Visita inesperada [Kath]

6:00 AM

Me desperté con el sonido molesto del teléfono. ¿Quien puede llamar a estas horas? Refunfuñando y con un mal presentimiento sobre este día, caminé tambaleándome por la habitación con cuidado de no tropezar y encendí la luz.
Tomé el teléfono, rápidamente y como era de esperar la voz de mi madre se escuchó por el auricular. -Hola mamá, si soy yo ¿Quien más puede ser? -Tenía la maldita costumbre de llamar y preguntar quien hablaba ¿Que acaso no reconocía mi voz? Suspiré.
-Mmm... ¿Que? Sabes, no te escucho... ¿Estás viajando?. -Sí estaba viajando, siempre teníamos los mismos problemas con la comunicación cuando iba a viajaba.
-¿Que tal si nos hablamos luego? Un beso, cuídate, sí espero tu llamado.
Ni bien me dijo adiós colgué el tubo con un poco más de fuerza de la necesaria. No entendía que le estaba sucediendo a mi madre, últimamente llamaba a nuestra casa día por medio, y lo peor era que siempre contestaba yo. Ya vería Matt cuando llegara. Caminé nuevamente hacia la cama y volví a sumirme en mi plácido sueño.

8:00 AM

El despertador... Lo siento pero seguiré durmiendo. Dando golpes sobre la mesa de noche tanteé el despertador y lo apagué.
Media hora más tarde me desperté. Oh no, no... Llego tarde. Engullí una tostada y puse a preparar un café mientras me cambiaba a toda velocidad. Hoy debía entregar una monografía en la universidad realmente no podía llegar tarde. Tomé mi café sin darme tiempo si quiera para pensar, y luego de unos segundos salí a toda marcha, deseando que por una vez en su vida el profesor se retrasara.
Lo que menos esperaba era que las clases se suspendieran. Esto es un desastre...Despeiné mi cabello y caminé por el campus, con gesto abatido.

Ya había pasado aproximadamente media mañana y lo único que había echo era correr de lado a lado.
Revolví dentro de mi bolso buscando mi celular, y me topé con un disco. El disco de Kath, aquí estaba... Sonreí hacia días que estaba buscando un CD que me había prestado, y allí estaba. Siempre tan desordenada… Sonreí para mis adentros.
Corroboré la hora en mi celular y supuse que Kath debía estar en su loft. No queda tan lejos de aquí. Un poco más animada volvía a transitar por las aceras rumbo a la casa de mi amiga.
Unas calles antes de llegar me detuve y compré un par de cafés y unas rosquillas, para que tomáramos un "desayuno o merienda de media mañana."
-Hola Kath, soy Chloe, vengo a visitarte, más te vale que me abras, traigo café. -Murmuré alegremente por el portero eléctrico del edificio.

Sueños, sueños y mas sueños, ¡oh cuanto los amaba! tanto que podría jurar que no me cansaría de ellos. Era el único mundo en que me alejaba de todo y me sumía en un universo paralelo, blanco como la seda y suave, donde solo existían los recuerdos y los anhelos privados que mantenía. Como si no fuera poco dormía sobre las sabanas limpias y perfumadas de mi habitación, cálidas y que se amoldaban a mi sueño...¿extraño?, si, realmente mi manera de dormir no era precisamente la más normal, cambiaba de posición constantemente y todo aquello desde que había llegado a NY, incluso en la casa de mi tía antes de que iniciara mi independencia, tanto o más que Taylor siempre se enojaba durante los primeros días que nos toco compartir habitación, bien, ahora disfrutaba a plenitud de mi libertad, y de la comodidad de mi hogar.

Aquella noche había estudiado hasta tarde, los ensayos irrumpían mi ritmo universitario por lo que las altas horas eran mi consuelo para tomar un repaso de mis apuntes en clase, algunos eran tan incoherentes que pocas veces los entendía, quizás era atribuido a la falta de sueño por las noches de toques, en fin, después de darme un baño y colocarme un short y una camisa de tirantes coloque el aire a todo lo que daba, me agradaba dormir con frio, y de esa forma me quede dormida, agradeciendo inmensamente la falta de clases al día siguiente.

Logre despertarme, o eso creía, lo único que me confirmo tal teoría fue mi imagen ante el espejo del tocador ¡genial! ni Madonna debía de verse así después de tantos conciertos y su ajetreada vida social. Mi cabello parecía un nido de pájaros, ya ni sabía a que dirección iban las supuestas ondas que había creado la noche anterior, un tirante resbalaba por mis hombros y la gargantilla de luna se debería de hallar en mi espalda. Abrí los ojos desmesuradamente y sin dudas me di un rápido baño, peine mis cabellos y baje los escalones en busca de algo que le diera un alto al concierto musical que se desarrollaba en mi estomago. Abrí el refrigerador y...¡sorpresa!, no había absolutamente nada, ni siquiera un poco de queso, solo un envase de comida japonesa del día anterior y unas ensaladas que había mandado mi tía de mis favoritas, nada liviano para el comienzo de un día -Perfecto. Solté un bufido y me tumbe en el sofá, cerré los ojos sintiendo el inicio de la jaqueca por el reclamo persistente de mi abdomen y para mi sorpresa un sonoro ¨pin¨ dio voz por todo el salón

Chloe Daniels escribió:Hola Kath, soy Chloe, vengo a visitarte, más te vale que me abras, traigo café.

