Primer round [Steve]

Agencia nueva, igual, nueva oportunidad.
El rumor de esa semana era la apertura de la nueva agencia de Steve Richardson.
Mucho habíamos escuchado hablar de el en los últimos días, algunos decían que era un hombre de reputación intachable, fuerte de carácter, pero recto. Otros poseían una opinión completamente opuesta y afirmaban que si bien era un hombre de armas tomar, su carácter era completamente tedioso, y la rectitud de su moral y de sus acciones era algo de lo que poco podías fiarte. Aun así tantas opiniones diferentes circulaban en torno a ese personaje, y a su tan afamada agencia que era algo difícil formarse un concepto sobre ambos.
Esa mañana hacia frío, como cada una de las mañanas del último febrero. Caminé hacia el refrigerador, y tomé un trozo de pizza de la noche anterior, intentando calcular la cantidad de horas que había dormido. Hacía aproximadamente dos semanas que estábamos trabajando en el demo de Stupid Blue Prince, y realmente tanto mi cuerpo como mi mente estaban agotados. Para mi continuar con mi racha de mala suerte, a las chicas se les había ocurrido la gran idea de encargarme la tarea de entregar, cuando estuviera listo, el demo en la nueva agencia.
Así que a regañadientes, engullí la pizza a toda velocidad y luego de tomar un ligero baño me encaminé por las calles de New York, en busca de aquel sitio.
Aproximadamente veinte minutos después ya me encontraba en la puerta de la agencia, tocando el botón del portero eléctrico.
- S-Rich Records, ¿que se le ofrece?
-Soy Lucille Milnes, de Stupid Blue Prince, quisiera hablar con el señor Richardson, por favor. -Unos breves segundos de espera, y el típico sonido del portero eléctrico me indicó que podía ingresar.
El lugar era amplio y espacioso, como era de esperar habían varios afiches de bandas afamadas, y alguna que otra placa de reconocimiento. En el extremo opuesto al que me encontraba se situaba el mostrador de la secretaria que me había atendido, justo antes de llegar a un ascensor de puertas metálicas.
La joven muchacha de aspecto arreglado me indicó que tomara asiento mientras aguardaba a que su jefe le diera la afirmativa para que pudiera dejarme pasar.

Era una tipica mañana, de esas que transcurren completamente normales, la vida de Steve habia cambiado de la manera más radical posible, habia pasado de ser un rapero con intenciones de "purificar" Nueva York, a ser uno de los representantes más buscados en todo el mundillo de la música.

¿Su reputación? se rumoreaba demasiado, tanto que no se sabía a ciencia cierta absolutamente nada, él siempre respondía ante esa pregunta con una media sonrisa, y decía que era alguien a quien simplemente le gustaba divertirse, sin embargo, también podía ser una persona bastante reservada cuando sentía que se le invadía su privacidad, por eso no accedía a contestar cómo rayos hizo para hacerse con una disquera que tenía más de 30 millones de $ en deuda y además, la volvio una de las más fructiferas para cazar talentos en Nueva York.

Porque eso era lo que quería, no quería atraer a los 50 cent, Limp Bizkit o Coldplay apostando una gran cantidad de enero, el único egolatra en esa disquera sería él, por lo que los indie eran su principal "debilidad".

Estaba haciendo un par de llamadas, concretando varios compromisos de publicidad, cuando su secretaria le anunció que una tal Lucille Milnes estaba en su puerta, suspiró y pidió que la dejaran pasar, mientras ella entraba, Steve se preparó un whisky seco, tenía ganas de ver qué traia esta chica, tenía ganas de ser sorprendido ese día.

La espera no fue muy extensa, lo que me vino de maravillas ya que deseaba poder entregarle el demo, ver su respuesta y largarme nuevamente a mi hogar. Mis piernas estaban entumecidas al igual que todo mi cuerpo, debido a mi gran caminata, a pesar de percibir la calidez del ambiente debido a la calefacción, esta no parecía afectar en lo más mínimo a mi temperatura. Pero en fin todo eso que importaba... Ahora era tiempo de hacer negocios, esperaba que al menos ese tipo no fuera otro gran patán de los que no te escuchan o de los que vienen con malas intensiones. Ya estaba harta de lidiar con esa clase de gente... Maldición ¿Por que rayos tengo ser yo la encargada de las relaciones públicas? Si ni siquiera soy la más sociable...
Aguaré a que el ascensor me condujera al piso dos y tal como me había indicado la secretaria me acerqué a la primera puerta del lado izquierdo del pasillo.
Sin preámbulos, toqué un par de veces y momentos después ya había ingresado en la lujosa oficina. No pude evitar detenerme y echar un vistazo al lugar disimuladamente antes de musitar: -Hola, Soy Lucille Milnes, gracias por recibirme. –Caminé unos pocos pasos en su dirección, y extendí una mano de manera educada a modo de saludo, dejando que una sonrisa amable pero a la vez calculadora apareciera en mi rostro.

Steve observó a la chica mientras cerraba la puerta, sin duda no estaba mal, tenía porte, elegancia, y parecia ser la lider del grupo, pero por la tensión con la que entraba, enseguida se dio cuenta de que manejar relaciones sociales no era lo suyo, un gravisimo error si pretendias abrirte paso en este negocio, la pregunta que ahora se hacía el chico era si de verdad el grupo que ella promocionaba valia la pena, si eran lo suficientemente buenos como para invertir en ellos, o si tal vez el diamante en bruto era Lucille y el resto, una simple y molestosa comparsa.

¿Lucille...? Mucho gusto, bienvenida. Toma asiento

Dijo, sin expresión alguna ante la sonrisa de ella, no sabía si pretendía usar su encanto natural femenino para que todo le saliera más fácil o si era su talante natural, pero aun asi, Steve había visto demasiado, sabía demasiado y podía contar infinidades de historias acerca de las cosas que suceden en el negocio, como para que una sonrisa le hiciera algo.

