Pier Búsket Gerlofs Donia!

-Nombre completo:
Pier Búsket Conrad Gerlofs Donia

-Apodos:
No tiene, sólo en ocasiones Patrick le dice Bebé.

-Edad:
25 años.

-Fecha de nacimiento:
26 de Diciembre de 1985.

-Orientacion sexual:
Bisexual.

-Grupo:
Rockers.

-Instrumento:
Vocalista y guitarrista de Help us Grow.
Bajo y teclado ocasional.


-Avatar:
Jared Leto.

-Descripción física:
Tez pálida, rasgos redondos y bien delineados, que se acentúan especialmente en la nariz, respingada, y los labios formados, acompañados por los bellos ojos grises que a veces, y por los matices, se observan incluso azulados. Cabello cortado por los lados, a modo de mohicano, vulgarmente decolorado rubio y teñido de fuerte tono en la cresta –rosado-. Fanático del kick boxing, el deporte le ha hecho desarrollar músculos definidos, además de una figura ajustada y marcada. Clavículas cercanas, hombros no muy amplios, brazos largos, piernas delgadas. No es muy alto, apenas alcanza el metro setenta y seis de estatura. En seriedad, la faz se observa prepotente, ruda, como si fuese a saltar sobre cualquiera que le pase a llevar con el hombro, que insinúe algo a su pareja, pero no, tiende a ser sonriente, mostrando sin miedo y en divertido gesto los dientes parejos e infantiles, blancos y de apariencia hasta lechosa, como si nunca hubiese sido un infante desdentado.

Descripción Psicológica: El infantilismo destaca graciosamente en la personalidad de Pier, con gran carisma, rara vez tiende a inhibirse frente a una acción, capaz de hacer hasta las más ridículas imitaciones, risueño y juguetón, por naturaleza alocado y volátil. Llevarle la contraria no suele ser buena idea, y aunque hace falta algo más que eso para ponerlo agresivo, es el primer paso. Siempre imprudente y arriesgado, lo más común es que actúe antes de pensar. Y muy contrario a esto último, se le nota perfeccionista, neurótico con el orden de las cosas. Si es quién está al mando, la espontaneidad y su afán de que todo esté bien lograrán que luzca como un buen líder.

Hace malas caras a la irresponsabilidad, la rebeldía injustificada, la poca toma de consciencia y la flojera. Sus momentos de madurez -más bien, sus intentos-, aparecen seguidos, siempre acostumbrado a tomarse todo lo sentimental muy enserio, el modo en que sus emociones se expresan es el motivo por el cual es tachado de inmaduro, y lo es. Lo sabe.

Si se lo propone, sin dificultad alguna hace enfadar. Charla, pero no con cualquiera, y es que, infantil o impulsivo, es reservado, llegando a incomodarse cuando alguien de poca confianza se atreve a interrogarle sobre temas que considera netamente privados. Sabe mantener al mundo a raya en ese aspecto.

De suficiente gracia como pareja. Cree en que el amor debe conservarse, por lo que no se inmuta más de lo prudente a la hora de demostrarlo. Detallista, aprecia las cosas simples y tontas. Es de corazón fiel, mas resignado a forzar a veces a la carne para no quedar como un tonto junto al hombre con quién lleva muchos años. Incapaz de falsear muchas actitudes, en varias oportunidades es más sincero que orgulloso, y eso daña a este último nombrado. El tiempo se le pasa demasiado lento cuando no tiene nada que hacer y está sólo o con quién no quiere. La espera lo molesta. No es un buen consejero, para nada sabio. Mejor cierra la boca y ya. Celoso y posesivo, trata de disimularlo, aunque no llega a resultarle siempre.

Pier B. Gerlofs:

-Descripción psicológica:
El infantilismo destaca graciosamente en la personalidad de Pier, con gran carisma, rara vez tiende a inhibirse frente a una acción, capaz de hacer hasta las más ridículas imitaciones, risueño y juguetón, por naturaleza alocado y volátil. Llevarle la contraria no suele ser buena idea, y aunque hace falta algo más que eso para ponerlo agresivo, es el primer paso. Siempre imprudente y arriesgado, lo más común es que actúe antes de pensar. Y muy contrario a esto último, se le nota perfeccionista, neurótico con el orden de las cosas. Si es quién está al mando, la espontaneidad y su afán de que todo esté bien lograrán que luzca como un buen líder.

Hace malas caras a la irresponsabilidad, la rebeldía injustificada, la poca toma de consciencia y la flojera. Sus momentos de madurez -más bien, sus intentos-, aparecen seguidos, siempre acostumbrado a tomarse todo lo sentimental muy enserio, el modo en que sus emociones se expresan es el motivo por el cual es tachado de inmaduro, y lo es. Lo sabe.

Si se lo propone, sin dificultad alguna hace enfadar. Charla, pero no con cualquiera, y es que, infantil o impulsivo, es reservado, llegando a incomodarse cuando alguien de poca confianza se atreve a interrogarle sobre temas que considera netamente privados. Sabe mantener al mundo a raya en ese aspecto.