¡Era Chloe! y venia junto a un, de seguro, delicioso café. Me levante rápidamente, tanto que una almohada cayó al suelo, sin importarlo apreté un pequeño botón que le abriría la entrada de la residencia, luego me dirigí a la puerta de mi departamento abriéndola para esperarla, debía de admitir que a veces aquella chica me salvaba hasta de los más tontos apuros.

Moví mi pié llevando un ritmo imaginario mientras esperaba junto a la puerta del edificio. ¿Estará durmiendo? Suspiré algo pensativa, después del toque de ayer habían motivos suficientes para quedarse en la cama tiempo extra… Dormir… uno de mis pasatiempos preferidos…
Segundos después el típico "trnn" del portero eléctrico interrumpió el hilo de mis pensamientos, y me avisó que mi amiga estaba despierta. El sonido del portero me había pillado tan distraída que casi no abro la puerta a tiempo, así que algo exaltada entré. Tomé aire un par de veces sonriendo y tranquilamente, tarareando una canción que había escuchado la noche anterior en el Feeling, aguardé al ascensor que para mi mala suerte, debía estar descompuesto o algo por el estilo ya que verdaderamente estaba tardando.
Escaleras... Cada vestigio de buen humor que había conseguido se fue esfumando a medida que iba subiendo cada uno de los diminutos escalones escalón.
Para cuando llegué a la puerta del tan conocido loft de Kath, mi ánimo alegre se había esfumado tan sorpresivamente como había llegado.
-Aquí estoy… -Musité con expresión cansada y un tanto ofuscada. –Me olvidé mencionar que también traigo rosquillas, espero que sirvan para levantarme el animo…
-Le tendí los cafés y el paquetíto de dulces, con poca energía, y unos segundos después me percaté de que no la había saludado. –Hola Kath. ¿Cómo estás? –Sonreí levemente intentando mejorar mi humor, después de todo había venido a pasar un buen momento con mi amiga ¿No? Ella no tenía porque cargar con mi mal humor del día, además siempre se me había dado bien disimular. Que bah… Era pésima disimulando. No lo podía evitar, mis expresiones siempre me delataban detestaba ser tan transparente, me hacia sentir infantil, y tonta. Para algunas personas quizás mi actitud era “tierna,” pero para mi era idiota. En fin... Cada cual es como es... Pensamiento positivo Chlo

Esperaba a que Chloe llegara, verdaderamente estaba tardando, solo esperaba que uno de mis torpes vecinos no la estuviera molestando, creo que la cualidad que compartía con Matt era que ambos la protegíamos incluso de aquello que no requiere peligro, ella se molestaba como era de esperarse pero igual manteníamos esa amistad. Poco a poco mis pensamientos se estaban dirigiendo hacia un lugar no convencional; Mathew Daniels. No, no, no, negué un par de veces mientras veía el reloj de la cocina, verdaderamente mi amiga estaba tardando ¡oh por dios!, olvide decirle que el elevador estaba dañado, seguramente me mataría en cuando llegara, o...estaría tan cansada que se le olvidaría.

Escuche unos pasos y sonreí aliviada al presentir que eran las sandalias de Chlo, las conocía de memoria además que, desde pequeña, había mantenido esa cualidad de adivinar quién era el que tocaba la puerta o sus similares, reí al recordar que mi tía se asustaba constantemente por ello creyendo que era extraño y poco común en una niña. Al ver a mi amiga reí internamente, se notaba cansada y sus cabellos alborotados, de seguro por la rutina de su día en el conservatorio. Abrí los ojos de par en par al tomar las cosas y ver que no saludaba, fruncí el ceño como una niña pequeña, a pesar de mi madurez podía llegar a ser lo suficientemente caprichosa cuando quería -Pensé que se te había olvidado el hecho de saludarme. Reí y cerré la puerta con el pie mientras caminaba hacia la cocina -Siéntate Chlo, debes estar cansada, lamento ni avisarte que el elevador se había dañado, los chicos hacen fiestas y creo que hacen más que subir y bajar en ese ascensor pero, no entrare en detalles. Negué mientras abría las bolsas y buscaba unos platos en la alacena recordando los episodios que discutian los mayores residentes del edificio respecto a los jovenes, a los que cosideraban las ¨manzanas podridas¨ -Te alegrara saber que me salvaste el día, no tengo nada de comida, absolutamente nada, ni un embutido. Serví lo suficiente en cada plato y ordene la mesa, no tan formal como se me había enseñado durante mi niñez, pero si lo suficientemente bien para que estuviera completo y no faltara nada a la hora de desayunar -Ven, vamos a comer, creo que has tenido una mañana pesada ¿no?.

