antes de dejar ver esa parte de mi.

Eran mujeres, hermosas por supuesto, con largos trajes de seda y las telas más finas que uno pudiese imaginar, decoraciones de plata y hombres vestidos con trajes de marca y algo más. Me sentía como una intrusa y solo llevaba un vestido de verano, algo hippie para mi gusto, y un pequeño abrigo de suave tela, definitivamente tenía que ser la primera presentación de las obras en esa galería, era la única manera de que hubiera tanto fanatismo o cualquier semejante de aquellos que creen que por tener más dinero que todos son amantes de lo clásico. Entre sin vergüenza alguna mientras caminaba por los largos pasillos y veía cada una de las obras, eran hermosas y en parte entendí a esas personas que, aunque no supiera mucho, por lo menos fingían agrado. Estuve tentada a tocar una de ellas, los colores y la mezcla de estos me fascinaba pero me contuve por el respeto que debía mostrar, no había que ser adicto al arte para mostrar esa contención.

Paseaba con tranquilidad hasta que oí una voz dirigirse hacia mí por mi nombre, me extraño puesto que las probabilidades de que alguien me conociera en un lugar como ese eran prácticamente escasas, como el ejemplo de la aguja en el pajar. Me voltee y vi a una chica, lo primero de lo que me percate fue que vestía semejante a mí, generalmente no me sentí sola así que vi su rostro, creo conocerla de algún lado pero no recordaba muy bien. Las calles no eran tan buena opción puesto que si acaso recordaba rostros, los toques...bien, algunas veces perdía la coherencia, pero ella me aclaro todo cuando dijo que trabajaba en el club, no erraba, mas de una vez habíamos tocado y de seguro ahí la había visto -Si, soy yo, oh claro, hemos tocado ahí varias veces, encantada, ¿tu nombre?, permíteme decirte que ya no me siento tan sola. Presentía que la chica sabría a lo que me refería al mirar de reojo mi propia ropa.

Observé con tranquilidad la reacción de la pelirroja, al principio pareció sorprenderle mi llamada de atención, pero al segundo su rostro delataba tranquilidad y algo de alivio, por su atuendo tampoco parecía encajar demasiado en aquel momento y lugar, y sin poder evitarlo, eso nos unió por un instante en el tiempo. La miré mientras parecía pensar rápidamente si me conocía y de qué, pero mi aclaración fue clave, y enseguida contestó. Sí, habían tocado varias veces en el Feeling, eran un grupo compuesto íntegramente por chicas, aunque eran completamente diferentes entre sí, y en ocasiones podías preguntarte qué las había hecho juntarse.... pero para eso siempre había una respuesta fácil.... la pasión por la música!

Sonreí cuando me preguntó mi nombre, no me molestaba en absoluto, ya era bastante que se acordara de la cara de una camarera como para que supiera además mi nombre, asíque sin dejar de sonreír dije:

- Me llamo Rose.... - y tendí mi mano para estrecharla con la suya - Creo que no encajamos mucho aquí ¿verdad? - añadí mirando ligeramente a mi alrededor, el ir y venir de aquellas personas "importantes". Estaba claro, las dos nos habíamos percatado de aquello, de hecho, desde que había puesto el primer pie en aquella galería, había intentado pasar desapercibida para evitar que me echaran de allí, pero ahora que había encontrado alguien con quien hablar, similar a mí, quizás la gente no nos seguiría mirando como si fuéramos bichos raros salidos de cualquier cloaca o callejón...o quizás nos mirarían aun peor, no estaba segura....


Off: Perdona por el retraso..... xDD

Las miradas era más que evidente hasta el punto de tornar el ambiente un tanto incomodo por lo menos para mí. Me atrevía a decir que constantemente estaba rodeada de gente diferente, sin contar a mis amigas que, milagrosamente, la amistad había sido el único factor que nos había podido unir. Sin embargo en los toque o conciertos la variedad era totalmente notoria, te veían mujeres vestidas de negro, hombres elegantes, gente con atuendo alocados y de vivos colores, los representantes musicales aun mas con ingenio...pararía de contar incluso, pero en este instante todo se sobrepasaba, me sentía lejos de mi ambiente, las personas pasaban de un lugar a otro y nos miraban de arriba a abajo, como si fuésemos bohemias a flor de piel y eso llamara su atención, simples jóvenes que buscaban un porque en el sentimiento artístico y no como ellos que buscaban mas y mas ganancias que desprendía el barniz y el intenso olor a pintura fresca que rodeaba el lugar. Agradecía que Rose estuviera allí, si, así era su nombre, uno que me había gustado desde pequeña, cuando jugaba a ser la mamá de mis muñecas, gran comparación pude pensar con una ironía divertida. Pero aun así me gustaba su presencia, era una chica más o menos de mi edad y al parecer pensaba igual que yo, cosa que me recalco en su siguiente pregunta por la cual solté una leve risa y mire a mis alrededores, incluso podría jurar que una mujer de edad se nos quedo mirando pero por primera vez no fue con superioridad -Probablemente, pero es mejor ser diferente que seguir los perfiles comunes, mostrar tu verdadera causa y no lo aparente. Concluí viéndola muy segura de mis palabras.

Quizás recordara haberla visto, no muy bien puesto que mis presencias en el escenario se limitaban a la vista del micrófono y el teclado, algunas veces al publico pero eso encendía los nervios de manera fácil -¿Y no tocas allí? ¿Únicamente trabajo?. La mayoría a las personas que había conocido se interesaban por los hilos musicales y en ese club era muy normal ver a personas transitando con los mismo intereses -En algún momento pensé en conseguir empleo en ese lugar, pero creo que con los ensayos y mis estudios no será fácil. Me encogí de hombros disminuyendo mi sonrisa, no quería agobiarla con mis problemas así que negué internamente -¿Y eres de acá? ¿De NY?, lamento tantas preguntas, no estás obligada a responder. Agregue con una sonrisa amable disculpándome. Me olvide de los seres ¨superiores¨ y solo me dedique a conversar con aquella chica, con una igual en un mundo lleno de métodos estrictos.
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