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¿De cuidados? [Mathew]
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¿De cuidados? [Mathew]
Durante todo el camino no hice más que pensar acerca del roce de su piel con la mía, de las ultimas caricias que me había brindado antes de que reaccionara y notara como se ocupaba de llevar mi bolso, de esa forma solo sonreí con debilidad y subí junto a él hacia la salida del Subterraneo. Permanecía a su lado sin separarme ni un poco, por si las dudas y de esa manera me aseguraba que estaría bien. Como era de esperarse las calles estaban solas, ni un alma caminaba por ellas, quizás algunos jóvenes y eran tan pocos que podía contarlos, en fin, vi un taxi y lo llame de inmediato, el hombre se paro y ayude a Matt a caminar hacia él. Creo que las horas de sueño habían hecho que el conductor se adelantara y el trazo a caminar fuera más largo, rodé los ojos y le quite el bolso de su hombro sin escuchar siquiera palabras que pidieran lo contrario -Dame eso. Pedí con suavidad. Ambos nos montamos en el auto y tras dar la dirección conocida nos encaminamos a la residencia.
Había silencio y no hablábamos a menos que fuera necesario, no lo era así que nada paso de un par de palabras, mi vista permanecía en la ventana del auto recordando todo aquello, todo lo ocurrido y mis reacciones ante él, quería evitarlas, incluso con más fuerza de la que tenia, pero al estar así, solos, era imposible no evitarlo, aun así sabiendo la clase de hombre que podía llegar a ser Mathew Daniels.
Ya estábamos llegando y eso hizo que sonriera internamente, conocía bien el departamento de Chloe, varias veces habia ido con las chicas y habíamos pasado muy buenos ratos, únicamente nosotras sin chicos de por medio, el caso es que sabía que Chloe no llegaría esa noche, al menos que yo la llamara, estaba junto a Aly y Mich y sé que no le molestaría quedarse otra noche, vacile la opción de llamarla e incluso removí mis dedos sobre el teléfono que reposaba en mis manos. Reaccione al ver el edificio frente a nosotros, tenía el dinero en mano así que, evitando muestras de terquedad, pague el costo del camino y me baje del auto asegurándome que Matt lo hiciera -Fue rápido. Me encogí de hombros y empecé a caminar, segura que me seguía, de vez en cuando lo esperaba para asegurarme de que estuviera bien ¨demonios con las preocupaciones¨.
No hace falta decir demasiado, subimos encontrando los pasillos solos, no era de extrañarse, la gente normal dormía a esa hora o bien habían cerrado la puerta por educación. No llegaba hasta el punto de tener las llaves del departamento de Chloe así que solo mire a Matt -¿Recuerdas donde tienes las llaves?.Inquirí apoyada de la puerta, mi hombro dolía notablemente y el ánimo de cambiarme la ropa, acomodar el mueble para dormir y avisarle a mi tía de mi ¨nueva estadía¨ no me hacía sentir precisamente mejor.
Había silencio y no hablábamos a menos que fuera necesario, no lo era así que nada paso de un par de palabras, mi vista permanecía en la ventana del auto recordando todo aquello, todo lo ocurrido y mis reacciones ante él, quería evitarlas, incluso con más fuerza de la que tenia, pero al estar así, solos, era imposible no evitarlo, aun así sabiendo la clase de hombre que podía llegar a ser Mathew Daniels.
Ya estábamos llegando y eso hizo que sonriera internamente, conocía bien el departamento de Chloe, varias veces habia ido con las chicas y habíamos pasado muy buenos ratos, únicamente nosotras sin chicos de por medio, el caso es que sabía que Chloe no llegaría esa noche, al menos que yo la llamara, estaba junto a Aly y Mich y sé que no le molestaría quedarse otra noche, vacile la opción de llamarla e incluso removí mis dedos sobre el teléfono que reposaba en mis manos. Reaccione al ver el edificio frente a nosotros, tenía el dinero en mano así que, evitando muestras de terquedad, pague el costo del camino y me baje del auto asegurándome que Matt lo hiciera -Fue rápido. Me encogí de hombros y empecé a caminar, segura que me seguía, de vez en cuando lo esperaba para asegurarme de que estuviera bien ¨demonios con las preocupaciones¨.
No hace falta decir demasiado, subimos encontrando los pasillos solos, no era de extrañarse, la gente normal dormía a esa hora o bien habían cerrado la puerta por educación. No llegaba hasta el punto de tener las llaves del departamento de Chloe así que solo mire a Matt -¿Recuerdas donde tienes las llaves?.Inquirí apoyada de la puerta, mi hombro dolía notablemente y el ánimo de cambiarme la ropa, acomodar el mueble para dormir y avisarle a mi tía de mi ¨nueva estadía¨ no me hacía sentir precisamente mejor.
Vittoria A. Lawrence- Admin - Normal
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Salimos del subterráneo y Kath parecía tratarme como si estuviera sumergido en el más profundo estado de ebriedad, la verdad era que así me sentía, bueno, más bien me sentía con la peor de todas las resacas, y no era de menos. La cabeza me íba a explotar. Maldita migraña. Solo quería un lugar callado y oscuro en donde la fotofobia me dejara de joder y tratara de calmarse el dolor.
Me volví a frotar los ojos mientras salíamos a la calle desierta y Kath paraba un auto, se aprovechó de mi dsitracción y me arrebató la bolsa como si se la fuera a robar... ok no, ella solo se estaba preocupando por mí y no quería que cargara, pero me hacía sentir más patán de lo que solía ser. Entré en el taxi antes que ella y me tiré hacia la otra puerta recargando todo mi cuerpo ahí y apoyándo mi cabeza para tratar de calmar el dolor.
Gracias a todo, el taxi estaba en silencio, cosa que no alteraba más mi migraña y en la calle, apesar de que había luces, si cerraba los ojos, no me molestaba en absoluto. Así pasaron como diez minutos en los que no dijismos nada y casi me quedé dormido, eso era buena señal porque el dolor había bajado impresionantemente. No había nada mejor que el alivio que se siente luego de una migraña.
El taxi llegó al edificio luego de un rato que fué corto pero a mi se me hizo eterno, solo quería meterme debajo de mis edredones y beber agua fría. La verdad fué que no me dí cuenta cuando Kath pagó el taxi hasta que ya estábamos abajo de él y se arrancó. Me puse la guitarra en el hombro de nuevo y subimos hasta mi departamento. Justo se detuvo en la puerta y me preguntó con cierto sarcasmo si recordaba donde llevaba las llaves, o por lo menos así lo escuché yo. -Kath te recuerdo que no estoy ebrio.- le contesté con voz firme y una mirada aguda mientras bajaba mi guitarra y la apoyaba contra la pared.
Me giré hasta ella de nuevo mientras sacaba mis llaves de uno de los bolsillos de mi chamarra. La acorralé entre la puerta y yo apoyándo la palma de mi mano contra la puerta por encima de su hombro. Acerqué mi rostro hacia el de ella y alcé una ceja tranquilamente. Estaba a punto de decirle algo, los segundos siguientes estuve en silencio, sólo mirándola penetrantemente a los ojos y entonces se escuchó el click de la peurta cuando terminé de dar vuelta a la llave con la mano que no estaba apoyada sobre ésta.
La puerta se abrió y le ofrecí paso primero a ella. Tomé la guitarra y la metí apoyándola sobre la pared, pero por dentro del departamento. Cerré la puerta y solo quería correr por agua fría, mejor que eso!!!! UN BAÑO HELADO. Tal vez lo frío no resultara tan bien después de todo porque iba a agarrar un resfrío. -Gracias por traerme a casa.- le dije sin elevar la mirada. Saqué un billete de 10USD y se lo dejé en el desayunador. -Es lo del taxi, no me hagas sentir como los vagos con los que Chloe y tú acostumbran a salir, por favor.- la miré serio, pero no enojado y le acerqué sobre el desayunador el billete.
Si había algo que podía amar, era la mirada de Kath y el color de sus ojos, si señor, podía amarlos. Tragué saliva luego de ver sus ojos como si fueran la luna y caminé a mi recámara en busca de algo que ponerme más cómodo, ella no necesitaba invitación, después de todo nuestro departamento era como una segunda casa para ella. Me quité la chamarra y la tiré en una silla de mi habitación. Rebusqué con la mirada mi jersey para dormir pero no lo encontraba. Me quité la playera que aún llevaba puesta y seguí buscando mi jersey, pero no estaba en ningún lado, seguro que estaría en el baño. Salí de la habitación en dirección al baño a buscarlo. Veía puntitos negros, era por la maldita migraña. Me senté en el escusado, que tenía la tapa cerrada y cerré los ojos con fuerza, me los tallé y agaché la cabeza para tratar de que el dolor se disipara de nuevo.
Me volví a frotar los ojos mientras salíamos a la calle desierta y Kath paraba un auto, se aprovechó de mi dsitracción y me arrebató la bolsa como si se la fuera a robar... ok no, ella solo se estaba preocupando por mí y no quería que cargara, pero me hacía sentir más patán de lo que solía ser. Entré en el taxi antes que ella y me tiré hacia la otra puerta recargando todo mi cuerpo ahí y apoyándo mi cabeza para tratar de calmar el dolor.
Gracias a todo, el taxi estaba en silencio, cosa que no alteraba más mi migraña y en la calle, apesar de que había luces, si cerraba los ojos, no me molestaba en absoluto. Así pasaron como diez minutos en los que no dijismos nada y casi me quedé dormido, eso era buena señal porque el dolor había bajado impresionantemente. No había nada mejor que el alivio que se siente luego de una migraña.
El taxi llegó al edificio luego de un rato que fué corto pero a mi se me hizo eterno, solo quería meterme debajo de mis edredones y beber agua fría. La verdad fué que no me dí cuenta cuando Kath pagó el taxi hasta que ya estábamos abajo de él y se arrancó. Me puse la guitarra en el hombro de nuevo y subimos hasta mi departamento. Justo se detuvo en la puerta y me preguntó con cierto sarcasmo si recordaba donde llevaba las llaves, o por lo menos así lo escuché yo. -Kath te recuerdo que no estoy ebrio.- le contesté con voz firme y una mirada aguda mientras bajaba mi guitarra y la apoyaba contra la pared.
Me giré hasta ella de nuevo mientras sacaba mis llaves de uno de los bolsillos de mi chamarra. La acorralé entre la puerta y yo apoyándo la palma de mi mano contra la puerta por encima de su hombro. Acerqué mi rostro hacia el de ella y alcé una ceja tranquilamente. Estaba a punto de decirle algo, los segundos siguientes estuve en silencio, sólo mirándola penetrantemente a los ojos y entonces se escuchó el click de la peurta cuando terminé de dar vuelta a la llave con la mano que no estaba apoyada sobre ésta.
La puerta se abrió y le ofrecí paso primero a ella. Tomé la guitarra y la metí apoyándola sobre la pared, pero por dentro del departamento. Cerré la puerta y solo quería correr por agua fría, mejor que eso!!!! UN BAÑO HELADO. Tal vez lo frío no resultara tan bien después de todo porque iba a agarrar un resfrío. -Gracias por traerme a casa.- le dije sin elevar la mirada. Saqué un billete de 10USD y se lo dejé en el desayunador. -Es lo del taxi, no me hagas sentir como los vagos con los que Chloe y tú acostumbran a salir, por favor.- la miré serio, pero no enojado y le acerqué sobre el desayunador el billete.
Si había algo que podía amar, era la mirada de Kath y el color de sus ojos, si señor, podía amarlos. Tragué saliva luego de ver sus ojos como si fueran la luna y caminé a mi recámara en busca de algo que ponerme más cómodo, ella no necesitaba invitación, después de todo nuestro departamento era como una segunda casa para ella. Me quité la chamarra y la tiré en una silla de mi habitación. Rebusqué con la mirada mi jersey para dormir pero no lo encontraba. Me quité la playera que aún llevaba puesta y seguí buscando mi jersey, pero no estaba en ningún lado, seguro que estaría en el baño. Salí de la habitación en dirección al baño a buscarlo. Veía puntitos negros, era por la maldita migraña. Me senté en el escusado, que tenía la tapa cerrada y cerré los ojos con fuerza, me los tallé y agaché la cabeza para tratar de que el dolor se disipara de nuevo.
Invitado- Invitado
Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Solté una leve risa cuando menciono que no estaba ebrio, si, quizás no lo estaba pero tenía toda la apariencia para aparentarlo. Negué mientras veía como sacaba las llaves y lo que menos espere fue que por un segundo quedara frente a mí, cerca, prácticamente dejando presa entre sus brazos y la puerta. Mordi mi labio inferior al notar mi respiración y la soledad que nos acompañaba, pero el milagroso, y a la vez voluntario click me despertó de mi ensimismamiento para saber que debía entrar a la casa.
Hice lo propio y deje mi bolso en el mueble, conocía esa casa tanto o casi como la mía, reuniones, ensayos, podria para de contar, así que me senté mientras me quitaba las sandalias, primer error, caminar con ellas a largas distancias, digamos que desde la casa de las chicas a subterraneo podria ser una distancia considerable y tomando en cuenta la persecución al taxi aun mas -Genial. Irónicamente vi mis pies marcados y solo rodé los ojos al saber que odiaba cuando eso ocurria. Voltee al ver a Matt quien volvía a estar en un evidente mal estado y negué al ver el dinero que coloco en la mesa, mas aun algo se removio dentro de mi cuando menciono lo de los chicos vagos con quien saliamos su hermana y yo, no, no me conocia para nada entonces y eso solo me hizo tomar un suspiro en busca de una calma un tanto absurda. Por la cantidad pagada no iba a morir de hambre y menos pasar por una crisis económica, sin embargo no dije nada y deje que subiera a su habitación, en su estado podria ponerse mas terco de lo que era normalmente y el pelear con el no se me daria ayudada mas que todo por el cansancio, ya hallaría la manera de colocarle el dinero de vuelta a sus cosas.
Abrí el bolso y no evite bufar, el desorden era evidente e incluso una de mis camisas cayó al suelo, parecía un saco grande de patatas y ni yo misma me había dado cuenta. Busque y busque hasta que pude verlo y...no era lo que esperaba -Maldición!.. La desventaja de las noches con las chicas es que, o salías golpeado, lleno de comida o posiblemente sin privacidades, personalmente me había tocado la segunda y el corto short no estaba muy decente que digamos ¨gracias Aly, que considerada¨. No me molestaría la ropa que llevaba, además ya era tarde y por la mañana tendría que irme antes de que mi adorada tía fuera a la casa. Ate mis cabellos y subí las escaleras, necesitaba el baño mínimo para usar la otra camisa, mi sorpresa fue encontrar a Matt y sobra decir que no muy bien, no me acerque por no querer molestarlo -Buscare alguna medicina o algo, deberías acostarte, solo venia a cambiarme. Aclare mientras abría algunos estantes alzándome de puntillas -Se que Chloe me dio algunos hace varias semanas pero no sé donde están. Mordí mis labios con frustración y me senté sobre el lavabo mientras cruzaba los brazos -¿Crees que necesites ir al doctor?, o buscare algo abajo, no lo sé. Negué y me incline frente a él volviendo a colocar mis manos en sus sien esta vez sin moverlas -No creo que esto ayude mucho, vamos, acuéstate y buscare algo para que puedas dormir o sentirte mejor, que no sea llamar Chloe y que venga junto a su preocupación.