-De verdad creíste que haría eso. -Entrecerré los ojos haciéndome la ofendida. - ¿Tan poco me conoces Kathleen? - La observé fijamente unos segundos en los que tuve que contener la respiración para no reírme. Kath era sumamente observadora, ella verdaderamente me conocía y era casi imposible poder ocultarle algo. Por momentos llegaba a considerarla incluso como a una hermana un tanto sobre protectora.
-Que bah... -Sonreí y caminamos hacia la tan conocida cocina. Me senté en el preciso momento que ella me lo indicaba y revolví mi cabello para despabilarme. -Creo entenderte a la perfección... -Asentí distraídamente, en mi edificio sucedía exactamente lo mismo. Los más jóvenes de la residencia hacían fiestas y no sabía controlarse entonces, por su culpa los demás éramos mal vistos por los vecinos solían molestarse mucho... Una y otra vez les había dicho que si hacían una fiesta aunque sea trataran de mostrarse serios en el pasillo para que ellos no se entrometieran, y nos dejaran en paz. Luego, de la puerta hacia adentro puedes hacer lo que te plazca. En realidad lo que me molestaba era eso, que se entrometieran en mi vida, no lo que pensaran de mi.
-Sinceramente si, estoy bastante cansada... -Maneje mi frente circularmente intentando relajarme -Descuida ya se me pasara cuando beba algo de cafeína. -Esbocé una media sonrisa, con actitud positiva. -Wow, Kath, yo te consideraba alguien más ordenada, o prudente. Pestañeé un par de veces exagerando mi expresión de sorpresa. -Me debes una anótatelo. -Musité amablemente. -Pues algo sí... Creo que estoy afrontando una racha de mala suerte o algo así, pero en fin no te preocupes. -Sacudí la cabeza procurando restarle importancia a mi mal humor. Desde pequeña había aprendido a cuidarme sola, y no me agradaba que me sobre protegieran, en parte para no perjudicar sobre cargar a los demás con mis problemas; pero por otro lado porque detestaba que me consideraran alguien débil. Ser transparente, bohemia y positiva no quiere decir que seas débil, aunque por lo general las personas tendían a confundirse conmigo, yo podía defenderme sola. ¿Era una postura soberbia y orgullosa? Sí, un poco, pero así era mi personalidad desde siempre.

-Te sorprenderías al saber que no soy exactamente la misma chica ordenada y capaz de cuando estoy con ustedes, no en la calidez de mi hogar. Comente con una risa mientras hacía ademanes con las manos como si le explicara a una chiquilla una amplia lección de matemáticas, di un sorbo a mi café mientras la escuchaba, no necesitaba verla para saber lo agotada que estaba, cosa que seguramente atribuía a sus deberes, si yo misma había pasado por ello, Chloe aun mas, teniendo en cuenta por todo lo que había pasado.

Le tendí el plato con el desayuno mientras daba un mordisco a mi rosquilla, untando mis labios con el sabor de la misma, abrí un poco más los ojos mientras masticaba ¿que ocurriría para que estuviera así?, no era normal ver a Chloe Daniels de esa forma así que simplemente termine rápido y la mire con seriedad, o un intento de esta mas bien -Tengo que preocuparme, no seas tonta ni creas que con pedirlo no lo voy a hacer. Admití mientras daba un sorbo al cafe y tomaba un suspiro deslizando uno de mis dedos por la dulce rosquilla -A ver ¿qué paso? ¿Escuela, dinero, tus padres?. Podía seguir nombrando mas y mas motivos de la vida de mi amiga a la cual conocía por completo, pero eso no sería muy normal que digamos y no le recalcaría esas situaciones como si fuera algo simple de pasar -La mala suerte no existe Chloe, ¿cuántas veces debo decírtelo?, ¿discutiste con Math?. Lo ultimo había sido involuntario y posteriormente los mismos pensamientos me atacaron como era usual, recobre el hilo de la conversación segura que no tocaría mas el tema de Mathew -Créeme que a veces la cafeína tiende a no ayudarme mucho. Admití negando mientras comía otro trozo de rosquilla -Te conozco bien y si no quieres contarme nada mas lo aceptare pero espero que sepas que aquí me encuentro Chlo, no todos los problemas tienes que afrontarlo tu sola, ya tenemos suficiente con la rivalidad entre bandas.

-De ahora en más creo que no me quedarán dudas sobre ello... -Asentí observándola con los ojos bien abiertos y luego de un momento comencé a reírme. Era cómico verla hacer ademanes. -Eres muy gráfica. -La felicité sonriendo. La paciencia de mi amiga era algo admirable...
-Kath, de veras te agradezco... -Musité juntando paciencia. -Pero, tu me conoces, prefiero arreglármelas sola... Ya pronto seré la de siempre. Solo espera... -Fruncí un poco los labios cómicamente, y tomé una rosquilla. Deslicé uno de mis dedos por el dulce que llevaba arriba y me lo llevé a la boca. Luego comencé a comer la rosquilla de a pequeños mordiscos -¿Mmm...? Murmuré terminando de comer. -Ya sabes lo de siempre. -Tomé un sorbo de café. -La uni, mi familia, todo, siento que necesito vacaciones... -Alboroté mi largo cabello, y volví a tomar de mi café. - A Matt lo veo poco y nada ya sabes como es el... -Puse los ojos en blanco. -Lo se Kath... En parte por eso vine hoy para intentar animarme, pero bueno... Ya sabes... No se me da muy bien eso de hablar sobre mí... –Desvié mi mirada y observé la ventana más cercana el día se iba nublando poco a poco lo más probable es que para la tarde lloviera. ¿Kath sabría que David estaba en New York? Mejor no decir nada... -En fin… cuéntame de ti –Le dediqué mi mejor sonrisa. -¿Como va todo?

