¡Queeeeeeeeé! Jurame que no es un sueño. [Harmonie]

Cansada, como habitualmente llegaba después de clases, Monty abrió el portón de su casa. Había sido un día horrible, miles de trabajos, pruebas y más encima estaba el pre-universitario, no sabía si podía llegar bien a fin de año con todo y lo único que quería era entrar a su cuarto, encerrarse con llave y hacer un poco de música que la llevara lejos de aquel mundo de mierda.

Su vida había cambiado del cielo a la Tierra cuando su verdadero padre había aparecido, desde pequeña siempre quiso buscarlo, pero ahora que era parte de su vida lo único que quería era que se fuera y no volviera nunca más, por un lado porque como padre era mejor tener un perro y por el otro porque era el amante de su madre, si, por primera vez su madre le era infiel a su padrastro y nada más ni nada menos que con su amor de adolescencia, el padre de Monty.

Soltando un suspiro esperando que llegaran los gritos habituales a sus oídos, entro a la casa y, para su sorpresa ningún grito llegó. Con el ceño fruncido recorrió la casa y no había nadie… absolutamente nadie, fue a la cocina para servirse un vaso de agua justo cuando escuchó la puerta abrirse, cerró los ojos y salió rumbo al living.
- Que empiece la función – aquella era la mejor palabra para definir su vida últimamente, un patético y farsante Show.

Llegó a la puerta de entrada y al ver a la persona que allí estaba junto a su madre y hermana no pudo contener un grito de alegría.
- Tiene que ser un sueño – dijo corriendo a abrazar a su prima - ¿Qué haces aquí entre semana? – preguntó confusa aún abrazándola.


Pd: sorry por lo corto, cuando me llegue el portatil mis roles seran mejores XD

El viaje había sido realmente largo y la verdad dormí parte del camino hasta que el viejecito que estaba sentado a mi lado comenzó a cabecear sobre mi hombro y me despertó con sus ronquidos. Cuando disimuladamente traté de apartarlo de mi abrió los ojos de par en par y nuestras miradas se cruzaron. De haber sabido que no podría dormir durante el resto del viaje tal vez lo hubiese dejado roncar en mi oido durante las siguientes seis horas, pero la verdad sea dicha, aunque habló y habló conmigo en lo que más bien fue un monólogo que una conversación, no me aburrió tanto escucharlo. Basicamente me narró la historia de su vida, y cuando en algún momento me contó que había sido parte de una banda de jazz, el relato se volvió mucho más interesante.

Entonces comencé a recordar por qué había decidido dejar el pueblo atrás y aunque sentí que mi estomágo se hacía un puño al recordar a las únicas personas a las que extrañaría de verdad, me aferré al futuro que se presentaba ante mi y me dije que haría que mi estancia en Nueva York valiera la pena. Había venido a triunfar y no volvería a pisar el pueblo hasta que lo hubiese logrado.

Al llegar a la terminal me despedí de mi acompañante y me dirigí a buscar mi equipaje. Una vez logrado mi objetivo me dirigí a la puerta de salida y al salir por primera vez para encontrarme con la visión de la ciudad me sentí abrumada y feliz al mismo tiempo y comencé a buscar a mi tía a quien había notificado acerca de la hora de mi llegada. Sin embargo, tuve que colmarme de paciencia y sentarme un rato hasta que finalmente vi a mi prima entrar junto a mi tía.

Media hora después llegabamos a la casa. Me impaciente enormemente cuando mi tía se tomó su tiempo para estacionar el coche y más aún mientras el baúl se atoraba y no podíamos sacar mi equipaje. Cuando finalmente lo tuve en mi mano y nos dirigimos a la puerta de enfrente comencé a imaginarme la reacción de Monty al verme. -Tía estás segura de que ya está aquí?- pregunté al entrar al living y darme cuenta de que no se oía ni el batir del ala de una mosca.

Entonces escuché un grito que reconocí de inmediato seguido del rostro de mi prima. Corrí a abrazarla y creo que yo también grité, o al menos la voz que oí se parecía mucho a la mía.

-Estás viendo a tu nueva inquilina!- contesté riendo mientras veía su cara de sorpresa. -Roni McKenzie viene decidida a quedarse, y a armar revuelo, y barullo, y a arrasar, y que se prepare Nueva York si es que puede!- reí alegremente sin reparar mucho en la expresión de mi tía al escuchar mis palabras. -Y ssshhhh.- dije alzando un dedo. -Antes de que digas algo, no. No es broma, muero por ver cual será mi habitación!-


ooc: jeje, no tengas pena xD

La muchacha escuchó la explicación de su prima sin poder creer las palabras celestiales que estaba saliendo de la boca de Roni y queriendo creer que era una broma para no desilusionarse pues era demasiado perfecto para ser verdad y, mientras hablaba, intentó tapar de preguntas a su traviesa prima, sin embargo ella la hizo callar antes de que cualquier sonido saliera de su preguntona boca.

- No puedo creer que mi tía te halla dejado abandonar el pueblo... es ¡INCREÍBLE! - gritó entusiasmada al fin creyéndola y sin parar de hablar de lo genial que sería vivir juntas tomó la maleta de su prima e, ignorando totalmente a su hermana y su madre, le indicó el camino a la habitación de invitados que ahora sería de Roni y que casualmente estaba ¡AL LADO DE SU PIEZA! Esto iba ser una experiencia inolvidable para la menor y eso que aún no se enteraba de que su prima había mejorado tanto con la guitarra, la vida rockera y los permisos extraordinarios que necesitaba habían llegado como caidos del cielo y todo gracias a su adorada prima.

- Aquí es - dijo dejando la maleta encima de la cama - la pieza esta neutral, pero ya verás como en un día la decoramos toda genialosa, es cuestión de tiempo, te llevaré al centro comercial a unas tiendas de rock buenísimas que sé que te encantaran - sonrió mirando las paredes de un color crema claro que pronto serían tapizados por bandas de rock y alguno que otro hombre guapo - En ese mueble dejaremos tu ropa y en el closet de allá las chaquetas, también tiene mesa de computadora por si traes tu portátil contigo - le explicó entusiasmada, la verdad era que no podía parar de hablar, es que tener a su prima con ella era todo un sueño que tenía desde pequeña y no podía creer que al fin se hubiera hecho realidad.

Sin preguntarle si quería que la ayudara, abrió la maleta y comenzó a ayudarla a desempacar.
- Cuéntame todo, quiero saberlo de principio a fin, ¿cómo es que te dejaron venir? ¡Y más encima a vivir! Aún no lo puedo asimilar - comenzó a aplaudir entusiasmada - ¡Aish qué tonta soy! ¿Tienes hambre? Ha sido un viaje larguísimo de seguro quieres comer - le preguntó inquieta, al parecer se había vuelto hiperactiva de un momento para otro y ya no podría controlarse... Al menos no hasta que se acostumbrara a aquel notición.


Pd: liindaaa!!!