Hice lo propio y deje mi bolso en el mueble, conocía esa casa tanto o casi como la mía, reuniones, ensayos, podria para de contar, así que me senté mientras me quitaba las sandalias, primer error, caminar con ellas a largas distancias, digamos que desde la casa de las chicas a subterraneo podria ser una distancia considerable y tomando en cuenta la persecución al taxi aun mas -Genial. Irónicamente vi mis pies marcados y solo rodé los ojos al saber que odiaba cuando eso ocurria. Voltee al ver a Matt quien volvía a estar en un evidente mal estado y negué al ver el dinero que coloco en la mesa, mas aun algo se removio dentro de mi cuando menciono lo de los chicos vagos con quien saliamos su hermana y yo, no, no me conocia para nada entonces y eso solo me hizo tomar un suspiro en busca de una calma un tanto absurda. Por la cantidad pagada no iba a morir de hambre y menos pasar por una crisis económica, sin embargo no dije nada y deje que subiera a su habitación, en su estado podria ponerse mas terco de lo que era normalmente y el pelear con el no se me daria ayudada mas que todo por el cansancio, ya hallaría la manera de colocarle el dinero de vuelta a sus cosas.
Abrí el bolso y no evite bufar, el desorden era evidente e incluso una de mis camisas cayó al suelo, parecía un saco grande de patatas y ni yo misma me había dado cuenta. Busque y busque hasta que pude verlo y...no era lo que esperaba -Maldición!.. La desventaja de las noches con las chicas es que, o salías golpeado, lleno de comida o posiblemente sin privacidades, personalmente me había tocado la segunda y el corto short no estaba muy decente que digamos ¨gracias Aly, que considerada¨. No me molestaría la ropa que llevaba, además ya era tarde y por la mañana tendría que irme antes de que mi adorada tía fuera a la casa. Ate mis cabellos y subí las escaleras, necesitaba el baño mínimo para usar la otra camisa, mi sorpresa fue encontrar a Matt y sobra decir que no muy bien, no me acerque por no querer molestarlo -Buscare alguna medicina o algo, deberías acostarte, solo venia a cambiarme. Aclare mientras abría algunos estantes alzándome de puntillas -Se que Chloe me dio algunos hace varias semanas pero no sé donde están. Mordí mis labios con frustración y me senté sobre el lavabo mientras cruzaba los brazos -¿Crees que necesites ir al doctor?, o buscare algo abajo, no lo sé. Negué y me incline frente a él volviendo a colocar mis manos en sus sien esta vez sin moverlas -No creo que esto ayude mucho, vamos, acuéstate y buscare algo para que puedas dormir o sentirte mejor, que no sea llamar Chloe y que venga junto a su preocupación.
Vittoria A. Lawrence- Admin - Normal
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Los putos dolores de cabeza cada vez eran más frecuentes, y tal vez si fueran dolores comunes podría soportarlos, pero eran migrañas horribles y tumbantes. Lo malo con ellas era que si no te tomabas el medicamente justo cuando comenzaba el dolor o el 'aura' -síntoma que acompaña a la migraña- el medicamento difícilmente sirve. De todos modos el neurólogo ya me había mandado medicamento controlado para los dolores, pero como era un verdadero terco, nunca cargaba con él, porque como no podía mezclarse con alcohol, y yo no era la persona más prudente del mundo... prefería el alcohol a las pastillas. Gracias a mi pagano Dios -benShorts- que esa noche, no había bebido alcohol, ni en toda la semana.
Mi visión periférica estaba completamente cortada, solamente veía escasos puntos frente a mí y mis sentidos estaban muy nebulosos. Kath entró al baño y se colocó en algún punto cercano pero no pude distinguir donde exactamente. -En mi recámara debe haber un frasco blanco, dice Supradol, traelo ¿si?- dije medio atinada mente, no sabía en donde carajo estarían las pastillas, recordaba que tal vez estarían en la mesa de noche, en alguno de los cajones. En esos momentos no me puse a pensar que en esos cajones, en donde estaba el medicamento, estaban unas fotografías con mi última novia, Emma, la que sabía no era santo de la devoción de Kath, precisamente por ese mismo detalle, y esas fotos eran de los dos en neustros tiempos de novios... agradecía que las fotos con Roxanne estuvieran guardadas en una caja bajo la cama.
Me levanté, sujetándome del cancel de la regadera y abrí el agua fría. La luz del baño estaba apagada. El agua comenzó a correr y entré, aún con zapatos y jeans a la regadera. Me apoyé sobre la pared y luego me dejé resbalar poco a poco al suelo dejando que el agua me empapara completamente. Mi cabello escurrió por mi rostro y el dolor se centralizó justo a un costado de mi cabeza. El agua sin duda estaba relajándome, o distrayéndome, porque estaba muy fría y ahora temblaba. Quería abrir el agua caliente ahora pero estaba muy lejos de mí la perilla.
Mi visión periférica estaba completamente cortada, solamente veía escasos puntos frente a mí y mis sentidos estaban muy nebulosos. Kath entró al baño y se colocó en algún punto cercano pero no pude distinguir donde exactamente. -En mi recámara debe haber un frasco blanco, dice Supradol, traelo ¿si?- dije medio atinada mente, no sabía en donde carajo estarían las pastillas, recordaba que tal vez estarían en la mesa de noche, en alguno de los cajones. En esos momentos no me puse a pensar que en esos cajones, en donde estaba el medicamento, estaban unas fotografías con mi última novia, Emma, la que sabía no era santo de la devoción de Kath, precisamente por ese mismo detalle, y esas fotos eran de los dos en neustros tiempos de novios... agradecía que las fotos con Roxanne estuvieran guardadas en una caja bajo la cama.
Me levanté, sujetándome del cancel de la regadera y abrí el agua fría. La luz del baño estaba apagada. El agua comenzó a correr y entré, aún con zapatos y jeans a la regadera. Me apoyé sobre la pared y luego me dejé resbalar poco a poco al suelo dejando que el agua me empapara completamente. Mi cabello escurrió por mi rostro y el dolor se centralizó justo a un costado de mi cabeza. El agua sin duda estaba relajándome, o distrayéndome, porque estaba muy fría y ahora temblaba. Quería abrir el agua caliente ahora pero estaba muy lejos de mí la perilla.
Invitado- Invitado
Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Enseguida mencionó donde estaría el medicamento salí a buscarlo dejando la camisa que llevaba en mis manos cerca del lavabo. Debo decir que a pesar de conocer bien ese departamento podría perderme en lo que a Matt se refiere, casi nunca entraba en su habitación, no era por algo malo, incluso meses antes podía quedarme sola junto a el haciendo cualquier tontería, pero luego de aquel beso supe que debía de ser precavida y que yo misma podría perder la coherencia estando tan cerca de el como antes hacia y ahora añoraba completamente. Podía decir que desde la fiesta no lo había visto y con el tiempo había olvidado todo, mi temperamento bipolar me había ayudado mucho y desde entonces intentaba deshacerme de su recuerdo, sin embargo era difícil, y más ahora que estábamos solos en su departamento, basta Kath, no pasará nada.
Seguí la dirección que me había dicho y rebusque entre los cajones a los lados de su cama, no fue de extrañarme encontrar objetos de su guitarra, ropa desde hace quien sabe cuanto, algunos preservativos (rodé los ojos, en mi opinon eran muchos) y algunas fotos, claro que encontre el medicamento pero, al tomarlo, no pude evitar ver las fotos, eran algunas de Emma, la ex novia de Matt, una chica hermosa a mi parecer, eran varias y pude ver unas pocas, sin embargo al oír las gotas de agua caer por la regadera me dirigí al baño dejando las fotos en su lugar y cerrando el cajón con dificultad. Camine sin hacer ruido hasta el baño, las luces estaban apagadas y no sentía ropa en el suelo, eso era una señal de que estaba vestido. Me reproche al pensar tales cosas y me acerque más, podía ver por el reflejo de la entrada del lugar, aquel que provenía de una pequeña lámpara. Buscaba algo e intentaba tocarlo con sus manos pero supuse que el dolor no lo dejaba, más bien intentaba cegarlo.
Sin hacer ruido introduje mi mano en la ducha y abrí la llave del agua caliente, solo un poco. Tome la mano de Matt sin querer asustarlo y la coloque en lo que buscaba -Aqui está. Susurre. Pequeñas góticas empezaban a humedecer mi camisa así que solo aparte mi mano -Buscare algo de agua para que tomes el medicamento, yo...espero que no te moleste si me cambio en tu cuarto. El vapor adhería la camisa a mi piel y fue cuando pensé que no era algo muy común estar así. No dije nada respecto a su ropa, no quería molestarlo y se supone que solo lo cuidaba, no sería como Chloe, no pretendía ser su madre -Avisame si necesitas algo. mis ojos recorrieron las líneas de su torso, era innevitable pero tuve que apartar la mirada si quería retirarme.
Seguí la dirección que me había dicho y rebusque entre los cajones a los lados de su cama, no fue de extrañarme encontrar objetos de su guitarra, ropa desde hace quien sabe cuanto, algunos preservativos (rodé los ojos, en mi opinon eran muchos) y algunas fotos, claro que encontre el medicamento pero, al tomarlo, no pude evitar ver las fotos, eran algunas de Emma, la ex novia de Matt, una chica hermosa a mi parecer, eran varias y pude ver unas pocas, sin embargo al oír las gotas de agua caer por la regadera me dirigí al baño dejando las fotos en su lugar y cerrando el cajón con dificultad. Camine sin hacer ruido hasta el baño, las luces estaban apagadas y no sentía ropa en el suelo, eso era una señal de que estaba vestido. Me reproche al pensar tales cosas y me acerque más, podía ver por el reflejo de la entrada del lugar, aquel que provenía de una pequeña lámpara. Buscaba algo e intentaba tocarlo con sus manos pero supuse que el dolor no lo dejaba, más bien intentaba cegarlo.
Sin hacer ruido introduje mi mano en la ducha y abrí la llave del agua caliente, solo un poco. Tome la mano de Matt sin querer asustarlo y la coloque en lo que buscaba -Aqui está. Susurre. Pequeñas góticas empezaban a humedecer mi camisa así que solo aparte mi mano -Buscare algo de agua para que tomes el medicamento, yo...espero que no te moleste si me cambio en tu cuarto. El vapor adhería la camisa a mi piel y fue cuando pensé que no era algo muy común estar así. No dije nada respecto a su ropa, no quería molestarlo y se supone que solo lo cuidaba, no sería como Chloe, no pretendía ser su madre -Avisame si necesitas algo. mis ojos recorrieron las líneas de su torso, era innevitable pero tuve que apartar la mirada si quería retirarme.
Vittoria A. Lawrence- Admin - Normal
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
El agua fría me estaba haciendo temblar y eso distraìa mi dolor momentáneamente, me sentía un poco mejor que antes pero tenía muchas nauseas, me sentía peor que con cualquier resaca de la vida. Por lo menos las resacas te daban por haberte ido de parranda antes, las migrañas eran unas perras desconsideradas que daban solo porque sí y jodían, no discriminaban, jodían parejo sin importar el momento ni las circunstancias.
De pronto el agua se tornó ligeramente tibia y luego un poco caliente. Solté un suspiro de alivio porque dejé de temblar aunque seguía teniendo esas ganas asquerosas de vomitar y el dolor en un costado de la cabeza que abarcaba mi ojo. Seguí con los ojos cerrados y me recosté de costado con la cabeza en dirección a Kath por donde había entrado a la regadera y apoyé mi cabeza en el suelo.
Recibí las pastillas y me metí una en la boca tragándomela así sin agua, negué con la mano para que no fuera por agua indicándole que ya me la había tragado, no era la primera vez que me tomaba una pastilla sin agua... tenía práctica en ello. -Cambiate donde quieras.- le dije con un hilo de voz cuando me preguntó si podía cambiarse en mi habitación y la sujeté por la pierna instintivamente. Los zapatos me estorbaban más que el pantalón y esperaba que no se arruinaran por el agua.
Apreté un poco mi mano contra su tobillo y apoyé mi cabeza sobre mi brazo estirado en su dirección. La oscuridad de la habitación me relajaba, pero si fuera una completa penumbra sería mejor, porque aún se filtraba luz de la parte de afuera.
De pronto el agua se tornó ligeramente tibia y luego un poco caliente. Solté un suspiro de alivio porque dejé de temblar aunque seguía teniendo esas ganas asquerosas de vomitar y el dolor en un costado de la cabeza que abarcaba mi ojo. Seguí con los ojos cerrados y me recosté de costado con la cabeza en dirección a Kath por donde había entrado a la regadera y apoyé mi cabeza en el suelo.
Recibí las pastillas y me metí una en la boca tragándomela así sin agua, negué con la mano para que no fuera por agua indicándole que ya me la había tragado, no era la primera vez que me tomaba una pastilla sin agua... tenía práctica en ello. -Cambiate donde quieras.- le dije con un hilo de voz cuando me preguntó si podía cambiarse en mi habitación y la sujeté por la pierna instintivamente. Los zapatos me estorbaban más que el pantalón y esperaba que no se arruinaran por el agua.
Apreté un poco mi mano contra su tobillo y apoyé mi cabeza sobre mi brazo estirado en su dirección. La oscuridad de la habitación me relajaba, pero si fuera una completa penumbra sería mejor, porque aún se filtraba luz de la parte de afuera.
Invitado- Invitado
Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Lo admito, mis conocimientos de enfermería o cualquier semejante era prácticamente nulo, a duras penas sabía de la existencia del Tylenol en casos de emergencia puesto que tampoco me agradaba aquello de tomar pastillas, ahora entiendo el porque tome la música, menos compleja y a la vez llena de pasiones.
Se tomo la pastilla rápido y me permitió cambiarme donde quisiera, no pensaba dejarlo ahí y menos de esa forma, se veía peor que con resaca y vaya que lo había visto en esos estados. Tomo mi pierna llenandola de agua al instante, sentí un pequeño escalosfrio pero no dije más, solo...ver. El arrugar de sus ojos fue suficiente para demostrarme que la poca luz le molestaba, basta de actuar con precaucion, era mi amigo y no estaba bien, era Matt Daniels -Espera. Me aparte un poco y corrí a la habitación donde apague la mínima luz existente, dejando todo sumido en la oscuridad, me sente en la cama solo para quitarme las sandalias y volver sin ellas segura de lo que hacia.