Si, debía admitirlo, paciencia era una de mis cualidades y en parte agradecia tenerla ya que era la única capad de alzar la voz y de esa manera crear un orden permanente hasta en un simple ensayo, una de las tantas razones por las cuales discutía con mis amigas, créanlo o no tenemos algunas diferencias, pero aun así las practicas salían a la perfección y el éxito se nos presentaba en bandeja de plata por el talento que mostrábamos. No interrumpí a Chloe, incluso me comí la rosquilla completa mientras ella hablaba, busque más en la bolsa, aun tenía hambre y agradecía enormemente mi complexión, algo parecido a un pozo sin fondo, por más que comía nada cambiaba y eso en verdad era una ventaja extraordinaria.

Supuse que serian los mismo problemas de siempre, a veces Chloe se preocupaba más de la cuenta y creía que era lo suficientemente fuerte para no necesitar ayuda o incluso resolverlo todo sola, cuanto erraba, incluso yo algunas veces necesitaba una mano para lograr lo que quería, ella misma lo sabía, era mi amiga y siempre había estado allí aunque yo lo negara en diversas ocasiones. Tome un sorbo de café y decidí no preguntarle más del tema, de seguro quería cambiar aquella conversación y pasar un rato agradable, no era nadie para impedírselo y tampoco quería incomodarla interrogándola con mil y un cuestiones de su vida personal, estaba segura que a su tiempo me las contaría -Todo bien, las llegadas tardes, creo que baje un poco el promedio en la universidad pero estoy dando hasta lo imposible por volver a la normalidad. De repente recordé uno de mis paseos al salir de uno de los ensayos, en el que me había encontrado a David, pensé varias veces si decírselo o no pero concluí con que ambas nos teníamos la suficiente confianza para no ocultar nada -Chloe, estem… No podía dejar de dudar, no con su mirada sobre mi y esa ilusión y paz que irradiaba -Bien, el día del último ensayo fui a dar un paseo por el rio y…pues vi a…David. Quería contártelo pero no te había visto y a pesar de ello se como quedaron las cosas entre ustedes así que no pretendía molestarte. Mordí mi labio y arrugue el ceño como si pidiera disculpa, di un mordisco a las rosquilla esperando que no le alterara de alguna manera aquella cuestión.

Amplié mi sonrisa agradecida cuando Kath comenzó a hablar de nuevo, esta vez sobre si misma. Sabía que Kath había captado que no quería hablar, y me agradaba que no me acosara a preguntas, que si bien no contestaría harían que me sintiera incomoda, presionada y por lo tanto enfadada. Hoy aunque sea un momento quería no pensar en mi, ni en mis estúpidos problemas, tan solo quería distraerme. -No te sobre exijas... Tienes unas notas estupendas, así que no creo que estén tan mal ahora, unos puntos más bajas. -Aconsejé amablemente. Kath y sus notas, ella estaba tan acostumbrada a dar lo mejor de si misma que se sobre exigía en vano. Bostecé, mi filosofía era "vive a tu propio tiempo y a tu manera." Aunque estos días mi filosofía estaba siendo difícil de mantener. Si, estaba estresada... Muy estresada...
-Si quieres podemos hacer los ensayos más temprano... Para que no te duermas tan a menudo. -Se me ocurrió segundos después, a ninguna de nosotras le vendría mal llegar temprano a la uni de vez en cuando. Últimamente estábamos demasiado compenetradas con la banda y era fácil dejarse llevar. Tomé otra rosquilla y le di una mordida, aguardando que Kath continuara hablando. Para lo que menos estaba lista era para oírla mencionar a David, y menos aun para enterarme que lo había visto -Yo también lo he visto... -Respondí rígidamente sin apartar mi mirada de la mesa. -Almorzamos juntos... Por accidente, claro… -Rememoré un par de imágenes de ese día y sin darme cuenta apreté los puños. Quizás parte de mi estrés se debía a eso, a haberlo visto, y a darme cuenta que aun no lo había superado. Me sentía idiota, debía haberlo superado, después de todo lo que pasé junto a el... Chloe disimula Relajé un poco mi postura y me dediqué a mantener mi boca ocupada para no tener que hablar.

Me frustraba, si, me frustraba el hecho de saber que Chloe No merecía lo que le estaba pasando, lo que le paso con David Stipe. Que el la rechazara solo por el hecho de que mi amiga respetara sus principios y no viera la música como un contrato eterno que mejoraría su cuenta bancaria, no, esta vez ella lo veía como una oportunidad, como su pasión y entrega, entrega que la hacía demostrar el todo y más en los escenarios cada vez que mostraba sus dones, por ello fruncí el ceño y di un mordisco brusco a mi rosquilla mientras recordaba todo aquello, ocurrido justamente cuando había conocido a las chicas desde mi llegada a NY.

Tome lo que quedaba del café sin preocuparme el calor que este desprendía y que por lo tanto quemo mi garganta a su paso, simplemente escuche a Chlo, sabía que ese encuentro no le había sentado bien y que quizás fuera una de las causas de su estado -¿Accidente?. Inquirí, no por ella, sabía que mi amiga era incapaz de recurrir a su pasado, pero no podía decir lo mismo de David que era una persona un tanto rencorosa -Vale decir que Stipe no es una blanca palomita, Chlo ¿te dijo algo?. Alce la mirada y vi a mi amiga con seriedad, de ser así tenia por seguro que no sería tan sutil con el rubio como nuestro encuentro en el lago -Lo que me lleva a pensar todo esto es que si David Stipe está aquí es porque su banda también; Charlotte, Tay…no importa, ellos están aquí y no precisamente a hacer las paces. Negue mientras recordaba las rivalidades, como si fuera el día pasado, justamente las que había presenciado a penas había conocido a las chicas -Y si, podríamos planear los ensayos para las tardes, intentare no estresarme. Se que lo ultimo dejo una notable tensión, pero no pude evitar mostrar mi punto de vista ante ella y sabia que el tema se desarrollaría por más que buscáramos salidas a que no fuera así. ¿Quién sabe?, quizás fuera la única manera de que en verdad Chloe se liberara.