De suficiente gracia como pareja. Cree en que el amor debe conservarse, por lo que no se inmuta más de lo prudente a la hora de demostrarlo. Detallista, aprecia las cosas simples y tontas. Es de corazón fiel, mas resignado a forzar a veces a la carne para no quedar como un tonto junto al hombre con quién lleva muchos años. Incapaz de falsear muchas actitudes, en varias oportunidades es más sincero que orgulloso, y eso daña a este último nombrado. El tiempo se le pasa demasiado lento cuando no tiene nada que hacer y está sólo o con quién no quiere. La espera lo molesta. No es un buen consejero, para nada sabio. Mejor cierra la boca y ya. Celoso y posesivo, trata de disimularlo, aunque no llega a resultarle siempre.

-Historia:
En Frisia, Países Bajos, nació un niño de bonito cabello y únicos ojos, Pier Gerlofs. Su madre, orgullosa, extendió el nombre lo más que pudo, para dejarlo con tres de estos y ambos apellidos. El pequeño se crió rodeado por una familia que no dudaba en atender a sus caprichos, enseñándole también que todo tiene un precio. Destacado en la escuela tanto en calificaciones como dotes artístico y deportivos, llegó a la adolescencia siendo uno de los más populares de su nivel, por sus cualidades y su cara bonita. Pero a él sólo una cosa lo tenía completamente a su merced; La música.

Lo que sabe lo aprendió del hombre que le crió, con cariño aprendió que llegar lejos no tenía sentido si no amaba lo que hacía, y que sin importar que tan hundido estuviera, la música no dejaría de expresar su sentir. Como cualquier adolescente, comenzó una banda de garaje, junto a un grupo de muchachos.

Al cumplir 14 años sus padres se separaron, el hombre se fue a Inglaterra, y ella, por su parte, se quedó con su hijo en Frisia. ¿Por qué? Es que de la nada comenzaron a aparecer puntos serios en los que diferían, y sin más las discusiones comenzaron a perder sentido. Sencillamente optaron por lo sano, y esa fue la primera vez que Pier Gerlofs se sintió tremendamente solo, porque había sido seriamente pasado a llevar como hijo. Por suerte, lo superó.

Ya los 15 años, aburrido de las locuras de su soltera madre, de su nula consideración y de su extraño genio, decidió que era momento de abandonarla, también a la ya desintegrada banda, no estaba para esas cosas, tenía otras metas, y en Frisia sólo estaba estancándose.

Se fue a Inglaterra, con su padre. Su primer transporte lo dejó en la ciudad indicaba, sin embargo, aun debía hallar el modo de llegar a la casa del hombre, que se había contentado con darle el dato de su nueva dirección. Resopló entonces, consolándose con que todo su equipaje debería ya estar en el lugar correcto. En su cuarto, que ordenaría al llegar a su nuevo hogar.

Vagó un par de horas, hasta el mediodía. Se detenía en cada puesto donde vendiesen revistas, encontrando un parecido en todos: La misma revista ocupando gran parte de los mostradores. La Rolling Stone, en la portada: Scott King. Algo habría oído del tipo alguna vez. Tenía una buena cara, sus ojos eran geniales, y parecía que todos compraban la revista nada más que por su artículo. Se sintió realmente muy extranjero de repente. Entonces, en sus desvaríos de adolescente, pensó al fin con completa seriedad. Estaba perdido en un país que jamás conoció, solo y seguro de que su padre había cambiado mucho, olvidando las ideas que él mismo le había planteado antes a Pier, esas de hacer lo que se ama.

Seriamente desmotivado, se decidió al fin por tomar rumbo a la estación de trenes, resignado a seguir avanzando por la vida, aunque no tuviera idea de cómo llegar a la calle escrita en su papel. No dejó de sufrir patadas de desaliento, todos corrían demasiado rápido como para desear molestarlos, tan apresurados por no perder el tren... Entonces abordó a un hombre, que no reconoció enseguida. Le pidió ayuda, y suspiró con alivio ante una positiva respuesta.

Pero las cosas no quedarían así, no fue un simple "Gracias por tu ayuda". En poco rato se percataría de que estaba tratando con el hombre a quién tanto había visto en las revistas ese día. ¿Scott King? Trató de ocultar su asombro, porque no cualquiera se topa así con alguien tan famoso. Sin embargo, Pier no era gran fanático del hombre, motivo por el que pudo alejar la amistad del interés con increíble facilidad -los medios aun lo acusan de estar con él por temas de conveniencia-. Y antes de darse cuenta, su corazón se había enganchando con otro, con el de Patrick Sean Wescott, Scott King, Pat, como sea que lo llamaran.

A su lado, aprendió a amar la música un poco más, además de que refinó sus gustos, especialmente los de vestir. Una noche que no podría olvidar nunca –a los 17-, terminó bien enredado con Wescott, luego de haber besado inocentemente sus labios. Debió suponer que para un hombre maduro tal cosa no era más que un atisbo de lo que se podía conseguir realmente.