Hablar o cualquier semejante implicaba molestarlo para mi, así que me quede callada y entre a la ducha inclinandome frente a el. Mi ropa se mojaba lentamente y las gotas a la distancia ayudaban a adherir la camisa a mi piel y que mis cabellos se humedecieran. Me incline frente a el y con cuidado comencé a quitarle los zapatos, los deje fuera junto a las calcetas, me acerque un poco para tocar su frente y saber que fiebre no tenia, el agua nos mojaba más a ambos y a pesar de ello no prestaba atención a las prendas húmedas y a la visibilidad de mi cuerpo lleno de agua -Ire a buscar una toalla y ropa, si?, o necesitas algo?. Descendi mi voz varias octavas, no quería apartarme sabiendo que me necesitaba, solo me sumia en su mejoría, no en pensar si estaba frente a mi el Mathew amigo o el Mathew hombre.
Se tomo la pastilla rápido y me permitió cambiarme donde quisiera, no pensaba dejarlo ahí y menos de esa forma, se veía peor que con resaca y vaya que lo había visto en esos estados. Tomo mi pierna llenandola de agua al instante, sentí un pequeño escalosfrio pero no dije más, solo...ver. El arrugar de sus ojos fue suficiente para demostrarme que la poca luz le molestaba, basta de actuar con precaucion, era mi amigo y no estaba bien, era Matt Daniels -Espera. Me aparte un poco y corrí a la habitación donde apague la mínima luz existente, dejando todo sumido en la oscuridad, me sente en la cama solo para quitarme las sandalias y volver sin ellas segura de lo que hacia.
Hablar o cualquier semejante implicaba molestarlo para mi, así que me quede callada y entre a la ducha inclinandome frente a el. Mi ropa se mojaba lentamente y las gotas a la distancia ayudaban a adherir la camisa a mi piel y que mis cabellos se humedecieran. Me incline frente a el y con cuidado comencé a quitarle los zapatos, los deje fuera junto a las calcetas, me acerque un poco para tocar su frente y saber que fiebre no tenia, el agua nos mojaba más a ambos y a pesar de ello no prestaba atención a las prendas húmedas y a la visibilidad de mi cuerpo lleno de agua -Ire a buscar una toalla y ropa, si?, o necesitas algo?. Descendi mi voz varias octavas, no quería apartarme sabiendo que me necesitaba, solo me sumia en su mejoría, no en pensar si estaba frente a mi el Mathew amigo o el Mathew hombre.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Mi mano aferraba la pierna de Kath, porque apesar de haberle dicho que se fuera a cambiar donde ella quisiera, no quería que se alejara, no quería quedarme solo con ese dolor de cabeza que me hacia desear que me la cortara para dejar de sentir.
Entonces sentí un jaloncito y ella se fué. Apagó la luz del exterior y mi gesto se relajó completamente. Me incorporé del suelo y me senté con las piernas ligeramente encogidas hacia mi. En cuestión de pocos segundos escuché pasos calmados regresar a mí. Kath entró a la regadera y se inclinó quitándome el calzado y se lo agradecí porque sentía que me estaba asfixiando. Me sentía como una pesada carga para ella. Sabía como era su tía y hasta ese momento no me puse a pensar en que le diría o si la regañaría por no llegar a su casa, pero estar con ella era algo muy por encima de lo que pudiera desear en esos momentos, esperaba que no la riñeran tanto.
La tomé por la muñeca y la jalé hacia mí para que se sentada a mi lado, entre la pared y yo, dejándola acorralada en la esquina de la regadera en donde el agua pegaba no tan directamente pero si alcanzaba a mojarla completamente. -No, no, abrázame. le contesté a su planeación de dejarme solo de nuevo. Debía de reconocer que esa oscuridad era celestial, me quitó un poco la molestia y ahora solo sentía el malestar por la mitad de la cabeza, punzante.
La mano que aún sujetaba de ella, la pasé por detrás de mi espalda y me recosté sobre ella de costado sintiendo su cabello mojado y la tela que la protegia, completamente húmeda y pegada a su cuerpo. Acomodé mi rostro a la altura de su clavícula y casi la obligo a que me abrazara. -Tu tía va a matarte, cierto?- pregunté preocupado y muy cómodo en aquella posición.
Entonces sentí un jaloncito y ella se fué. Apagó la luz del exterior y mi gesto se relajó completamente. Me incorporé del suelo y me senté con las piernas ligeramente encogidas hacia mi. En cuestión de pocos segundos escuché pasos calmados regresar a mí. Kath entró a la regadera y se inclinó quitándome el calzado y se lo agradecí porque sentía que me estaba asfixiando. Me sentía como una pesada carga para ella. Sabía como era su tía y hasta ese momento no me puse a pensar en que le diría o si la regañaría por no llegar a su casa, pero estar con ella era algo muy por encima de lo que pudiera desear en esos momentos, esperaba que no la riñeran tanto.
La tomé por la muñeca y la jalé hacia mí para que se sentada a mi lado, entre la pared y yo, dejándola acorralada en la esquina de la regadera en donde el agua pegaba no tan directamente pero si alcanzaba a mojarla completamente. -No, no, abrázame. le contesté a su planeación de dejarme solo de nuevo. Debía de reconocer que esa oscuridad era celestial, me quitó un poco la molestia y ahora solo sentía el malestar por la mitad de la cabeza, punzante.
La mano que aún sujetaba de ella, la pasé por detrás de mi espalda y me recosté sobre ella de costado sintiendo su cabello mojado y la tela que la protegia, completamente húmeda y pegada a su cuerpo. Acomodé mi rostro a la altura de su clavícula y casi la obligo a que me abrazara. -Tu tía va a matarte, cierto?- pregunté preocupado y muy cómodo en aquella posición.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Por un momento pensé en el absurdo tema de la ropa y más aún el de buscar una toalla para ambos, un resfriado o cualquier parecido podría poner a Matt incluso peor de lo que estaba y eso no seria nada bueno, por lo menos estando ambos solos y sin ningun contacto al exterior. Se acomodo en el suelo y en un rápido movimiento me halo hacia el, el agua término de mojarme por completo con rapidez pero no era solo esta la intención del chico que hizo luego que me sentara a su lado, a una esquina de la ducha, entre el y la pared. Solo sentía las gotas caer sobre mi cabeza y perderse en la caída de la camisa, donde seguía la línea sucesorial de mis pechos, agradecí que estuviera tibia y que no habia riesgos de que pudiera crear un resfriado ¿que hacía pensando en eso? ¿nervios, calidez, pensamientos incoherentes...?.
Matt se apoyo sobre mi y rodeo con mi brazo tras su cabeza apoyandose cerca de mi evidente clavícula aislandome de cualquier tontería que pasaba por mi mente. No supe exactamente si las punzadas de su cabeza le pirmitian distinguir la respiracion acompasada como vaivén de mi pecho y los latidos de mi corazón. Mi mano poco a poco recorría sus cabellos humedos y parte de su cuello donde resbalaban las gotas cristalinas. Auel instante era más de lo que esperaba, hacia que me olvidará de todo, incluso del absurdo tema de la ropa que llevaba. Estaba aislada de todo, del mundo, incluso del departamento y algo mas que no fuera ese rincón, solo concentrandome en el y en las caricias que le daba, tanto, que solo me di cuenta de sus palabras casi al finalizar -No te preocupes, ella no sabrá nada, olvidemonos mejor de ella, si?. Pedi viendolo mientras deslizaba las yemas de mis dedos por su cuello, ya pensaria en alguna escusa para mi tía, de todas formas estaba acostumbrada a ello -Solo me importa saber que tu estas bien. Susurre, pues la cercanía me lo permitía.
Apoye mi cabeza sobre la suya y flexione mis piernas mojadas como el, sin decir mas, como si de alguna manera esperara alargar ese momento.
Matt se apoyo sobre mi y rodeo con mi brazo tras su cabeza apoyandose cerca de mi evidente clavícula aislandome de cualquier tontería que pasaba por mi mente. No supe exactamente si las punzadas de su cabeza le pirmitian distinguir la respiracion acompasada como vaivén de mi pecho y los latidos de mi corazón. Mi mano poco a poco recorría sus cabellos humedos y parte de su cuello donde resbalaban las gotas cristalinas. Auel instante era más de lo que esperaba, hacia que me olvidará de todo, incluso del absurdo tema de la ropa que llevaba. Estaba aislada de todo, del mundo, incluso del departamento y algo mas que no fuera ese rincón, solo concentrandome en el y en las caricias que le daba, tanto, que solo me di cuenta de sus palabras casi al finalizar -No te preocupes, ella no sabrá nada, olvidemonos mejor de ella, si?. Pedi viendolo mientras deslizaba las yemas de mis dedos por su cuello, ya pensaria en alguna escusa para mi tía, de todas formas estaba acostumbrada a ello -Solo me importa saber que tu estas bien. Susurre, pues la cercanía me lo permitía.
Apoye mi cabeza sobre la suya y flexione mis piernas mojadas como el, sin decir mas, como si de alguna manera esperara alargar ese momento.
Vittoria A. Lawrence- Admin - Normal
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
El vaivén de su pecho en su rítmica respiración eran arrulladores y tranquilizadores en aquella posición. Las suaves caricias que me daba en el cuello y el pelo me hicieron relajarme, junto con el agua caliente el suave movimiento de su respiración, la completa osucridad, me hizo sentir mucho mejor. La cabeza me seguía doliendo, pero no era la misma intensidad. Gracias- le contesté con sinceridad ante sus palabras.
Pasé un brazo al rededor de su cintura, en el espacio que quedaba entre ella y la pared, afirmándome más a su cuerpo, sintiendo esa necesidad de sentirme protegido y cuidado. Muy pocas eran las veces que me sentía así de vulnerable, y cuando me sucedía era con mi hermana o con Monty, no solía dar muestras de debilidad con nadie y mucho menos de necesitar a alguien, pero desde la fiesta de Devon y lo que pasó con Kath, sentía una conexión en un nivel diferente al de antes. Sentía que ella podía complementarme por completo, y la verdad era que me asustaba, pero no quería que se alejara, aunaue tampoco quería dar otro paso, y como ella lo dijo, esperaríamos a ver que sucedía, y lo que tenía que suceder, sucedería siempre y cuando yo tomara el lugar de alguien sensato y dejara de juegos.
Acomodé mi rostro un poco mejor sobre su clavícula con movimientos de mi mejilla y retiré la blusa de esa zona dejando mi piel en contacto con la suya. -Porqué me quieres si soy tan malo?- pregunté sincero y sin mucha lucidez a decir verdad, ahora el dolor estaba pasando, me estaba dejando ligeramente atontado y con muchísimo sueño.
Pasé un brazo al rededor de su cintura, en el espacio que quedaba entre ella y la pared, afirmándome más a su cuerpo, sintiendo esa necesidad de sentirme protegido y cuidado. Muy pocas eran las veces que me sentía así de vulnerable, y cuando me sucedía era con mi hermana o con Monty, no solía dar muestras de debilidad con nadie y mucho menos de necesitar a alguien, pero desde la fiesta de Devon y lo que pasó con Kath, sentía una conexión en un nivel diferente al de antes. Sentía que ella podía complementarme por completo, y la verdad era que me asustaba, pero no quería que se alejara, aunaue tampoco quería dar otro paso, y como ella lo dijo, esperaríamos a ver que sucedía, y lo que tenía que suceder, sucedería siempre y cuando yo tomara el lugar de alguien sensato y dejara de juegos.
Acomodé mi rostro un poco mejor sobre su clavícula con movimientos de mi mejilla y retiré la blusa de esa zona dejando mi piel en contacto con la suya. -Porqué me quieres si soy tan malo?- pregunté sincero y sin mucha lucidez a decir verdad, ahora el dolor estaba pasando, me estaba dejando ligeramente atontado y con muchísimo sueño.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
El agua tibia cumplia su trabajo y recorria mi cuerpo con esmero, brindandome sensaciones que, de momento, logre reconocer. Mi tacto se volvió cálido puesto que las cristalinas góticas recorrieron cada fracción de mi piel que se les fue posible, adormeciendo mis músculos y sumiendomeen un estado de cansancio, similar a aquellos donde mi cuerpo me pasaba factura por las noches de excesos, llegadas tardías y quien sabe si un reposo adecuado. Me sentía vulnerable y desnuda a la vez, aún poseyendo la ropa ahderida me sentía frágil y dependiente de el, pero ante esa situación, ante su sola presencia en una habitación oscura no me importo en lo absoluto
Su brazo reafirmó el contacto y la cercanía entre nosotros, podía sentir sus dedos en mi silueta húmeda y mis manos que ahora repasaban sus hombros. Era....increible, nada de presiones, todo era sin planificar y cada movimiento era natural, como decir "hola" o "adiós". Su mentón se apoyo de mi clavícula con más firmeza lo que hizo que la suave tela de la camisa se deslizara de está atea dandole más acceso, lo que no me percate fue que, como si no fuera suficiente, esta prenda se había deslizado más, dejando entrever el contorno carnoso y redondeado de ia pechos, cubiertos por un tenue brassier rojo. Tan sumida estaba en mis caricias que luego fue que pude entender su prengunta, y si, cuantas veces yo misma no me lo había preguntado.
Matt no era malo, estaba segura, solo que la mayoría de las veces su orgullo era mayor y se negaba a quedar mal o a emitir cometario alguno que hiciera mostrar su personalidad, o algo desconocido a su vez para los demás. Tome un suspiro, mi pecho se acoplo a el como desde hacia un momento llevaba haciendo, era como sentir algo único, ambos y solos. Desde un principio supe que desde la fiesta todo sería diferente, y esa diferencia me agradaba. -No eres malo, solo reservas mucho de ti mismo y eso no es malo. Sin embargo seguia sin responder a su pregunta y que, a pesar del sueño, eso le enojaba -Porque te quiero como eres, como te conocí y no pido que cambies por mi.
Su brazo reafirmó el contacto y la cercanía entre nosotros, podía sentir sus dedos en mi silueta húmeda y mis manos que ahora repasaban sus hombros. Era....increible, nada de presiones, todo era sin planificar y cada movimiento era natural, como decir "hola" o "adiós". Su mentón se apoyo de mi clavícula con más firmeza lo que hizo que la suave tela de la camisa se deslizara de está atea dandole más acceso, lo que no me percate fue que, como si no fuera suficiente, esta prenda se había deslizado más, dejando entrever el contorno carnoso y redondeado de ia pechos, cubiertos por un tenue brassier rojo. Tan sumida estaba en mis caricias que luego fue que pude entender su prengunta, y si, cuantas veces yo misma no me lo había preguntado.
Matt no era malo, estaba segura, solo que la mayoría de las veces su orgullo era mayor y se negaba a quedar mal o a emitir cometario alguno que hiciera mostrar su personalidad, o algo desconocido a su vez para los demás. Tome un suspiro, mi pecho se acoplo a el como desde hacia un momento llevaba haciendo, era como sentir algo único, ambos y solos. Desde un principio supe que desde la fiesta todo sería diferente, y esa diferencia me agradaba. -No eres malo, solo reservas mucho de ti mismo y eso no es malo. Sin embargo seguia sin responder a su pregunta y que, a pesar del sueño, eso le enojaba -Porque te quiero como eres, como te conocí y no pido que cambies por mi.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Me fuì acomodando un poco más sobre ella, pero con la preocupación de no lastimarla o aplastarla tanto que no la dejara respirar. En verdad que el conjunto de todo me estaba mejorando. La pastilla, el agua caliente, el vapor, la oscuridad... pero sobre todo... ella.