Terminé mi rosquilla, y de mala gana escuché como Kath continuaba hablando.
-Pues nada importante... Ya sabes lo de siempre... -Murmuré con sequedad, procurando zanjar el tema. No tenía ganas de hablar sobre el, mi cabeza estaba tan confundida que intentaría por todos los medios no pensar en Stipe. Mi respuesta había sido vaga, lo sabía, pero en parte era verdad. No habíamos hablado sobre nada diferente, así que consideré que ninguno de nuestros diálogos era digno de mencionar; aunque pasé, por alto las miradas significativas que ambos nos habíamos dedicado, y mi nerviosismo, por supuesto, esos detalles me los guardaría para mi.
-Sí, al parecer The evening Bats esta de gira ... Después de la grabación de su primer disco, era de esperar. -Puse los ojos en blanco y me dediqué a concentrarme en desmenuzar una rosquilla con mis largos y pálidos dedos. Por supuesto que ellos no harían las pases con nosotros, había tanto rencor entre ambos grupos, que sería difícil olvidarlo así como así. Una parte de mi se sentía algo culpable, por la hostilidad entre ambas bandas. Miré de reojo a Kath, estudiando sus expresiones, para ella tampoco debía resultarle fácil la llegada de su prima Taylor, a la ciudad. Suspiré… Maldición debía haber alguna forma de arreglar todo esto, aunque David y yo no nos toleráramos. Un silencio incómodo lleno la habitación, y no se me ocurrió que decir estaba tan concentrada en mi mundo de confusión que ni siquiera se me ocurría un buen tema de conversación. -Ok, entonces no se hable más cambiaremos los ensayos. –Sonreí algo más animada agradeciendo el cambio de tema. Tomé mi celular y comencé a escribirles un mensaje grupal, al resto de las blue prince, de seguro ninguna tenía inconvenientes con el cambio de horario.

Cada vez que recordaba el distanciamiento evidente entre bandas un nudo llenaba mi estómago torturándome cada vez más por esas discusiones absurdas que mantenía con Taylor, incluso antes de adentrarme al mundo de la música. Desde pequeñas ambas habíamos sido muy diferentes, vivía en Alemania claro está, pero la unión entre mi padre y los suyos hacia que los lazos se reforzaran y nos viéramos mas a menudo, incluso más de lo que queríamos. Después de la muerte de mis padres me traslade a NY, la guardia custodia hasta la mayoría de edad era de mi tio que, gustoso, acepto sin dudarlo, lo que él no sabía era que Tay y yo no éramos las mejores amigas, las diferencias de gustos y cualquier aparente era más que evidente entre nosotras, tanto que las discusiones llegaban a cada rincon de la casa hasta que yo cumplí los 18 y empecé a establecer mi independencia, creo que la madurez nos hizo crear una especie de tregua donde ambas nos respetábamos pero evitando cualquier afecto, internamente sabia que la quería y que estaría allí cualquier cosa. Ahora que su banda estaría cerca sabia que las posibilidades de verla no serian tan pocas, bufe al recordarlo aunque aun seguía oyendo a Chloe, ella tenia razón, la fama de The Evening Bats era más que conocida y su contrato le había facilitado grandes giras, sin embargo sonreí con gracia al oír su comentario y cambio de tema repentino, sabía que los recuerdos de Stipe venían a su mente y una culpabilidad que siempre había querido eliminar se apoderaba de ella, sin embargo suspire y asentí ante el cambio de tema -Creo que sería lo mejor, por las tardes. Sonreí con debilidad y termine la rosquilla sintiendo como mi estomago vitoreaba el premio recibido

-Chlo, lamento tocar el tema de nuevo pero...¿cómo lograste olvidar a David?. Era algo tonto, incluso incoherente, pero le guardaba la suficiente confianza a Chloe como para desahogarme con ella, y quisiera o no, hasta podía llegar a asustarme de que con solo una mirada ella supiera todo de mi.