La relación avanzó, secreta y romántica, y las cosas no quedaron como un simple desliz de ambos. Un año más tarde, cuando el joven Pier se atrevía a reunir una vez más a músicos dispuestos a trabajar con él para llegar muy alto, Wescott haría algo que significaría para él un golpe en su vida.

La música de presentación comenzó, y a la vez se anunciaba al invitado especial del programa; El fabuloso y único Scott King, exclamó la mujer, cabecilla del popular programa. En ese instante Pier y su padre miraban el programa, por motivos lógicos: Alguien que conocían estaba allí. Al principio estuvo tranquilo, pero comenzó a sudar frío con las primeras fotos, en ese instante su padre quedó más helado todavía, con los ojos atornillados al televisor.

- ... Es mi pareja, su nombre es Pier Gerlofs -

Al hombre se le cayó el tazón de las manos, y miró a su hijo, que no supo cómo enfrentarlo en el primer segundo, mas se armó de valor para mirarlo bien. No se esperó lo que recibió. Su padre le giró el rostro con un fuerte puñetazo, luego otro, y otro, después, con el joven aturdido en el piso, continuó con su paliza. Finalmente Pier debió agarrar todas sus maletas, e irse de la casa, maldijo a su padre, porque había perdido todas las esperanzas en el hombre, y buscó al único que podía ayudarlo, al único que deseaba ver, y al único que de momento podría culpar por lo ocurrido, infantilmente.

Se sentó fuera del set a esperar, arrodillado, apoyándose contra la maleta, claramente desmotivado. Sin querer comenzó a llorar, sus últimas lágrimas, porque después no llegarían. Al verle salir, trató de ocultar su pena, lo mandó a la mierda una vez, quejándose entre incomprensibles explicaciones. Luego sólo cerró los ojos, y se dejó reconfortar.

Algunos meses pasaron, no vio más a su castigador, en cambio, continuó trabajando con la nueva banda, que ahora estaba definitivamente titulada: "Help Us Grow". Logró superar los atropellos, los rechazos, los insultos y todo lo que su nuevo estatus de novio de Scott King le trajo. Lanzaron un primer demo en 2000, y actualmente Pier Gerlofs es reconocido como el Frontman de Help Us Grow, una de las bandas más famosas de la tierra, además de la pareja formal de Patrick Sean Wescott, el tan famoso Scott King, como era antes conocido.

Luego comenzaron a llenarse las revistas con fotos suyas, datos reales e inventados, rumores sobre citas con ciertas cantantes y actrices, que desmintieron enseguida el rumor de que Gerlofs es un hombre puramente homosexual. Aunque su actitud en la primera entrevista junto a Wescott bastó en primera instancia. Aseguró que: De haber una mujer, debería ser delgada, trigueña, con bonito cabello y deliciosos labios, luego rió, asegurando que al final no era el aspecto lo que le interesaba, mucho menos la posición social. Y luego apuntó a Patrick.

Actualmente vive en New York junto a Patrick, continua liderando "Help Us Grow" y planea la gira más larga de su carrera hasta el momento.

-Gustos:
La música, más que muchas cosas. Los perros, las aves, y en general, los animales. Dormir más horas de las que necesita, es más, disfruta incluso de estar todo el día tirado en la cama. Las bajas temperaturas y las aves coloridas. Molestar a Patrick, sin mala intención, además de estar con él, escucharlo, y recordarle algunas cosas del pasado. Llevarlo a pasear sólo porque así lo quiere, entre otras cosas que significan simplemente compartir su tiempo. Su acento inglés, sus ojos diferentes, su voz, abrazarlo en la noche; En resumen, todo. El escenario, estar allí, los ensayos y las fotografías, especialmente aquellas en las que puede jugar a poner diferentes expresiones.

-Disgustos:
Las falsedades, el exceso de calor que no pueda tranquilizarse. Cuando Patrick se encuentra de mal humor. Meter la pata seguido en cosas en las que no debería. Le desagrada no verse bien. Los momentos aburridos logran destrozar su humor, las interrupciones cuando está en algo que considera importante.

-Manías:
Pasarse la lengua por los labios, como si quisiera mojarlos o comenzar a modular mejor, a veces tan lento que hasta parece coqueto. Nervioso, tiende a acariciarse el cuello, y triste, baja un poco la cabeza, y se acaricia la frente. El desorden en su espacio hace que se ponga algo tenso.

-Hobbies:
Sentarse en la cama a tocar la guitarra para Patrick, incluyendo usualmente el canto. Salir en su bicicleta por las tardes, utilizar su computador por un rato, y mantener el orden en su casa. Estar junto a Patrick es su actividad favorita.

-Otros Datos:
Lleva, diez años junto a Patrick, y ocho de ellos en una relación formal con éste.
No deja que le ayude en nada que tenga que ver con la música, al menos no mucho, y no por simple orgullo -aunque algo tiene que ver.
De llegar a ser infiel, será por orgullo y hasta despecho.
Como esperó antes el momento oportuno para abordar a Westcott, hoy en día espera la instancia para decirle, textualmente, que lo ama, aunque siempre lo deje mucho más que claro.
Las mujeres un tanto bajas, delgadas y bonitas son, sin duda alguna, las que más le gustan.