Sus caricias fueron bajando naturalmente por mis hombros y ahora si podìa decirlo, ahora si podìa aceptarlo para mì mismo. Estaba completamente perdido en ella, no era la migraña, ni el cansancio, ni el sueño, ni nada, era ella, estaba perdido, sumido en sus caricias. No era necesario seguirme mintiendo, la quería, y la quería más de lo que estaba dispuesto a aceptar. Pero ella era demasiado frágil, demasiado delicada para mi tosquedad y mi ritmo de vida acelerado. Ese era el detalle que nos separaba, era lo que sencillamente hacía que no fueramos completamente compatibles, pero que al mismo tiempo lo hacía perfecto, porque no eramos iguales, en cierta manera sus cuidados y sus caricias complementaban a mi falta de tacto y despreocupación.
El alivio que sentìa en la cabeza era magnìfico acompañado de las nuevas sensaciones, era algo indescriptible, no sabía si era parte de la ensoñación que hacía que la viera tan maravillosa, pero no quería que se apartara.
Giré ligeramente el rostro haciendo que mis labios rozaran su piel. Ambos brazos la rodeaban en un abrazo que repentinamente se convirtió en algo deseoso al mismo tiempo que mis labios le depositaban cortos besos en el cuello, besos húmedos a causa de las gotas de agua que hacían su trabajo dejándonos completamente mojados, escurriendo como si acabáramos de salir de una picina. -Te quiero Kath- susurré entre los ligeros besos que le daba mientras subía una de mis manos hasta el otro extremo de su cuello y pegaba su piel a mí más, si eso era físicamente posible.
Sus caricias fueron bajando naturalmente por mis hombros y ahora si podìa decirlo, ahora si podìa aceptarlo para mì mismo. Estaba completamente perdido en ella, no era la migraña, ni el cansancio, ni el sueño, ni nada, era ella, estaba perdido, sumido en sus caricias. No era necesario seguirme mintiendo, la quería, y la quería más de lo que estaba dispuesto a aceptar. Pero ella era demasiado frágil, demasiado delicada para mi tosquedad y mi ritmo de vida acelerado. Ese era el detalle que nos separaba, era lo que sencillamente hacía que no fueramos completamente compatibles, pero que al mismo tiempo lo hacía perfecto, porque no eramos iguales, en cierta manera sus cuidados y sus caricias complementaban a mi falta de tacto y despreocupación.
El alivio que sentìa en la cabeza era magnìfico acompañado de las nuevas sensaciones, era algo indescriptible, no sabía si era parte de la ensoñación que hacía que la viera tan maravillosa, pero no quería que se apartara.
Giré ligeramente el rostro haciendo que mis labios rozaran su piel. Ambos brazos la rodeaban en un abrazo que repentinamente se convirtió en algo deseoso al mismo tiempo que mis labios le depositaban cortos besos en el cuello, besos húmedos a causa de las gotas de agua que hacían su trabajo dejándonos completamente mojados, escurriendo como si acabáramos de salir de una picina. -Te quiero Kath- susurré entre los ligeros besos que le daba mientras subía una de mis manos hasta el otro extremo de su cuello y pegaba su piel a mí más, si eso era físicamente posible.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Poco a poco me di cuenta de cómo se colocaba lentamente sobre mí, no lo suficiente para aplastarme y dejar caer todo su peso contra mi persona, pero si como para mantener una corta distancia claramente, claro está, si esa palabra se agregaba al momento puesto que mi cuerpo ahora se hallaba a su completa merced, como si sus brazos rodeándome no fueran lo suficiente para reafirmarlo. No podía negarlo y por mas inocencia que aun pudiera mantener sabia de que se trataba, sabía que mi cuerpo lo deseaba, que moría por un contacto suyo y por ello las repetidas ocasiones en las que mi piel se erizaba y me delataba al instante frente a él; mi mente no dejaba de pensarlo, quería borrarlo y me catalogaba como masoquista al no lograrlo por merito propio, al estar sola era diferente, me sentía valiente, capaz de todo, pero cuando me miraba de esa forma, cuando estábamos cerca y más aun cuando estábamos solos me sentía desfallecida, me sentía frágil pero sin embargo me sentía completa, como si no me faltara absolutamente nada, como si todo fuera él y lo demás desapareciera; los miedos, las dudas, todo.
Sentí como giro su rostro y no supe que esperar, o quizás si pero jamás pensé encontrarme en esa situación; un sueño adolescente o una fantasía femenina, como quieran verlo. Mis ojos se cerraron al compas de que sus labios buscaran crear contacto con mi cuello, eso me estremeció, no puedo, ni quiero negarlo. Mi cuello era el punto físico más débil de mi y ahora él lo había descubierto. Mis labios se entreabrieron dejando salir un suspiro cálido donde las gotas resbalaban por mis mejillas humedeciendo mis curvaturas a su vez. Sus besos me hacían sentir calidez, una nunca antes sentida, una que hizo que mi cuello se ladera mínimamente, como si mi cuerpo, preso del deseo, pidiera mas juntándose con mi mente que cedía a dejar a un lado la razón y dar paso a ambos, solo a Mathew y yo.
Su mano busco un lateral de mi cuello, aquel que estaba libre, hizo un ajuste de la cercanía en donde mi cuerpo ya estaba completamente dependiente de él. Sentía su torso fuerte y formado pegado a mí, a mis pechos solo cubiertos por la camisa húmeda y traslucida y el oscuro sujetador, mis piernas desnudas y húmedas que palpaban el jean pesado y mojado de igual forma que el mantenía, donde solo yo podría lucir un corto short en las mismas condiciones . No sentía vergüenza, no sentía pena al estar así, no temía que él me viera en ese estado, que viera mi piel, que sintiera mi tez, no, no me arrepentía de ello puesto que frente a Mathew sentía que podía hacerlo, que estaba segura de quererlo, que no era una obsesión, que lo quería y que los temores eran los que me hacían dudarlo y llenar mi mente de una compleja confusión. Fue entonces cuando me aislé, cuando mis pensamientos recapacitaron al escuchar las palabras más hermosas que pude pensar, que quedaron grabadas sin desencadenar algo más que no fuese perfección, me dijo que me quería. Quizás pensaba saberlo o lo omitía en su totalidad pero aquello se acogió en mi ser, tanto que de alguna manera me costó volver a ese lugar, donde mi mano, se deslizaba desde sus hombros por sus costados, hundiendo levemente mis dedos para sentirlo más, para saber aunque sea por un instante cada línea de él hasta llegar a parte de su formada espalda. -Yo también te quiero Matt. Podría decir que era la única vez que desee parar el tiempo.
Sentí como giro su rostro y no supe que esperar, o quizás si pero jamás pensé encontrarme en esa situación; un sueño adolescente o una fantasía femenina, como quieran verlo. Mis ojos se cerraron al compas de que sus labios buscaran crear contacto con mi cuello, eso me estremeció, no puedo, ni quiero negarlo. Mi cuello era el punto físico más débil de mi y ahora él lo había descubierto. Mis labios se entreabrieron dejando salir un suspiro cálido donde las gotas resbalaban por mis mejillas humedeciendo mis curvaturas a su vez. Sus besos me hacían sentir calidez, una nunca antes sentida, una que hizo que mi cuello se ladera mínimamente, como si mi cuerpo, preso del deseo, pidiera mas juntándose con mi mente que cedía a dejar a un lado la razón y dar paso a ambos, solo a Mathew y yo.
Su mano busco un lateral de mi cuello, aquel que estaba libre, hizo un ajuste de la cercanía en donde mi cuerpo ya estaba completamente dependiente de él. Sentía su torso fuerte y formado pegado a mí, a mis pechos solo cubiertos por la camisa húmeda y traslucida y el oscuro sujetador, mis piernas desnudas y húmedas que palpaban el jean pesado y mojado de igual forma que el mantenía, donde solo yo podría lucir un corto short en las mismas condiciones . No sentía vergüenza, no sentía pena al estar así, no temía que él me viera en ese estado, que viera mi piel, que sintiera mi tez, no, no me arrepentía de ello puesto que frente a Mathew sentía que podía hacerlo, que estaba segura de quererlo, que no era una obsesión, que lo quería y que los temores eran los que me hacían dudarlo y llenar mi mente de una compleja confusión. Fue entonces cuando me aislé, cuando mis pensamientos recapacitaron al escuchar las palabras más hermosas que pude pensar, que quedaron grabadas sin desencadenar algo más que no fuese perfección, me dijo que me quería. Quizás pensaba saberlo o lo omitía en su totalidad pero aquello se acogió en mi ser, tanto que de alguna manera me costó volver a ese lugar, donde mi mano, se deslizaba desde sus hombros por sus costados, hundiendo levemente mis dedos para sentirlo más, para saber aunque sea por un instante cada línea de él hasta llegar a parte de su formada espalda. -Yo también te quiero Matt. Podría decir que era la única vez que desee parar el tiempo.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Las caricias que me daba en la espalda me decían que ella también estaba muy cómoda con aquella situación, me sentía muy bien ahí, bajo el agua cálida de la regadera, entre sus brazos, con sus caricias en mi espalda y con su cuerpo a mi merced, pero al mismo tiempo el mío a su disposición.
Si podía decir que justo en ese momento la migraña se había convertido solo en un ligero dolor de cabeza que estaba completamente seguro de que iba a desaparecer en unos cuantos minutitos más.
Las manos de Kath jugando muy cómodamente en mis hombros y mi espalda, me gustaban mucho sus caricias. Su tibia voz respondiendo mi afirmación, no quería reconocerlo pero me hizo estremecer al escucharla decir mi nombre acompañado de esas palabras. La mano con la que afirmaba su cuello a mí bajó lentamente por su clavícula y se ladeo por su costado hasta llegar a su cadera nuevamente, disfrutando de cada centímetro que recorría con cuidado. Mientras mis labios fueron subiendo hacia su mejilla con una ternura que hasta me sorprendia. -Gracias por estar conmigo.- susurré con un tono de voz algo grave y profundo, cerca de su oído mientras rozaba su piel con mi nariz, muy ligeramente, con los ojos cerrados y terminé abrazándola con fuerza.
Si podía decir que justo en ese momento la migraña se había convertido solo en un ligero dolor de cabeza que estaba completamente seguro de que iba a desaparecer en unos cuantos minutitos más.
Las manos de Kath jugando muy cómodamente en mis hombros y mi espalda, me gustaban mucho sus caricias. Su tibia voz respondiendo mi afirmación, no quería reconocerlo pero me hizo estremecer al escucharla decir mi nombre acompañado de esas palabras. La mano con la que afirmaba su cuello a mí bajó lentamente por su clavícula y se ladeo por su costado hasta llegar a su cadera nuevamente, disfrutando de cada centímetro que recorría con cuidado. Mientras mis labios fueron subiendo hacia su mejilla con una ternura que hasta me sorprendia. -Gracias por estar conmigo.- susurré con un tono de voz algo grave y profundo, cerca de su oído mientras rozaba su piel con mi nariz, muy ligeramente, con los ojos cerrados y terminé abrazándola con fuerza.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
¿Podía pedir más? quizás si, quizás no, quizás ansiara que se separara, que se alejara de mi para que no doliera mas separarme de él y sumirme en las confusiones acostumbradas, quizás deseara estar así, ser masoquista por una vez en mi vida y sentirlo de esa forma, tan cerca y tan para mí, como si su piel no me reafirmara mis pensamientos y tuviera que deslizar mis dedos por cada por de su piel para estar segura de todo, de que no era una ilusión, una fantasía o uno más de mis sueños, no, era más que eso, éramos nosotros dos, solos, las luces apagadas y las gotas de agua colándose por cada parte de nosotros, la ropa estorbando a cada instante pero aun así adherida a nuestra piel haciendo la cercanía mas intensa. Tenía tantas sensaciones dentro de mí que estoy segura de que sería confuso explicarlas todas sin parar un momento y darle el sentido que verdaderamente se merecía.
Mi piel se erizo completamente cuando su mano toco mi clavícula, era uno de mis puntos débiles y mi cuerpo no dudaba de reaccionar delatando mi inocencia a flor de piel, una que por más que quisiera perduraba dentro de mi renaciendo como una mujer, una que se hallaba frente a él, solo eso, solo Kathleen. Recorrió mis costados y mi cuerpo se arqueo mínimamente, solo buscando mas cercanía hasta que tomo mi cintura, rodeando mis caderas descubiertas por la camisa. Mis ojos se entrecerraron cuando sus labios recorrieron mis mejillas con suavidad, una que me sorprendió pero que a le vez no quería que se detuviese, mis labios se entreabrieron en busca de palabras pero solo logre que las gotas los humedecieran y que el lograra callarme con sus palabras. Mis manos se deslizaban por su espalda, hundiendo las yemas de mis dedos, confirmando que era él, que era Matt, momentáneamente volví a tocar sus cabellos rebeldes y húmedos, definitivamente no había comparación, no había mas, el me estaba dando todo aunque sea con ese simple instante.
-No, gracias a ti por estar conmigo, gracias Matt, quisiera estar así, contigo. Una vez mas hizo voz de lo que mi mente deseaba, aun con mi piel estremecida y cálida por su susurro grave, sensual y dulce a la vez. Una de mis manos retrocedió por su hombros hasta tocar su mejilla, la opuesta a la mía, di un beso en su mejilla, cerca de su oído, mis labios llenos de las cristalinas gotas pudieron palpar su piel suave y cálida por el agua tibia y la misma fiebre que quizás antes tuvo -...como quisiera seguir así. Susurre deslizando mis labios por aquella extensión -Pero quizás, tan solo quizás, tu deberías descansar, aunque...por primera vez en mi vida quisiera mandar todo lo típico al infierno y dejar de preocuparme tanto, dejar de preocuparme cuando se que estas bien y que yo lo estoy, así. "probablemente dependiente de ti."
Mi piel se erizo completamente cuando su mano toco mi clavícula, era uno de mis puntos débiles y mi cuerpo no dudaba de reaccionar delatando mi inocencia a flor de piel, una que por más que quisiera perduraba dentro de mi renaciendo como una mujer, una que se hallaba frente a él, solo eso, solo Kathleen. Recorrió mis costados y mi cuerpo se arqueo mínimamente, solo buscando mas cercanía hasta que tomo mi cintura, rodeando mis caderas descubiertas por la camisa. Mis ojos se entrecerraron cuando sus labios recorrieron mis mejillas con suavidad, una que me sorprendió pero que a le vez no quería que se detuviese, mis labios se entreabrieron en busca de palabras pero solo logre que las gotas los humedecieran y que el lograra callarme con sus palabras. Mis manos se deslizaban por su espalda, hundiendo las yemas de mis dedos, confirmando que era él, que era Matt, momentáneamente volví a tocar sus cabellos rebeldes y húmedos, definitivamente no había comparación, no había mas, el me estaba dando todo aunque sea con ese simple instante.