Esperé con un poco más de ansiedad de la normal, que las chicas contestaran mi mensaje, confirmándome que no les molestaba el cambio de horario. Mich, y Roxy, quizás aun continuaban durmiendo, ya que ambas adoraban salir de fiesta. Se podía decir que ellas eran las más trasnochadoras del grupo.
Aly, de seguro ya estaba despierta, pero no recordaba el horario de sus clases...
Bufé mientras distraídamente giraba mi celular sobre la mesa observándolo como si tan solo con esta acción consiguiera sus respuestas afirmativas.
Oh, no, aquí vamos de nuevo... Junté toda la paciencia de la que fui capaz y luego cuando Kath terminó su frase, estuve tentada a hacerme la distraída, pero después de observar a mi amiga, detecté un significado especial en su pregunta, y no pude hacer más que sonreír con calidez. Kathleen podía ser tan madura a veces que uno llegaba a olvidar la edad que tenía. Tomé aire dándome valor y comencé a hablar.
-Bueno, Kath, es complicado de explicar... -Exhale un par de veces y alboroté mi cabeza. -Esto... En parte creo que lo sucedido entre los dos dolió tanto que fue lo que me impulsó a olvidarme de el... -Sin proponérmelo mis brazos se abrazaron a mi pecho y mi mirada se tornó algo más taciturna. -¿Sabes? Si lo que hubiera echo no hubiese dolido tanto, no se si podría haberlo dejado... -Me sorprendió lo triste y dolida que sonó mi voz, y el vacío que se reabrió en mi pecho, como una herida que había cerrado mal. Kath, yo esto... creo que no te puedo dar un consejo, debes averiguarlo tu... No se si soy la más indicada para aconsejarte sobre esto. -Una vez intentando ocultar mis pensamientos o sentimientos desvié mi mirada... Esto, mi mente, todo iba de mal en peor.

Obviamente sabia que ella conocía el verdadero motivo de mi pregunta, no había que ser adivino para saberlo y más aun conociéndome Chloe tanto como lo hacía, algo que a veces me frustraba, sabía con exactitud qué era lo que pensaba, sentía o decía, incluso lo que estaba a punto de hacer. Tome un respiro y baje la mirada, solo me bastaba ese comentario aunque no fuera semejante a mi realidad, sin embargo me había ayudado bastante -Entiendo, a veces hay cosas que duelen pero que te invitan a abrir los ojos a la realidad. Agregue con un poco de ironía mientras deslizaba mis dedos por el plato lleno de dulce producto de las rosquillas. Sabía que no quería hablar de ello mas sin embargo cuando estábamos juntas no podíamos evitarlo, siempre rodeábamos el tema pero volvíamos a él como si lo demás solo lo identificara -Eso quiere decir que aun te duele Stipe. Afirme mientras volvía a verla, podía estar segura de lo que afirmaba, por lo menos nunca erraba en ello

-Quizás si lo seas, eres mi amiga, tu opinión es válida y sabes el porqué de mis razones. Agregue con una sonrisa sarcástica en la búsqueda interna de mi mente hacia que otro tema buscar, pero aparentemente siempre era lo mismo y las huidas no valían la pena, sin embargo sonreí, una tontería pero al fin y al cabo quizás ayudara un poco -Deberíamos algún día reunirnos con las chicas, no lo sé, solo nosotras como antes, incluso antes de llenarnos de deberes, universidades entre otros. Comente con aire casual mientras volvía a formar una sonrisa en mi rostro, evitando los recuerdos anteriores que obviamente y, por ambos lados, nos había afectado -¿Que dices?.

-Pues, si... -Asentí con expresión cansada. - ¿Sabes? Después de todo, yo creo que las cosas pasan por algo, y aunque al principio no le veamos el lado bueno, luego con el paso del tiempo, un llega a darse cuenta de que si bien dolieron fueron útiles, y necesarias. -Sonreí, si bien podía parecer un dialogo mi trillado, o vacío, para mi no lo era yo realmente creía eso. Quizás era demasiado positiva... pero... ¿Que otra opción tenía? ¿Entregarme a mi mala suerte, y auto compadecerme de mi misma por todas las situaciones, vividas en mi vida? -Sí, me duele. Mi voz se quebró y me trabé. No sabía si Kath me había visto así alguna vez, no sabía si tan siquiera alguien que no fuera Matt, me había visto así.
-Lo se Kath, pero... como verás no lo he superado. -Hice una mueca, y sentí como mi cuerpo se endureció, odiaba afirmar ese tipo de cosas en voz alta, me hacían sentir aun peor. -Por eso no creo que mi manera sea la que debas seguir, debes descubrir una propia. -Una parte de mi no deseaba que Kath olvidara a Mathew, ya que el era mi hermano, y por momentos pensaba que el sentía algo especial por ella, pero que aun no era plenamente conciente de eso. Aunque era injusto de mi parte querer que ella continuara esperándolo. No, ella debía hacer su vida, y dejar de esperar por el.
-Digo que me parece una idea genial, además nos vendría bien a todas. -Intenté sonreír. Bueno, ¿Que tal si nos comunicamos con las chicas y comenzamos a planear todo?

Algo cierto dijo Chloe y es que las cosas pasan por algo. No olvidare esas palabras, sobretodo de los labios de mi madre, cuando era pequeña y nada me salía bien, ahora que lo recordaba las diferencias eran más que evidentes incluso que desde era pequeña, no quería recordarlas pero tampoco podía evitarlo. Bien, en fin, preste atención y negué cuando menciono que no debía de copiarme de su patrón, no lo haría y la situación de David Stipe difería totalmente a lo que me ocurría, hasta los momentos Matt no me había causado daño alguno, por lo menos no de la manera en que el rubio había tratado a Chloe, incluso hasta el punto de llegarse a burlar de sus principios, eso me frustraba y a la vez era una de las cosas que me hacia repeler de la banda donde estaba Taylor, si, también ella era lo que me detenía a darle un buen golpe a Stipe así tuviera que perder todos los modales que mantenía.