Según tengo entendido...vienes a dejarme una demo de tu grupo, ¿no es cierto? hablame de ustedes...¿qué tipo de música tocan? ¿como empezaron...? ¿cuantos son...? No quiero palabras adornadas ni historias inventadas...sé que todos los comienzos son dificiles...por eso quiero ayudarlos...

-El gusto es mío. -Me senté como había indicado, mientras disimuladamente el aspecto del representante como intentando encontrar algo en sus expresiones que me diera alguna pista sobre su personalidad o algo así, para hacer más llevadera y sencilla la entrevista.
Lo primero que noté era su inexpresividad, clásica, de un hombre de negocios, por su apariencia supuse que debía de ser tan solo unos años mayor que yo, pero aun así tenía la desenvoltura de alguien con más tiempo de vida.
-Exacto, he venido a enseñar nuestro demo. -Tomé la copia que había apartado en mi bolso y la deslicé sobre su escritorio para que pudiera verla, antes de que pudiera murmurar algo más había comenzado a hablar nuevamente. ¿Sin palabras adornadas? Este tipo no se anda con rodeos. Asentí y comencé mi turno. -Nuestro grupo se llama The Stupid Blue Prince, tocamos rock alternativo con vestigios de indie rock, aunque nuestro sonido es un poco más agresivo. Somos cinco chicas. -Sacudí mi melena pensativamente. Aun recordaba algunas imágenes del principio de la banda, los primeros ensayos, las primeras dificultades. -Pues, nuestro comienzo no fue sencillo, en un principio la formación de la banda trajo algunas que otras complicaciones ya que salvo por dos de mis compañeras que son hermanas, las demás nunca nos habíamos visto antes. Aun así, a pesar de todo, no nos llevó mucho tiempo acoplarnos y sonar bien en conjunto. En lo que respecta a conseguir conciertos, nos fue sumamente difícil, la mayoría de las personas no quieren contratar a cinco chicas jóvenes. Nos rechazaron una y otra vez, hasta que conseguimos un club que nos dio la oportunidad, y bueno así comenzó nuestra racha de buena suerte que se mantiene hasta ahora.

Steve se cruzó de brazos, reclinandose en su cómodo sillón, mientras la escuchaba, podía estar pensando en cualquier cosa, ella hablaba con naturalidad, como si de verdad sintiera lo que estaba diciendo, esperaba transmitirlo, que sus palabras llegaran con la misma facilidad que las estaba diciendo, él simplemente la miraba con serenidad, buscando tal vez un giro de imagen, un cambio de actitud, sin duda ella tenía algo, en su rostro se podía ver que ella tenía grandes posibilidades.

Pero había un riesgo enorme con estos artistas sin talento, y era que se perdieran en la fama y en la fortuna, ella hablaba de un grupo con algunas hermanas, eso siempre era algo conflictivo...¿de verdad quería Steve algo así?.

Era una decisión dificil, pero interesante, complicada, pero emocionante...obviamente. Si le interesaran artistas consagrados ya estaría arruinado, necesitaba gente que fuera "barata" y a su vez, bastante rentable.

Tomó el CD y lo colocó, escuchando la pista de forma inexpresiva, la letra podría catalogarse simplemente de "diferente", y la mezcla de sonidos, bastante buena, él la detuvo cuando aun faltaba más de la mitad de la canción, no tenía ni la más minima intención de darle una pista a la chica, quería ver qué tanto podía llegar a desear una oportunidad.

¿Sabes...? Tengo una gran cantidad de demos como este...algunos están siendo considerados...otros en la basura...¿Por qué deberia contratarlas?

Antemano Con un leve suspiro di por finalizado mi monologo explicativo sobre los aspectos principales de la banda. Estaba más que claro que a partir de ahora comenzaría la parte diíicil de la entrevista, contuve mi expresión de pesar y la sustituí con mi perfecta mascara de despreocupación.
Observé fijamente al representante mientras escuchaba la tan conocida, primer canción del CD, pero aun así continuo con su expresión inescrutable, e ilegible.
Mi inquietud y por supuesto mi ansiedad se acrecentaron debido a la carencia de gestos, o señales que me dieran una minúscula pista de lo que pensaba.
Mi ansiedad, mi excesos de temperamento y mi impulsividad esos eran los rasgos de mi personalidad que me hacían detestar los negocios. Y quizá el echo desde que muy pequeña había estado rodeada de gente meramente calculadora y maquinal, personas de negocios.
Me lo imaginaba, la cantidad de demos que debía haber recibido en ese ultimo tiempo, seguramente era innumerable, pero… ¿Cuantas bandas indies estaban compuestas por cinco chicas que además tenían una imagen un tanto… comercial, que podría ser favorecedora para el negocio?
-¿Por que debes contratarnos? Porque sabemos lo que queremos y tenemos todo lo que debemos tener para conseguirlo; somos talentosas, determinadas, nos complementamos y nuestro compañerismo se refleja claramente en nuestra música. Nuestras letras están cargadas de distintas vivencias y es fácil identificarse con ellas. Además tenemos buen aspecto, cosa que no es algo común en bandas indies, por eso a mi modesto entender, podemos competir en un mercado más pequeño y amateur como en uno comercial y masivo. –Aseguré sin duda alguna. El potencial, el talento es algo que sientes dentro de ti, que te da la pauta de que puedes lograrlo, en tu camino, sucederán una inmensidad de cosas que despertarán dudas, temores e inseguridades, pero cuando sientes eso, no debes cuestionarte tan solo debes continuar y estar segura de hasta donde podrás llegar.