-No, gracias a ti por estar conmigo, gracias Matt, quisiera estar así, contigo. Una vez mas hizo voz de lo que mi mente deseaba, aun con mi piel estremecida y cálida por su susurro grave, sensual y dulce a la vez. Una de mis manos retrocedió por su hombros hasta tocar su mejilla, la opuesta a la mía, di un beso en su mejilla, cerca de su oído, mis labios llenos de las cristalinas gotas pudieron palpar su piel suave y cálida por el agua tibia y la misma fiebre que quizás antes tuvo -...como quisiera seguir así. Susurre deslizando mis labios por aquella extensión -Pero quizás, tan solo quizás, tu deberías descansar, aunque...por primera vez en mi vida quisiera mandar todo lo típico al infierno y dejar de preocuparme tanto, dejar de preocuparme cuando se que estas bien y que yo lo estoy, así. "probablemente dependiente de ti."
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Mi respiración se estaba intensificando, podía sentir como mi abdomen se ensanchaba y se contraía entre cada inhalación. Era una sensación completamente cálida y me hacía sentir que no me quería alejar de sus brazos nunca en mi vida. Era algo que sabía que podía comenzar a encantarme y que aunque me lo hubiera estado tratando de negar por tanto tiempo, me gustaba y deseaba estar así con ella desde hacía mucho mucho.
Me gustaba mucho como ella disfrutaba acariciando mi espalda y como su mano subía y bajaba por mi piel dibujándola, como si quisiera asegurarse de que el que estaba ahí con ella, era yo. -Te juro que soy yo.- le susurré sin dejar una nota de ligera broma mientras que mi mano se soltaba del fuerte abrazo en la que la tenía atrapada y acariciaba su abdomen lentamente con mucas ganas de que mi tacto subiera hacia la linea media de sus pechos.
-Deja de pensar en lo que debería de ser, mejor disfruta lo que es, esto bien, mucho mejor que en mucho tiempo, y eso es porque te tengo aquí, no quiero que esto se termine...- solté un suspiro deseoso y ansioso de que no se terminara. Abrí los ojos tratando de verla, pero la oscuridad era absolita, no alcancé a divisar nada de ella y pasé la mano que tenía en su vientre hacia su rostro y retiré mechones húmedos de ahí con delicadeza mientras disfrutaba de la caricia que le propiciaba mientras pasaba mis dedos por su piel. -Ambos estamos bien... estoy bien contigo, no se desde cuando lo estoy, pero lo estoy,- fuí llevando las yemas de mis dedos por sus mejillas hasta sus labios, rozándolos mientras le decía esas palabras y al finalizarlas, mis labios ya estaban tan cerca de ellos que terminé por empalmarlos sobre los de ella y nos envolví en un beso profundo, en el que mi respiración estaba histerica por su cuerpo, mis manos la atraían más a mí, estaba desesperado por tenerla más cerca de mí, como si quisiera que nuestras pieles estuvieran fusionadas y que jamás se separaran. Mis dedos se enrollaron en su cabello y se apretaron en el mientras disfrutaba el roce de sus labios. Se sentían tan suaves, pero lo que más me gustaba de besarla no era eso, era que me hacía sentir que disfrutaba de mis labios, sentía que ella se envolvía en mí, exactamente como yo me estaba envolviendo en ella. Sentía que ahí había algo más, mucho más que una mera atracción física, que sin duda también sentía. Pero había algo mas y eso solo me indicaba problemas...
Me gustaba mucho como ella disfrutaba acariciando mi espalda y como su mano subía y bajaba por mi piel dibujándola, como si quisiera asegurarse de que el que estaba ahí con ella, era yo. -Te juro que soy yo.- le susurré sin dejar una nota de ligera broma mientras que mi mano se soltaba del fuerte abrazo en la que la tenía atrapada y acariciaba su abdomen lentamente con mucas ganas de que mi tacto subiera hacia la linea media de sus pechos.
-Deja de pensar en lo que debería de ser, mejor disfruta lo que es, esto bien, mucho mejor que en mucho tiempo, y eso es porque te tengo aquí, no quiero que esto se termine...- solté un suspiro deseoso y ansioso de que no se terminara. Abrí los ojos tratando de verla, pero la oscuridad era absolita, no alcancé a divisar nada de ella y pasé la mano que tenía en su vientre hacia su rostro y retiré mechones húmedos de ahí con delicadeza mientras disfrutaba de la caricia que le propiciaba mientras pasaba mis dedos por su piel. -Ambos estamos bien... estoy bien contigo, no se desde cuando lo estoy, pero lo estoy,- fuí llevando las yemas de mis dedos por sus mejillas hasta sus labios, rozándolos mientras le decía esas palabras y al finalizarlas, mis labios ya estaban tan cerca de ellos que terminé por empalmarlos sobre los de ella y nos envolví en un beso profundo, en el que mi respiración estaba histerica por su cuerpo, mis manos la atraían más a mí, estaba desesperado por tenerla más cerca de mí, como si quisiera que nuestras pieles estuvieran fusionadas y que jamás se separaran. Mis dedos se enrollaron en su cabello y se apretaron en el mientras disfrutaba el roce de sus labios. Se sentían tan suaves, pero lo que más me gustaba de besarla no era eso, era que me hacía sentir que disfrutaba de mis labios, sentía que ella se envolvía en mí, exactamente como yo me estaba envolviendo en ella. Sentía que ahí había algo más, mucho más que una mera atracción física, que sin duda también sentía. Pero había algo mas y eso solo me indicaba problemas...
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Su tono bromista y típico me hizo sonreír internamente, indicaba que por lo menos se hallaba mejor que desde que llegamos al departamento, incluso que desde que nos encontramos en el subterráneo. Quien sabe como hubiese terminado Matt si las chicas no se hubieran empeñado en que debía de irme por el tren, por la cercanía propicia a mi hogar, en ese instante la desviación de pensamientos era tal que ni se me ocurría crear una hipótesis lo suficientemente coherente para expresarla. Sus manos y su cuerpo me mantenían cautiva y era una locura de la que no quería escapar, por lo menos mientras me mantuviera en mis cabales y sobra decir que vaya que los estaba, aun llena de deseo y calidez era capaz de saber lo que hacía y era capaz por sobre todas las cosas de saber que concordaba con él, de que ni yo misma quería detenerme.
Mi cuerpo se mantuvo a su merced como desde los inicios se había interpuesto, mis ojos se entrecerraban al sentí las suaves yemas de sus dedos recorrer mi abdomen aun cubierto por la tela adherida de la camisa, dispuestas a subir a mas pero aun sabía que Matthew intentaba controlarse, como no saberlo si yo intentaba lo mismo, llegando a pensar que todo podría llegar a ser en vano si continuaba. Contrarrestando mi querer su tacto se deslizo hasta mi rostro, apartando las hebras rojizas que se habían mantenido y brindando un camino tortuoso desde mis mejillas hasta mis labios, los cuales, por efecto, se mantuvieron entreabiertos. El quería que lo olvidara, que olvidara cualquier preocupación, cualquier molestia que me irrumpiera en ese instante, el estaba bien, tanto o más que yo y eso me tranquilizo como si de un calmante letal se tratase, por lo menos recordé todo aquello intentando que sus acciones no me desconcentraran de su voz y que el contacto tan cercano mucho menos pudiera hacerlo.
Como respuesta, sus labios se juntaron con los míos, esta vez con pasión y ansias, las mismas que yo quería demostrarle, sus manos se enredaron en mis cabellos y tal gesto solo hizo que un suspiro placentero brotara de mis labios entre el beso que manteníamos. Sentía su aliento abrazador, su peso tan cercano a mí, su cuerpo y el mío separados por la absurda tela, era incluso más de lo que algún día pude imaginarme. Quería dejar a un lado todo, todo el mundo que nos rodeaba, la Kathleen llena de dudas, timidez y una enmascarada seriedad que no iba con ella, quería rendirle paso a la mujer, a la pelirroja que deseaba con toda sus fuerzas a aquel chico, a su mejor amigo. Mis manos se mantuvieron en sus cabellos hasta que una de ellas se desplazo a su cuello, desesperada por mantenerlo cerca de mí, mis labios se movían al compas, fervientes y llenos de una pasión incalculable, amoldándose a Matt como nunca pensé hacerlo.
Después de un instante me desplace con cuidado, y sin separar el contacto, sobre el dejándolo sentado con su espalda apoyada en la húmeda pared. Mis piernas se mantuvieron a cada lado de sus caderas haciendo que me inclinara hacia él para continuar besándolo, sintiendo el contacto de mis caderas con las suyas y el insistente calor que recorría mi espina dorsal agolpando cada parte de mi ser. La mano que reposaba en su cuello se dirigió a tomar una de las de él, manteniéndose calma a pesar de la rapidez del momento. Al quitarla de mis cabellos, y aun entre besos cortados, logre posarla en uno de mis costados, con la diferencia de que no me moleste al hacerlo dentro de la camiseta que llevaba dejando que contacto se hallase verdaderamente con mi piel y dejando a su merced todo lo que ello significaba. Me separe unos milímetros de sus labios, a pesar de que no podía verlo, podía sentirlo y por ello la necesidad de palpar su piel con tanto añoro -Yo tampoco quiero que esto termine. Mencione en un susurro únicamente audible para él. Si, no quería, no quería que se acabara, no quería alejarme, no quería dejarlo, ¿el futuro? ahora se hallaba muy lejos de mi sin intención de volver y preocuparme por lo que pasaría en un después.
Mis labios volvieron a buscar los suyos de la misma forma intensa que el había empleado hacia unos segundos, podría jurar que mas incluso. Mis manos acariciaban su torso formado y su pecho, deslizándose por sus hombros con lentitud hasta llegar a su cuello, acercándolo mínimamente como si temiese que se alejara. Si, no quería mas preocupaciones ilógicas, no quería mas barreras mentales que me impidieran ser, ser y hacer lo que en verdad deseaba, barreras que me recordaran lo que el debía de significar para mí. No había que verlo, no había que saberlo, estaba ahí, dependiente de él en todos los sentidos.
Mi cuerpo se mantuvo a su merced como desde los inicios se había interpuesto, mis ojos se entrecerraban al sentí las suaves yemas de sus dedos recorrer mi abdomen aun cubierto por la tela adherida de la camisa, dispuestas a subir a mas pero aun sabía que Matthew intentaba controlarse, como no saberlo si yo intentaba lo mismo, llegando a pensar que todo podría llegar a ser en vano si continuaba. Contrarrestando mi querer su tacto se deslizo hasta mi rostro, apartando las hebras rojizas que se habían mantenido y brindando un camino tortuoso desde mis mejillas hasta mis labios, los cuales, por efecto, se mantuvieron entreabiertos. El quería que lo olvidara, que olvidara cualquier preocupación, cualquier molestia que me irrumpiera en ese instante, el estaba bien, tanto o más que yo y eso me tranquilizo como si de un calmante letal se tratase, por lo menos recordé todo aquello intentando que sus acciones no me desconcentraran de su voz y que el contacto tan cercano mucho menos pudiera hacerlo.
Como respuesta, sus labios se juntaron con los míos, esta vez con pasión y ansias, las mismas que yo quería demostrarle, sus manos se enredaron en mis cabellos y tal gesto solo hizo que un suspiro placentero brotara de mis labios entre el beso que manteníamos. Sentía su aliento abrazador, su peso tan cercano a mí, su cuerpo y el mío separados por la absurda tela, era incluso más de lo que algún día pude imaginarme. Quería dejar a un lado todo, todo el mundo que nos rodeaba, la Kathleen llena de dudas, timidez y una enmascarada seriedad que no iba con ella, quería rendirle paso a la mujer, a la pelirroja que deseaba con toda sus fuerzas a aquel chico, a su mejor amigo. Mis manos se mantuvieron en sus cabellos hasta que una de ellas se desplazo a su cuello, desesperada por mantenerlo cerca de mí, mis labios se movían al compas, fervientes y llenos de una pasión incalculable, amoldándose a Matt como nunca pensé hacerlo.
Después de un instante me desplace con cuidado, y sin separar el contacto, sobre el dejándolo sentado con su espalda apoyada en la húmeda pared. Mis piernas se mantuvieron a cada lado de sus caderas haciendo que me inclinara hacia él para continuar besándolo, sintiendo el contacto de mis caderas con las suyas y el insistente calor que recorría mi espina dorsal agolpando cada parte de mi ser. La mano que reposaba en su cuello se dirigió a tomar una de las de él, manteniéndose calma a pesar de la rapidez del momento. Al quitarla de mis cabellos, y aun entre besos cortados, logre posarla en uno de mis costados, con la diferencia de que no me moleste al hacerlo dentro de la camiseta que llevaba dejando que contacto se hallase verdaderamente con mi piel y dejando a su merced todo lo que ello significaba. Me separe unos milímetros de sus labios, a pesar de que no podía verlo, podía sentirlo y por ello la necesidad de palpar su piel con tanto añoro -Yo tampoco quiero que esto termine. Mencione en un susurro únicamente audible para él. Si, no quería, no quería que se acabara, no quería alejarme, no quería dejarlo, ¿el futuro? ahora se hallaba muy lejos de mi sin intención de volver y preocuparme por lo que pasaría en un después.
Mis labios volvieron a buscar los suyos de la misma forma intensa que el había empleado hacia unos segundos, podría jurar que mas incluso. Mis manos acariciaban su torso formado y su pecho, deslizándose por sus hombros con lentitud hasta llegar a su cuello, acercándolo mínimamente como si temiese que se alejara. Si, no quería mas preocupaciones ilógicas, no quería mas barreras mentales que me impidieran ser, ser y hacer lo que en verdad deseaba, barreras que me recordaran lo que el debía de significar para mí. No había que verlo, no había que saberlo, estaba ahí, dependiente de él en todos los sentidos.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Todos mis sentidos estaba alerta a la manera en la que ella respondía a mis caricias, y al mismo tiempo estaba disfrutando terriblemente de cada centímetro de su piel que iba recorriendo. Literalmente estaba sintiendo TODO lo placentero que pudiese sentir en ese momento y una parte de mi, la parte que se negaba a aceptarlo, ahora lo aceptaba sin màs. La sensación de sus labios contra los míos, sus manos acariciando mi torso, mi cuello... era tan excitante y al mismo tiempo me hacía sentir algo más que solo en la carne, que mi respiración y mi corazón latían con mucha más fuerza, estaba empapado por el agua, pero estaba seguro de que estaba sudando también por esa sublime sensación.
En un movimiento sutil, ella se subió sobre mi colocando sus piernas a ambos lados de mí cuerpo sin terminar aquel intenso beso, un beso que debía de reconocer, me había hecho sentir mucho más de lo que esperaba y que en mucho tiempo no había sentido por alguien más que no fuera por el reflejo de mi espejo.