Tome un suspiro y comencé a recoger los platos mientras imaginaba una reunión así con las chicas, hacia días que no se daba y verdaderamente eso no parecía ser de nosotras, en los inicios de la banda, cuando no sabíamos en que lio nos meteríamos, podíamos estar horas y horas sin dormir, el club nocturno era nuestro segundo hogar, pero desde que aparecieron los primeros interesados en nuestra música dimos una seña de madures y nos tomamos mas enserio lo que implicaba nuestra carrera. En fin solté una pequeña risa cambiando de tema, no queria mas incomodidades y pensar en algo que para entonces no venia al caso -Podria ser en la casa de Mich, es más grande, llevaríamos películas, bebidas, música, de todo, como hace años antes de que se interesaran en nuestros toques, creo que era una buena época aunque no por eso me arrepiento hasta donde hemos llegado. Mencione mientras lavaba los platos y volteaba a ver a Chloe -¿Recuerdas?, era todo...distinto.

Fui pasándole los platos a medida que los recogía un tanto pensativa. -lLa casa de Mich y Aly me parece la mejor. -Afirmé completamente de acuerdo. En otro momento quizás hubiese propuesto mi casa, pero últimamente Matt, estaba en casa más de lo habitual, y por el bien estar de mi amiga, y también por el de las demás no dije un palabra más, con respecto al lugar de nuestra reunión. -Sí, muy distinto. -Suspiré pero aun así esbocé una sonrisa con un dejo de nostalgia. Tiempo antes de dedicarnos plenamente a la música nuestra vida era mucho más sencilla, tan solo nos dedicábamos a divertirnos, a pasarla bien. Pero luego tuvimos que madurar y tomarnos las cosas más enserio. Las situaciones que antes nos parecían problemáticas ahora eran tonterías... En parte esas son las reglas de la vida, a medida que pasa el tiempo, creces, maduras y haces cosas más grandes, las dificultades son mayores. Personalmente yo siempre intentaba verlas como retos, y obstáculos en el camino, que luego me harían apreciar más la llegada a la meta. "Si verdaderamente quieres algo lo conseguirás, todo es posible, aunque por supuesto hay que ser realistas"... -Pasaremos genial, ya lo verás Kath, todas juntas como antes...

Off: Perdón la demora Kath... No estuve muy inspirada estos días...

Si, como antes. Esa palabra resonaba en mi mente como una campana fuerte, o como la misma alarma de despertador que ponía todas las noches luego de los toques, cuando no sabía exactamente ni donde estaba parada y donde aparecía milagrosamente en mi cama, tendida y con una de mis tantas ropas para dormir. Las cosas era mejor como en un pasado, claro, agradecía al mismo para que me diera buen pie a la entrada de un futuro, pero aun así todo me parecía mas fácil, no existían complicaciones, la música era nuestra pasión y solo lo hacíamos por un pasatiempo, solo eso, no importaba más que una entretención por conveniencia, pero al aparecer los contratos, interés y la independencia adolescente tomamos un rumbo distinto y ahora, no solo era para agradar al público sino que el absurda ansia de libertad nos hacia mantener nuestras propias ocupaciones y eso hacía que las cuentas emanaran sin parar. No muchos erraban al decir que el dinero era una base fundamental, ahora lo comprobaba y aunque no tuviera deudas debo decir que estudiar, trabajar y esforzarme en cada tonada me mantenían de pie dándome como una recompensa el equilibrio que tanto necesitaba.

-Chloe...¿quisieras que todo fuera como antes?, ¿todo tu pasado?. Pregunte involuntariamente dejando por un momento el agua caer sobre mis manos y quitarle el exceso de jabón al plato que lavaba, sabia como era mi amiga así que podía esperar cualquier pregunta de su parte, sin embargo la pregunta fluyo con tal naturalidad de mi que no me molesto en lo absoluto pues sabía que no habían mas que rasgos de sinceridad -Estos temas de conversación. Reí, variaban tanto que hacía de alguna manera más interesante nuestro encuentro, y queriéndolo o no necesitaba compañía.

-Pues, la verdad es que no... -Respondí sin darle muchas vueltas al asunto. A pesar de las comodidades, y el bienestar económico, que poseía en el pasado, cuando convivía con mi madre, no deseaba en absoluto volver el tiempo atrás. Sí, la vida era más complicada ahora, sí, no poseía las mismas comodidades que antes, pero vivía de lo que amaba, con mis tiempos y mis reglas, sin que nadie se interpusiera...
Por momentos, si lo miraba desde el punto de vista de mis errores, por ejemplo, mi antigua relación con Stipe, sentía algo de ganas de retroceder el tiempo, simplemente para no cometer las mismas equivocaciones. Pero luego, cuando iba más a fondo y lo pensaba, no me arrepentía de mis acciones. Las cosas siempre pasan por algo, aunque sepamos o no en el momento, su por que o su utilidad, siempre nos enseñan y nos marcan. Por eso yo no deseaba que el tiempo volver el tiempo atrás.
Para Kath eso era diferente, lo sabía… Con todo lo sucedido en su historia era claro que deseara volver atrás quizás yo también lo hubiera deseado. Aunque mi historia era diferente, y yo era mucho más feliz ahora, con mis problemas, mis corridas, y poco tiempo, que antes con las sobre-exigencias, inconformismos, y oposiciones de mi familia.
-Si… -Me reí junto con ella. –Creo que solo nosotras nos entendemos…

Verdaderamente admiraba la capacidad de pensamiento silencioso de Chloe, por su mirar la conocía, incluso más de lo que imaginaba y me reproche por el solo hecho de crear una interrogante tan absurda e innecesaria basándome en ella misma. Estaba claro que no deseaba volver al pasado y mucho menos por Stipe, no era que hubiese sido un trauma potente pero aun así era un paso que de seguro no se sentiría preparada a dar. Además la relación con sus padres no era un cuento de hadas precisamente. A diferencia mía, que deseaba con todas mis fuerzas volver al pasado y quizás crear un futuro mejor, Chloe estaba clara en su independencia y en los beneficios que esta le había traído. Quizás, tan solo quizás yo agradecía ese paso, esa separación familiar puesto que todo ocurre por un motivo y tan solo un cambio en mi pasado pudo haber cambiado cualquier suceso presente, algo que internamente yo misma sabía que no quería, que así el dolor fuese mayor y las alegrías escasas, no me atrevía a tomar el control del tiempo para retroceder unos años atrás y cambiar a la Kathleen que quizás muchos conocían hoy -Hey, no me descalifiques, mira que te conozco incluso más de lo que piensas, por lo mismo se que somos más diferentes de lo que de un principio pensé. Mencione con una sonrisa divertida sentándome frente a ella nuevamente y dejando los trastos limpios atrás.

-¿Matt y tu han sabido algo de su familia?, hace tiempo que no me hablas de ello, aunque supongo que es el mismo contacto inconstante que llevo yo con mis tíos, solo que prefiero colocar el móvil en off como un simple accidente. Solté una pequeña risa y pase uno de mis dedos por el granito fino de la mesa, el costoso y que hasta una discusión me había traído. En fin, incluso podía confirmar tal pensamiento al sentir mi celular apagado en el bolsillo el jean; amigos, contactos o no, no me sentía disponible para nadie y a decir verdad me sentía mas cómoda con Chloe y no encerrada únicamente en compañía de las cuatro paredes del gran salón.

Off: Lamento tardarme, casi ni tengo tiempo, miss U.

-Descalificarte.. ¿Yo? -Sonreí calidamente. -Para nada Kath... Sí es verdad que somos diferentes pero nuestras diferencias también se deben a lo distintas que son y han sido nuestras vidas... ¿Sabes? Aunque no opine como tu con respecto a algunos temas, como este por ejemplo, te comprendo y respeto tu pensamiento. - Era verdad, yo conocía a la perfección la historia de mi amiga, al igual que sus sentimientos con respecto a ella, y la respetaba por eso. Éramos diferentes si... pero.. ¿no son las diferencias entre las personas lo que hacen que sea divertido compartir junto a ellas?
-Exacto, a veces deseo aventar mi celular o el teléfono por la ventana y que no me llame más...
-Dije conteniendo un suspiro. -Me refiero a mi madre por supuesto... –Con mi padre la relación era bastante buena, aunque no podíamos pasar mucho tiempo juntos, teníamos varias cosas en común. En parte la división de mi familia era culpa de las giras de él, pero todo se debía principalmente al mal carácter de mi madre. -Hoy me llamó a las 6:oo AM... Lo peor fue que no pudimos hablar nada ya que tuvo la grandiosa idea de llamarme mientras viajaba. –El sarcasmo y la ironía de mi voz fue casi palpable. - Siempre tengo la mala suerte de atenderla yo, porque Matt nunca está. –Resoplé con exasperación, y jugué di vueltas mi celular entre mis manos, de seguro mi expresión era bastante cómica. Matt, el realmente tenía suerte, ella se había resignado con él… Aun no entendía porque tenía la estúpida manía de continuar intentándolo conmigo ¿Que acaso no era más que obvio que yo no la toleraba?

Era cierto claro estaba. La diferencias entre nosotras eran más que evidentes y por ello era la diversión notoria en nuestra relación, comenzando porque el tipo de pensamiento entre Chloe y yo marcaba diferencias notorias y mientras yo incentivaba al futuro ella planeaba a duras penas su presente, sin embargo agradecía que todo fuera así ya que si ambas nos pareciéramos ni quiero imaginar las constantes peleas -Y así debe ser, también te respeto Chloe y quieras o no siempre estaré para apoyarte así cometas las estupideces mas ilógicas. Admití con una pequeña risa mientras me encogía de hombros

Varias veces Matt me había comentado de la relación con sus padres pero seguía pensando que estos se habían rendido por la rebeldía de mi amigo e intentaban involucrarse por la sutilidad de Chlo, sin darse cuenta de que notablemente esta no les hacía caso. Hice una mueca extraña, como si compaginara a lo que decía -Se que a Matthew le frustra también, pero él no es de demostrar sus sentimientos... Si, para demostración estaba la mas vivaz de los testigos -...aun así no se gusta que tu madre trate de involucrarse hasta por tus ojos, me alegro que por lo menos tu padre si te entienda. Tome el juego de llaves mientras deslizaba mis dedos por el -Te entiendo, solo que mi familia es ¨prestada¨. Mencione mientras dibujaba las comillas con mis dedos -Pero hay mas y tú misma puedes crear tu futuro, tu madre no tiene porque entrar en tu vida ni en la de Matt, quizás algún día tu tendrás una familia y todo y sabrás que no debes errar. Comente con una risilla ante mi propia imaginación de un absurdo matrimonio, un fin de cuentos de hadas al que simplemente creía imposible pertenecer.