Con delicadeza palpé sus mejillas con mis dedos pulgares mientras seguía sujetándola, en el momento que interrumpió el beso y sentí su respiración sobre mí. El agua ya no me caía sobre el rostro, caía y se detenía en la espalda de Kathleen. Entonces ella tomó una de mis manos y la colocó en uno de sus costados haciendo que la sujetara por ese lugar con mucha tentación. -Shhhh...- la callé con un casi inaudible siseo y mientras apoyaba mi dedo indice sobre sus labios y mi frente contra la suya.
Me incorporé un poco para quedar completamente sentado con la espalda apoyada en la pared . Sus labios volvieron a los míos, y los recibí con una comodidad, como si los conociera de toda la vida, como si no fuera la segunda... bueno tercera vez que la besaba, pero al mismo tiempo, era un nuevo descubrir de lo que le gustaba y de lo que averiguaba de mí que no podía evitar sentirme frenético. Mis dos manos recorrieron sus costados justo de abajo hacia arriba delicadamente, sobre su piel subiendo con cuidado playera húmeda, esperando a cada una de sus reacciones, no quería incomodarla ni ir demasiado a prisa con ella, sentía como si la fuera a a romper con mis caricias, siempre la sentí mu frágil, y justo en este momento que la tenía a mi completa disposición, esa sensación de fragilidad estaba magnificada un millón de veces. Con mucha delicadeza traté de que su playera subiera por su torso, esperando su reacción. Mientras mis labios estaban acoplándose a los de ella y en un ligero movimiento succioné ligeramente su labio inferior disfrutando aún más de la textura de su piel.
En un movimiento sutil, ella se subió sobre mi colocando sus piernas a ambos lados de mí cuerpo sin terminar aquel intenso beso, un beso que debía de reconocer, me había hecho sentir mucho más de lo que esperaba y que en mucho tiempo no había sentido por alguien más que no fuera por el reflejo de mi espejo.
Con delicadeza palpé sus mejillas con mis dedos pulgares mientras seguía sujetándola, en el momento que interrumpió el beso y sentí su respiración sobre mí. El agua ya no me caía sobre el rostro, caía y se detenía en la espalda de Kathleen. Entonces ella tomó una de mis manos y la colocó en uno de sus costados haciendo que la sujetara por ese lugar con mucha tentación. -Shhhh...- la callé con un casi inaudible siseo y mientras apoyaba mi dedo indice sobre sus labios y mi frente contra la suya.
Me incorporé un poco para quedar completamente sentado con la espalda apoyada en la pared . Sus labios volvieron a los míos, y los recibí con una comodidad, como si los conociera de toda la vida, como si no fuera la segunda... bueno tercera vez que la besaba, pero al mismo tiempo, era un nuevo descubrir de lo que le gustaba y de lo que averiguaba de mí que no podía evitar sentirme frenético. Mis dos manos recorrieron sus costados justo de abajo hacia arriba delicadamente, sobre su piel subiendo con cuidado playera húmeda, esperando a cada una de sus reacciones, no quería incomodarla ni ir demasiado a prisa con ella, sentía como si la fuera a a romper con mis caricias, siempre la sentí mu frágil, y justo en este momento que la tenía a mi completa disposición, esa sensación de fragilidad estaba magnificada un millón de veces. Con mucha delicadeza traté de que su playera subiera por su torso, esperando su reacción. Mientras mis labios estaban acoplándose a los de ella y en un ligero movimiento succioné ligeramente su labio inferior disfrutando aún más de la textura de su piel.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Ese siseo remarco aun mas lo que sentía, ya no era un simple y vago deseo virginal, no, esta vez era más fuerte, era como dejar a un lado a la niña y sumirme el pozo más profundo de un mujer. Mi piel se erizo por completo al darme cuenta nuevamente de lo que me rodeaba y de la situación en la que me encontraba con Matt, si, una vez más repase el hecho de estar solos, completamente solos, el agua recorriendo cada centímetro de nuestras pieles, acariciando con intensidad las extensiones donde se suponía que el calor debía de desprender en milímetros de goticas que delataban el calor corporal que de seguro el debía de mantener igual que yo. Su dedo en mis labios solo hizo que estos se entreabrieran y que pudiera palpar la calidez más que visible, que sintiera su aliento por nuestros rostros más que cercanos.
El se sentó mas cómodamente, quedando casi a mi altura, más o menos por mi mentón, pero eso no me importaba del todo. Sus labios volvieron a los míos con ansias, como si les costara el solo hecho de separarse y un reclamo se hiciera evidente en ello. Sus manos subieron por mis costados, dentro de la camisa que llevaba puesta, sus yemas se deslizaban por mi piel, repasando cada centímetro de esta al igual que yo había hecho con él, fue cuando sentí que el dudaba, que no quería lastimarme o algo semejante, que era como una muñeca de porcelana en sus manos, como si la visión de mi cuerpo frente a él no fuera suficiente para recordarle que así no era, lo entendía, más de lo que creía. Como respuesta a mis dudas mi abdomen se mostro ante él, tan solo una breve extensión, pero se detenía, aun no se convencía.
Un suspiro broto de mis labios, placentero y excitante cuando su labio atrapo el mío para succionarlo con deseo. Como respuesta tome su labio inferior, repasándolo con una delicadeza casi tortuosa, sensual y que sabía que, sumando a ello las caricias de mis dedos en su torso, le gustaría. No hable más cuando me separe con lentitud de él, enseguida sentí como mis labios exigían una unión nuevamente, como parecían enojarse y juntarse con mi cuerpo para reclamar que rompiera el contacto que tanto me gustaba con Matt. Podía vislumbrar el iris de sus ojos cuando tome ambos lados de la camisa con lentitud, subiéndola por mi torso, dejando ver mis pechos cubiertos por el brassier negro, hasta finalmente despojarme de ella y dejarla a un lado de nosotros, solo esperaba que eso no le incomodara, porque extrañamente yo no me sentía así, me sentía solo para él, así podía sentirme. Me apreté mas a su torso, dejando mis pechos pegados en el suyo, volviendo a besar sus labios con ansiedad y pasión a la vez, dando un leve mordisco, suave y lleno de picardía en su labio inferior.
No había dudas, no mas, ya no existían. Me acoplaba a él, lo necesitaba y era único el estar así, no quería, no quería que se acabara, si de mi dependiese no lo haría. El short se subió mínimamente pese a mi posición pero aun así mis labios siguieron besándolo, tomando sus mejillas con mis dedos y deslizando mis labios por su mentón hasta unirse de nuevo con sus labios, como si me disculpara por separarme de él, aunque únicamente Matthew fuera la causa de ello, la causa de todo lo que en ese instante ocurría.
El se sentó mas cómodamente, quedando casi a mi altura, más o menos por mi mentón, pero eso no me importaba del todo. Sus labios volvieron a los míos con ansias, como si les costara el solo hecho de separarse y un reclamo se hiciera evidente en ello. Sus manos subieron por mis costados, dentro de la camisa que llevaba puesta, sus yemas se deslizaban por mi piel, repasando cada centímetro de esta al igual que yo había hecho con él, fue cuando sentí que el dudaba, que no quería lastimarme o algo semejante, que era como una muñeca de porcelana en sus manos, como si la visión de mi cuerpo frente a él no fuera suficiente para recordarle que así no era, lo entendía, más de lo que creía. Como respuesta a mis dudas mi abdomen se mostro ante él, tan solo una breve extensión, pero se detenía, aun no se convencía.
Un suspiro broto de mis labios, placentero y excitante cuando su labio atrapo el mío para succionarlo con deseo. Como respuesta tome su labio inferior, repasándolo con una delicadeza casi tortuosa, sensual y que sabía que, sumando a ello las caricias de mis dedos en su torso, le gustaría. No hable más cuando me separe con lentitud de él, enseguida sentí como mis labios exigían una unión nuevamente, como parecían enojarse y juntarse con mi cuerpo para reclamar que rompiera el contacto que tanto me gustaba con Matt. Podía vislumbrar el iris de sus ojos cuando tome ambos lados de la camisa con lentitud, subiéndola por mi torso, dejando ver mis pechos cubiertos por el brassier negro, hasta finalmente despojarme de ella y dejarla a un lado de nosotros, solo esperaba que eso no le incomodara, porque extrañamente yo no me sentía así, me sentía solo para él, así podía sentirme. Me apreté mas a su torso, dejando mis pechos pegados en el suyo, volviendo a besar sus labios con ansiedad y pasión a la vez, dando un leve mordisco, suave y lleno de picardía en su labio inferior.
No había dudas, no mas, ya no existían. Me acoplaba a él, lo necesitaba y era único el estar así, no quería, no quería que se acabara, si de mi dependiese no lo haría. El short se subió mínimamente pese a mi posición pero aun así mis labios siguieron besándolo, tomando sus mejillas con mis dedos y deslizando mis labios por su mentón hasta unirse de nuevo con sus labios, como si me disculpara por separarme de él, aunque únicamente Matthew fuera la causa de ello, la causa de todo lo que en ese instante ocurría.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Un suspiro brotó de los labios de Kath, excitante y profundo, no puedo negar que todos y cada uno de los ligeros sonidos que se estaban formando en esa pequeña regadera, amplificaban la sensación de excitación que se estaba formando en mi interior, y si ese suspiro hubiera sido un gemido, me hubiera estremecido la espalda comletamente obligándome a retorcerme.
Entonces se separó de mis labios lentamente mientras tomaba la playera con sus manos y terminaba de hacerla recorer el camino que yo había comenzado con delicadeza por su abdomen, estaba dándole su espacio, pero al mismo tiempo trataba de avanzar a su misma velocidad, nunca hacía eso, al estar con una chica, tomaba todo y no dejaba nada, pero con ella era diferente, y verdaderamente comenzaba a asustarme de lo que estaba sintiendo y de lo que estaba haciendo. Entonces juando la única barrera que había entre su pecho y el mío era el espacio y su suejtador, pasé mis manos por detrás de su espalda acariciandola delicadamente, primero con las yemas de los dedos, tratando de que el roce no fuera tan brusco, y luego con toda la palma de la mano despacio, muy suave una mano hacia arriba y la otra para abajo y luego en sentido contrario mientras que sus labios volvían a los míos desesperadamente fundiéndose en un nuevo beso que prometía ser todo lo bueno que no habíamos tenído, como si no hubiera querido separarse de mi nunca y como si hubiera tenido que estar ahí hacía muchos ayeres.
Parecía que ella estaba muy cómoda con mis labios mientras me daba ligeras mordidas en el labio inferior y podía escuchar mi respiración agirada y ampliada por todo lo que sucedía, el único ruido que íba por encima de todo era el incesante caer del agua tibia que nos empapaba aún. Muchas frases se acumulaban en mi cabeza, muchas cosas que quería decir en esos momentos, pero no dije nada porque no quería arruinar ese perfecto momento en donde nuestros cuerpos estaban en contacto armónicamente y ninguno de los dos necesitaba decir cosas que eran explícitas justo ahí.
Subí una de mis manos justo a la línea donde nacía su cabello, en su nuca, y los enrrede haciendo que su rostro se quedara justo en el lugar donde estaba y luego que se recostara hacia atrás para darle espacio a mis labios de bajar hacia su cuello. Mis labios bajaron ansiosamente, en besos grandes y desmedidos por todo el contorno de su piel. Bajaron por su cuello, hacia su clavícula que en esa posición estaba lgieramente marcada y luego se colaron por la línea media de sus pechos con un deseo que comenzaba a desbordarse de mis poros. Ambas manos ya se encotnraban en sus costados sujetándola a la altura de sus pechos sin tomarlos por completo mientras que mis labios jugaban en las partes que el suejtador dejaba descubiertas. Podía sentir su respiración acelerada y rítmica del como su pecho subía y bajaba.
Entonces se separó de mis labios lentamente mientras tomaba la playera con sus manos y terminaba de hacerla recorer el camino que yo había comenzado con delicadeza por su abdomen, estaba dándole su espacio, pero al mismo tiempo trataba de avanzar a su misma velocidad, nunca hacía eso, al estar con una chica, tomaba todo y no dejaba nada, pero con ella era diferente, y verdaderamente comenzaba a asustarme de lo que estaba sintiendo y de lo que estaba haciendo. Entonces juando la única barrera que había entre su pecho y el mío era el espacio y su suejtador, pasé mis manos por detrás de su espalda acariciandola delicadamente, primero con las yemas de los dedos, tratando de que el roce no fuera tan brusco, y luego con toda la palma de la mano despacio, muy suave una mano hacia arriba y la otra para abajo y luego en sentido contrario mientras que sus labios volvían a los míos desesperadamente fundiéndose en un nuevo beso que prometía ser todo lo bueno que no habíamos tenído, como si no hubiera querido separarse de mi nunca y como si hubiera tenido que estar ahí hacía muchos ayeres.
Parecía que ella estaba muy cómoda con mis labios mientras me daba ligeras mordidas en el labio inferior y podía escuchar mi respiración agirada y ampliada por todo lo que sucedía, el único ruido que íba por encima de todo era el incesante caer del agua tibia que nos empapaba aún. Muchas frases se acumulaban en mi cabeza, muchas cosas que quería decir en esos momentos, pero no dije nada porque no quería arruinar ese perfecto momento en donde nuestros cuerpos estaban en contacto armónicamente y ninguno de los dos necesitaba decir cosas que eran explícitas justo ahí.
Subí una de mis manos justo a la línea donde nacía su cabello, en su nuca, y los enrrede haciendo que su rostro se quedara justo en el lugar donde estaba y luego que se recostara hacia atrás para darle espacio a mis labios de bajar hacia su cuello. Mis labios bajaron ansiosamente, en besos grandes y desmedidos por todo el contorno de su piel. Bajaron por su cuello, hacia su clavícula que en esa posición estaba lgieramente marcada y luego se colaron por la línea media de sus pechos con un deseo que comenzaba a desbordarse de mis poros. Ambas manos ya se encotnraban en sus costados sujetándola a la altura de sus pechos sin tomarlos por completo mientras que mis labios jugaban en las partes que el suejtador dejaba descubiertas. Podía sentir su respiración acelerada y rítmica del como su pecho subía y bajaba.
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Era más que evidente que lo disfrutaba, que lo sentía en cada fibra de mí ser, que aquel instante sobrepasaba todo, todo lo que alguna vez pude llegar a sentir por Matt. Incluso aquel primer beso que de alguna manera u otra había marcado mi vida y el cual recordaba perfectamente, no por su intensidad desbordante sino por todas las sensaciones que sentí con un solo contacto de los labios fervientes de Matthew Daniels que se acoplaron a los míos como si ese contacto se hubiera esperado incluso más de lo que nosotros pensábamos.
Sus manos en mi espalda me hacían perder cualquier lo de pensamiento coherente, sus manos y sus dedos repasaban cada centímetro de aquella parte de mi, de arriba a abajo, e incluso llegue a estremecerme ligeramente cuando sus dedos palparon el trozo de sujetador que podía permitir que este se abriera. De solo pensarlo juraría que mi corazón se acelero más de lo que estaba y mis labios llegaron a moverse con mas pasión que la usual, Matt sabia como tentarme y aunque aquel recorrido me torturara y me llenara de deseo cada vez más, lograba satisfacerme en todos los sentidos, por muy simple que pudiera verse. Sentí como sus manos dejaban de bajar para colocarse en las entradas de mis hebras rojizas, específicamente en mi nuca, separando el beso que llevábamos y el que de tantos suspiros pude oír. Me quede quieta hasta entender lo que el quería, ladee un poco mi cuello echando mi cabeza para atrás haciendo que los cabellos se adhirieran a mi espalda y las gotas cristalinas se perdieran en mi cuello, el camino lineal de mis pechos, mi abdomen liso y la línea que marcaba el ajustado short. No espere, sabía lo que vendría y el solo pensarlo hizo que mordiera con sensualidad mi labio inferior. Sus labios atacaron mi cuello con ansias, dando besos siguiendo un trazo que solo el se había propuesto, bajando cada vez mas hasta toparse con la piel descubierta de mis pechos, la marcada por el brassier. Mi piel se erizo cuando empezó a dar besos en aquellas extensiones, cuando sus manos se posaron a ambos lados de las marcadas formas redondeadas -Ah. Si, no pude evitar que un gemido casi inaudible fluyera de mis labios cuando sentía sus besos en las líneas que separaban la piel desnuda y la cubierta, sus labios cálidos y húmedos marcaban con sensualidad cada trozo de mi piel que podía llegar a besar.
-Matt no…pares. Susurre únicamente para él, no muy segura de que escuchara aunque esperaba que si lo hiciera. Mis manos acariciaron sus cabellos con delicadeza, ahogando suspiros certeros por cada beso más y mas profundo en mi piel. Pero no solo debía de ser el, yo también lo deseaba, si, lo quería, cada vez más, pero no necesitaba ver un cuerpo escultural frente a mí para saber el deseo profundo que Matthew me causaba, y más en ese estado. Me separe de él, dejando sus labios ansiosos sin necesidad de preguntar para sentarme manteniendo la posición en la que estaba, sabía que mi peso no le molestaría y así deje su espalda reposando en la pared haciendo que mis labios se dirigieran a su cuello, deslizándose de forma lenta e intensa, posando besos cada vez que podía, inclinándome a su clavícula mientras mis manos acariciaban su torso, hundiendo mis dedos con suavidad en cada uno de sus abdominales. Los tirantes del sujetador empezaban a caer haciendo menos ajustado la presión de la prenda sobre mí. Tal era lo que sentía que la lentitud dudosa había desaparecido para pasar a una faceta segura, donde no pensaba dos veces en lo que haría. Mis manos bajaron un poco hacia sus entradas, a sus caderas, deslizando mis dedos por el broche de su pantalón y manteniéndose un poco más arriba, apoyándome de él mientras mis labios repasaban su mandíbula y sus mejillas. Lo sentía mas que nunca, al estar asa el grado de calor en mi cuerpo crecía, si, era todo, era la excitación de sus caricias, el sentir que me deseaba como yo a él, el saber que sentía un cariño más que importante por él, y más aun el darme cuenta de que en ese mismo instante era solo de él, y que con cada caricia podía conocer y sentir mi piel así como yo no quería perderme de la suya y tan solo rozarla para sentir ese deseo tan único crecer cada vez mas
Sus manos en mi espalda me hacían perder cualquier lo de pensamiento coherente, sus manos y sus dedos repasaban cada centímetro de aquella parte de mi, de arriba a abajo, e incluso llegue a estremecerme ligeramente cuando sus dedos palparon el trozo de sujetador que podía permitir que este se abriera. De solo pensarlo juraría que mi corazón se acelero más de lo que estaba y mis labios llegaron a moverse con mas pasión que la usual, Matt sabia como tentarme y aunque aquel recorrido me torturara y me llenara de deseo cada vez más, lograba satisfacerme en todos los sentidos, por muy simple que pudiera verse. Sentí como sus manos dejaban de bajar para colocarse en las entradas de mis hebras rojizas, específicamente en mi nuca, separando el beso que llevábamos y el que de tantos suspiros pude oír. Me quede quieta hasta entender lo que el quería, ladee un poco mi cuello echando mi cabeza para atrás haciendo que los cabellos se adhirieran a mi espalda y las gotas cristalinas se perdieran en mi cuello, el camino lineal de mis pechos, mi abdomen liso y la línea que marcaba el ajustado short. No espere, sabía lo que vendría y el solo pensarlo hizo que mordiera con sensualidad mi labio inferior. Sus labios atacaron mi cuello con ansias, dando besos siguiendo un trazo que solo el se había propuesto, bajando cada vez mas hasta toparse con la piel descubierta de mis pechos, la marcada por el brassier. Mi piel se erizo cuando empezó a dar besos en aquellas extensiones, cuando sus manos se posaron a ambos lados de las marcadas formas redondeadas -Ah. Si, no pude evitar que un gemido casi inaudible fluyera de mis labios cuando sentía sus besos en las líneas que separaban la piel desnuda y la cubierta, sus labios cálidos y húmedos marcaban con sensualidad cada trozo de mi piel que podía llegar a besar.
-Matt no…pares. Susurre únicamente para él, no muy segura de que escuchara aunque esperaba que si lo hiciera. Mis manos acariciaron sus cabellos con delicadeza, ahogando suspiros certeros por cada beso más y mas profundo en mi piel. Pero no solo debía de ser el, yo también lo deseaba, si, lo quería, cada vez más, pero no necesitaba ver un cuerpo escultural frente a mí para saber el deseo profundo que Matthew me causaba, y más en ese estado. Me separe de él, dejando sus labios ansiosos sin necesidad de preguntar para sentarme manteniendo la posición en la que estaba, sabía que mi peso no le molestaría y así deje su espalda reposando en la pared haciendo que mis labios se dirigieran a su cuello, deslizándose de forma lenta e intensa, posando besos cada vez que podía, inclinándome a su clavícula mientras mis manos acariciaban su torso, hundiendo mis dedos con suavidad en cada uno de sus abdominales. Los tirantes del sujetador empezaban a caer haciendo menos ajustado la presión de la prenda sobre mí. Tal era lo que sentía que la lentitud dudosa había desaparecido para pasar a una faceta segura, donde no pensaba dos veces en lo que haría. Mis manos bajaron un poco hacia sus entradas, a sus caderas, deslizando mis dedos por el broche de su pantalón y manteniéndose un poco más arriba, apoyándome de él mientras mis labios repasaban su mandíbula y sus mejillas. Lo sentía mas que nunca, al estar asa el grado de calor en mi cuerpo crecía, si, era todo, era la excitación de sus caricias, el sentir que me deseaba como yo a él, el saber que sentía un cariño más que importante por él, y más aun el darme cuenta de que en ese mismo instante era solo de él, y que con cada caricia podía conocer y sentir mi piel así como yo no quería perderme de la suya y tan solo rozarla para sentir ese deseo tan único crecer cada vez mas
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Mi respiración rebotando en su piel era una sutil excitación a mis sentidos, a mis líbido y al morbo que la situación ameritaba, con todas las ganas de desabrochar su brasiere, pasando lentamente los dedos por el pequeño pasador que lo mantenía en su lugar mientras mis besos desendían por su piel y se ensanchaban a placer por toda su piel. Tanto mis dedos como mis labios me daban una sensación de placer que me abrumaba.
No pensaba, claro que no pensaba en nada, solo sentía, y las sensaciones eran amplificadas en un millón de veces y ese ligero gemido de placer llevó al límite mis emociones desatando aún la adrenalina que estaba contenida en mí. "Matt no…pares."susurró ella con un sonido que podía jurar era como un gemido ahogado y deseoso de que no me detuviera. Sus caricias me hacían desearla cada instante más y fué entonces cuando decidí que una regadera no era el lugar propicio para continuar con lo que estaba sucediendo en ese instante. Su rostro decendió por mi cuello hacia mi pecho en besos ardientes y tan pasionales que era inevitable sentir como cada célular de mi cuerpo estaba reaccionando. No me detuve a pensar como había comenzado toda esa escena de migraña y terminado en esto...
La jalé por la cadera pegandola mucho más contra mí y aferrando sus piernas a mi cuerpo para no tirarla justo en el momento que me levanté del suelo inclinándola un poco hacia atrás. Su 'No te detengas' retumbó en mi cabeza mientras quedaba de pie. El agua seguía callendo por la regadera y ambos estabamos compeltamente empapados, escurriendo agua como si nos acabaran de meter a remojar en una alberca. 'No me voy a detener' pensé al tiempo que pegaba su cuerpo contra el mío y la afirmaba para que no resbalara. Su pecho quedó a la altura de mi rostro. Dí unos pasos hacia afuera de la regadera con cuidado de no resbalarme en el suelo del baño, que inmediatamente quedó completamente mojado. Mi respiración estaba agitada.
En menos de medio minuto ya estabamos en mi habitación, mientras era completamente dueño de su cuerpo que estaba contra el mío. La deposité en la cama y me coloqué sobre ella regresando mi rostro a la altura de la de ella. La ventana de mi habitación estaba abierta, por lo que nos proporcionó poca luz, estabamos en una penumbra, en la cual podíamos vernos las facciones, o por lo menos podía percibir sus ojos verdes y lod finos detalles que componían su rostro. Era hermosa, en serio, tantos años de tenerla cerca y jamás la había visto con estos ojos. Sonreí ampliamente con el rostro muy pegado al de ella, pero a una altura prudente para que pudiera observarme tan bien como yo la observaba a ella. -Esto es peligroso.- sentencié con una mueca de fanfarrón y un tono de juego y ligera patanería. Pero en verdad, lo era, era peligroso. Muy peligroso, el que jugaba con fuego siempre terminaba quemándose. Y yo... esta noche estaba en las llamas.
Rocé su nariz contr la mía en un tierno movimiento mientras acariciaba su mejilla y cerré los ojos para amplificar la sensación. Un súbito frío me invadió depronto en la espalda por la corriente de aireprocedente de la ventana y el carente calor del agua tibia de la regadera, la cual seguía callendo en el baño.
No pensaba, claro que no pensaba en nada, solo sentía, y las sensaciones eran amplificadas en un millón de veces y ese ligero gemido de placer llevó al límite mis emociones desatando aún la adrenalina que estaba contenida en mí. "Matt no…pares."susurró ella con un sonido que podía jurar era como un gemido ahogado y deseoso de que no me detuviera. Sus caricias me hacían desearla cada instante más y fué entonces cuando decidí que una regadera no era el lugar propicio para continuar con lo que estaba sucediendo en ese instante. Su rostro decendió por mi cuello hacia mi pecho en besos ardientes y tan pasionales que era inevitable sentir como cada célular de mi cuerpo estaba reaccionando. No me detuve a pensar como había comenzado toda esa escena de migraña y terminado en esto...
La jalé por la cadera pegandola mucho más contra mí y aferrando sus piernas a mi cuerpo para no tirarla justo en el momento que me levanté del suelo inclinándola un poco hacia atrás. Su 'No te detengas' retumbó en mi cabeza mientras quedaba de pie. El agua seguía callendo por la regadera y ambos estabamos compeltamente empapados, escurriendo agua como si nos acabaran de meter a remojar en una alberca. 'No me voy a detener' pensé al tiempo que pegaba su cuerpo contra el mío y la afirmaba para que no resbalara. Su pecho quedó a la altura de mi rostro. Dí unos pasos hacia afuera de la regadera con cuidado de no resbalarme en el suelo del baño, que inmediatamente quedó completamente mojado. Mi respiración estaba agitada.
En menos de medio minuto ya estabamos en mi habitación, mientras era completamente dueño de su cuerpo que estaba contra el mío. La deposité en la cama y me coloqué sobre ella regresando mi rostro a la altura de la de ella. La ventana de mi habitación estaba abierta, por lo que nos proporcionó poca luz, estabamos en una penumbra, en la cual podíamos vernos las facciones, o por lo menos podía percibir sus ojos verdes y lod finos detalles que componían su rostro. Era hermosa, en serio, tantos años de tenerla cerca y jamás la había visto con estos ojos. Sonreí ampliamente con el rostro muy pegado al de ella, pero a una altura prudente para que pudiera observarme tan bien como yo la observaba a ella. -Esto es peligroso.- sentencié con una mueca de fanfarrón y un tono de juego y ligera patanería. Pero en verdad, lo era, era peligroso. Muy peligroso, el que jugaba con fuego siempre terminaba quemándose. Y yo... esta noche estaba en las llamas.
Rocé su nariz contr la mía en un tierno movimiento mientras acariciaba su mejilla y cerré los ojos para amplificar la sensación. Un súbito frío me invadió depronto en la espalda por la corriente de aireprocedente de la ventana y el carente calor del agua tibia de la regadera, la cual seguía callendo en el baño.
Invitado- Invitado
Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Mis besos húmedos se deslizaban por su pecho, por su clavícula, marcando un camino donde deslizaba mis labios por cada extensión de su cuello, una vez incluso pude dar un beso más prolongado en su cuello, de seguro oí un estremecimiento de su parte pero el nublar de mi sentidos era tal que no me permitía mas. Mis dedos subían y bajaban por su torso, bien formado y fuerte que día tras día había logrado ver, con ojos de amistad, incluso hasta pensar en que Matthew no era para nada atractivo, como niño al fin, pero al crecer y al recibir el toque de la madurez me di cuenta de lo errada que estaba y me reprochaba si alguna vez pensé en mi amigo con un deje burlesco cuando lo que tenia frente a mis ojos era un hombre en todos sus sentidos.
Sentí como halo mi cadera decidido y con fuerza, haciendo que quedara pegada a él, si mas era posible, podía sentir mi cadera contra la suya y un poco mas de ello, mi vientre interviniendo entre el contacto que mantenía. Note como se paro y mis piernas lo rodearon, aferrándose a él para equilibrarlo y evitar un accidente. Las últimas gotas dieron sobre nosotros y no nos preocupamos al cerrar el agua puesto que los pensamientos no iban más allá a las preocupaciones o sus semejantes. Mis manos se posaron sobre sus hombros notando como, a pesar de la oscuridad, nos dirigíamos a su habitación. Solo sentí mi espalda húmeda tocar las suaves sabanas del colchón y el colocarse sobre mí. Mis piernas se relajaron, las gotas resbalaban por ellas perdiéndose en la entrada de mis muslos y en las líneas del short. Un rayo de luz se colocaba con rebeldía por la ventana, podía verlo mejor; sus ojos brillantes, su cabello rebelde y húmedo cuyas gotas caían perdiéndose entre mis pechos, algo que me gusto de sobremanera, su cuerpo sobre el mío tan perfecto, era todo y más de lo que podía desear.
Peligroso. Uso ese término orgulloso como siempre, no evite sonreír con diversión y picardía mientras sentía como rozaba su nariz y acariciaba mi mejilla con ternura, una que solo sentí en la ducha, en ese día. Respire haciendo que por la cercanía mis pechos rozaran con su torso, aun cubiertos por el brassier. Mordí mi labio inferior mientras mis piernas lo acunaban hacia mí y sentía la piel de las mismas rozar su incomodo jean manteniendo una cercanía sugerente y tentadora, una tentación que me hacia caer en lo más profundo de ella -Si, muy peligroso. Mencione dando un corto beso a sus labios, atrapando su labio inferior por una fracción de segundos -Casi como una misión imposible. Susurre dando un beso en su mentón mientras una de mis manos acariciaba su lateral, llegando a parte de su espalda y deslizando las yemas de mis dedos con delicadeza, una casi tortuosa -Pero correremos el riesgo por muy peligroso que pueda ser ¿no?. Di un beso mas en el espacio vacío tras su oreja, inclinándome un poco mas hasta volver a recostarme en la cama, posando mis cabellos húmedos en la almohada. Y ahí estaba, abajo de él, mis hombros desnudos denotaban los tirantes caídos del brassier, las mejillas y mi cuerpo incluso sonrosado por el vapor que se alejaba, algunos cabellos que se colaban en la caída de mi pecho y mi espalda -Te quiero Matt. Repetí una vez más con una sonrisa llena de picardía y dulzura, rozando sus labios con los míos, como si huyera de un beso, como si lo tentara en espera de que cayera lo más pronto posible para sentirlo cada vez más para seguir en ese instante pues no, no nos detendríamos, no queríamos y por una vez en mi vida no sentí dudas.
Sentí como halo mi cadera decidido y con fuerza, haciendo que quedara pegada a él, si mas era posible, podía sentir mi cadera contra la suya y un poco mas de ello, mi vientre interviniendo entre el contacto que mantenía. Note como se paro y mis piernas lo rodearon, aferrándose a él para equilibrarlo y evitar un accidente. Las últimas gotas dieron sobre nosotros y no nos preocupamos al cerrar el agua puesto que los pensamientos no iban más allá a las preocupaciones o sus semejantes. Mis manos se posaron sobre sus hombros notando como, a pesar de la oscuridad, nos dirigíamos a su habitación. Solo sentí mi espalda húmeda tocar las suaves sabanas del colchón y el colocarse sobre mí. Mis piernas se relajaron, las gotas resbalaban por ellas perdiéndose en la entrada de mis muslos y en las líneas del short. Un rayo de luz se colocaba con rebeldía por la ventana, podía verlo mejor; sus ojos brillantes, su cabello rebelde y húmedo cuyas gotas caían perdiéndose entre mis pechos, algo que me gusto de sobremanera, su cuerpo sobre el mío tan perfecto, era todo y más de lo que podía desear.
Peligroso. Uso ese término orgulloso como siempre, no evite sonreír con diversión y picardía mientras sentía como rozaba su nariz y acariciaba mi mejilla con ternura, una que solo sentí en la ducha, en ese día. Respire haciendo que por la cercanía mis pechos rozaran con su torso, aun cubiertos por el brassier. Mordí mi labio inferior mientras mis piernas lo acunaban hacia mí y sentía la piel de las mismas rozar su incomodo jean manteniendo una cercanía sugerente y tentadora, una tentación que me hacia caer en lo más profundo de ella -Si, muy peligroso. Mencione dando un corto beso a sus labios, atrapando su labio inferior por una fracción de segundos -Casi como una misión imposible. Susurre dando un beso en su mentón mientras una de mis manos acariciaba su lateral, llegando a parte de su espalda y deslizando las yemas de mis dedos con delicadeza, una casi tortuosa -Pero correremos el riesgo por muy peligroso que pueda ser ¿no?. Di un beso mas en el espacio vacío tras su oreja, inclinándome un poco mas hasta volver a recostarme en la cama, posando mis cabellos húmedos en la almohada. Y ahí estaba, abajo de él, mis hombros desnudos denotaban los tirantes caídos del brassier, las mejillas y mi cuerpo incluso sonrosado por el vapor que se alejaba, algunos cabellos que se colaban en la caída de mi pecho y mi espalda -Te quiero Matt. Repetí una vez más con una sonrisa llena de picardía y dulzura, rozando sus labios con los míos, como si huyera de un beso, como si lo tentara en espera de que cayera lo más pronto posible para sentirlo cada vez más para seguir en ese instante pues no, no nos detendríamos, no queríamos y por una vez en mi vida no sentí dudas.
Vittoria A. Lawrence- Admin - Normal
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Re: ¿De cuidados? [Mathew]
Mi piel rozaba tan delicadamente la suya que sentía como si fuera de porcelana o se fuera a romper ante el más mínimo roce brusco por mi parte, y no me íba a arriesgar a razgar ni la más mínima parte de su sensibilidad, porque claramente no me refería a su cuerpo, lo que me preocupaba eran sus sentimientos, lo que pudiera estar provocando en ella. No era la primera vez que me encontraba en una situación similar con una chica, y no por eso caía enamorado de ellas, sin embargo, si ocurría la mala fotuna de que ellas lo hacían de mí, y el 99% de las veces yo no les correspondía en lo absoluto. Pero con kath era diferente, eso era lo peligroso, caer en un túnel oscuro en donde solo percibiera su dulce aroma y que no pudiera escapar de sus tiernos encantos, eso era lo verdaderamente peligroso en todo lo que estaba pasando, e irremediablemente era peligroso que a ella le sucedira lo mismo conmigo y que al final no pudiera corresponderle como ella quería.
Sus piernas me atrajeron felozmente a ella haciendo por inevitablemente mi intimidad y la de ella estuvieran en un pseudocontacto por la presencia de la ropa, tanto de su short como de mis jeans que estaban completamente pegados a mi piel y pesaban. Sólo quería deshacerme de ellos pero no quería que se viera un movimiento demasiado impulsivo. Demonios, porque me tomaba tantas preocupaciones para con ella?
Pero correremos el riesgo por muy peligroso que pueda ser ¿no?
La escuché decirme, sinetiendo como si eso fuera todo lo que ella quería de mí, como si esperara que todo mi ser fuera de ella, solo que no sabía por cuanto tiempo podía pertenecerle, o por cuanto tiempo pudieramos pertenecernos. Y eso en verdad jodía en parte las emociones que sentía internamente.
La escurridiza iluminación me permitió observar a detalle cada fibra de su ser, como sus cabellos se escurrían por su pecho, sobre la cama y se postraban delicadamente sobre su rotro, en una perfecta armonía que en serio me hacía desearla, pero por sobre eso, me hacía quererla y eso me asustaba. "Te quiero Matt" eso me asustó aún más, mucho más porque ella estaba exteriorizando lo que yo tenía miedo que exteriorizara, porque podía decirlo, lo había dicho, en verdad lo sentía pero no era lo suficientemente valiente como para sostenerlo. Sus labios acidos sonriéndo picaramente y buscando los míos de una manera casi dolorosa para hacerme desearla, realmente lo logró, esa era la fantástica combinación que podía matarme, dulzura y acidéz, espontáneidad y ternura, eso era exactamente lo que me gustaba, y DIOS me mataba que lo estuviera poniendo así en ese momento. bajé más mis labios hasta tocar los de ella y humedecerlos con mi boca lentamente, disfrutando el suave contacto, el sutil roce de sus labios contra los mios, instintivamente cerre los ojos al tiempo que mis manos bajaban por sus costados hasta el borde de su short, luego bajaron todavía más, sobre su short, hasta la región donde éste terminaba y volvieron a subir, pero esta vez por debajo de la tela
Sus piernas me atrajeron felozmente a ella haciendo por inevitablemente mi intimidad y la de ella estuvieran en un pseudocontacto por la presencia de la ropa, tanto de su short como de mis jeans que estaban completamente pegados a mi piel y pesaban. Sólo quería deshacerme de ellos pero no quería que se viera un movimiento demasiado impulsivo. Demonios, porque me tomaba tantas preocupaciones para con ella?
Pero correremos el riesgo por muy peligroso que pueda ser ¿no?
La escuché decirme, sinetiendo como si eso fuera todo lo que ella quería de mí, como si esperara que todo mi ser fuera de ella, solo que no sabía por cuanto tiempo podía pertenecerle, o por cuanto tiempo pudieramos pertenecernos. Y eso en verdad jodía en parte las emociones que sentía internamente.
La escurridiza iluminación me permitió observar a detalle cada fibra de su ser, como sus cabellos se escurrían por su pecho, sobre la cama y se postraban delicadamente sobre su rotro, en una perfecta armonía que en serio me hacía desearla, pero por sobre eso, me hacía quererla y eso me asustaba. "Te quiero Matt" eso me asustó aún más, mucho más porque ella estaba exteriorizando lo que yo tenía miedo que exteriorizara, porque podía decirlo, lo había dicho, en verdad lo sentía pero no era lo suficientemente valiente como para sostenerlo. Sus labios acidos sonriéndo picaramente y buscando los míos de una manera casi dolorosa para hacerme desearla, realmente lo logró, esa era la fantástica combinación que podía matarme, dulzura y acidéz, espontáneidad y ternura, eso era exactamente lo que me gustaba, y DIOS me mataba que lo estuviera poniendo así en ese momento. bajé más mis labios hasta tocar los de ella y humedecerlos con mi boca lentamente, disfrutando el suave contacto, el sutil roce de sus labios contra los mios, instintivamente cerre los ojos al tiempo que mis manos bajaban por sus costados hasta el borde de su short, luego bajaron todavía más, sobre su short, hasta la región donde éste terminaba y volvieron a subir, pero esta vez por debajo de la tela
Invitado- Invitado
Re: ¿De cuidados? [Mathew]
En algo si había acertado, en algo no había errado y era en que la cercanía era peligrosa, peligrosa desde el punto de vista que se viera, desde luego no como algo malo o dañino sino que tan cercano contacto hacia que mi cuerpo se llenara de un calor impresionante, de un deseo notorio en cada poro de mi piel y más aun en mis acciones que estaban indispuestas a detenerse. Caía en la tentación sin una velocidad aparente pero si con una constancia segura y sin preocuparme en un futuro estaba totalmente clara en lo que quería, y si, ardería en el fuego y aquello implicaba quemarme y no huir de la llama que dentro de mí se hallaba encendida y que con cada roce él se encargaba de aumentar.
Algo cálido se poso en mi vientre, incluso un poco más abajo de él, por poco olvidaba que tan solo la tela de nuestras ropas separaba nuestras intimidades, lo suficiente para sentir que él me deseaba tanto como yo. Me gustaba tentarlo, quizás de una manera simple pero sabía que aquello le gustaba y más cuando me correspondió, besándome con intensidad, humedeciendo mis labios que reclamaban su contacto una vez más. Le respondí deseosa, moviendo mis labios con pasión, entreabriéndolos y deslizando mis labios entre los suyos dejando su aliento abrazador mezclarse con el mío y recorriendo cada rincón que pudiese. Aun así estaba consciente de sus manos que, aunque intentaban mostrarse respetuosas y cautivas, estaban igual o más ansiosas que yo, que recorría su espalda con mis dedos, incluso pasando con suavidad mi uñas sin llegar a lastimarlo. Sus dedos recorrieron mis piernas por lo que no cohibí varios suspiros entre besos pese a la humedad y el sosiego de sus yemas, un tacto hasta quizás adictivo y que disfrutaría el tiempo que fuese, el futuro ya se vería después, conocía a Matt, incluso más de lo que me hubiese gustado, pero mis pensamientos no dañarían ese instante, no estaba dispuesta a dejar que así fuera.
-Mmmm. Suspire entre besos cuando sentí sus manos en el inicio de mis muslos cálidos, bajo la tela del short adherida levemente a mi piel. Mi cuerpo se enderezo apretándose un poco más hacia él en un leve arqueo de mi espalda. Mis manos recorrieron su torso nuevamente esta vez con suavidad hasta que llegaron a su cadera, buscando el botón del pantalón, lo encontré y sin pensarlo más solté el cinturón desabrochando luego el pesado jean dejando con mas ligereza el ajuste del mismo. Atrape entre mis labios su labio inferior, acariciándolo con los míos con tentación y pasión a la vez delineando incluso con la punta de mi lengua entre cortos besos. Una de mis piernas recorría parte de las suyas mientras mis manos acariciaban sus cabellos, humedeciendo a la vez mis manos y haciendo que las gotas persistentes cayeran por mi cuello, siguiendo un camino por la línea sucesoria de mis pechos, incluso hasta llegar a mi abdomen y a mi vientre. La calma insegura de un principio ya no existía, en lo absoluto, ahora era suplantada por una seguridad más que notoria, en mis gestos, mis palabras y mis acciones lo demostraba, demostraba que estaba allí para él, únicamente para suya, un después o un pasado ya pertenecían a un segundo plano, había tiempo para quizás pensar en ello.
Algo cálido se poso en mi vientre, incluso un poco más abajo de él, por poco olvidaba que tan solo la tela de nuestras ropas separaba nuestras intimidades, lo suficiente para sentir que él me deseaba tanto como yo. Me gustaba tentarlo, quizás de una manera simple pero sabía que aquello le gustaba y más cuando me correspondió, besándome con intensidad, humedeciendo mis labios que reclamaban su contacto una vez más. Le respondí deseosa, moviendo mis labios con pasión, entreabriéndolos y deslizando mis labios entre los suyos dejando su aliento abrazador mezclarse con el mío y recorriendo cada rincón que pudiese. Aun así estaba consciente de sus manos que, aunque intentaban mostrarse respetuosas y cautivas, estaban igual o más ansiosas que yo, que recorría su espalda con mis dedos, incluso pasando con suavidad mi uñas sin llegar a lastimarlo. Sus dedos recorrieron mis piernas por lo que no cohibí varios suspiros entre besos pese a la humedad y el sosiego de sus yemas, un tacto hasta quizás adictivo y que disfrutaría el tiempo que fuese, el futuro ya se vería después, conocía a Matt, incluso más de lo que me hubiese gustado, pero mis pensamientos no dañarían ese instante, no estaba dispuesta a dejar que así fuera.
-Mmmm. Suspire entre besos cuando sentí sus manos en el inicio de mis muslos cálidos, bajo la tela del short adherida levemente a mi piel. Mi cuerpo se enderezo apretándose un poco más hacia él en un leve arqueo de mi espalda. Mis manos recorrieron su torso nuevamente esta vez con suavidad hasta que llegaron a su cadera, buscando el botón del pantalón, lo encontré y sin pensarlo más solté el cinturón desabrochando luego el pesado jean dejando con mas ligereza el ajuste del mismo. Atrape entre mis labios su labio inferior, acariciándolo con los míos con tentación y pasión a la vez delineando incluso con la punta de mi lengua entre cortos besos. Una de mis piernas recorría parte de las suyas mientras mis manos acariciaban sus cabellos, humedeciendo a la vez mis manos y haciendo que las gotas persistentes cayeran por mi cuello, siguiendo un camino por la línea sucesoria de mis pechos, incluso hasta llegar a mi abdomen y a mi vientre. La calma insegura de un principio ya no existía, en lo absoluto, ahora era suplantada por una seguridad más que notoria, en mis gestos, mis palabras y mis acciones lo demostraba, demostraba que estaba allí para él, únicamente para suya, un después o un pasado ya pertenecían a un segundo plano, había tiempo para quizás pensar en ello.
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