Pasando a saludar... [Heath]

Venía del supermercado. Había comprado un par de cosas para cenar esta noche de una manera algo especial: pizza casera. Se me daba bastante fatal cocinar, pero me daba igual, unas pizzas no podrían conmigo, no debía ser tan difícil llenar un círculo de harina con tomate, queso y algo más. La tienda de música donde Heath trabajaba me venía de paso para regresar a casa por lo que, como solía hacer, me pasé a saludar.
Una campanilla sonó cuando entré cálidamente, como diciéndome "Bienvenida de nuevo, Cath." Adoraba realmente aquel lugar.
-¡Buenos días...! -dije en voz lo suficientemente alta para que cualquiera pudiera escucharme desde cualquier lugar del lugar, trastienda incluida.
Ningún trabajador estaba a la vista, pero aún así me permití el lujo de entrar tras el mostrador, quitarme la bufanda y los guantes y dejar las bolsas de la compra sobre el mostrador. Me senté sobre la silla giratoria y di un par de vueltas mientras me desataba la chaqueta y la dejaba al lado de mi compra. Todos los empleados, el jefe incluido, me conocían perfectamente y se habían acostumbrado a mi comportamiento típico de Pedro por su casa, por lo que no temía una reprimenda. Cogí un par de CD's que se encontraban cerca del mostrador y empecé a curiosearlos.

El frío invierno aparte de llevarse al sol también lo hacia con los clientes. En todo lo que va de día sólo apareció un cliente, pensando que éramos una clase de club de striptease con nombre en clave. Increíblemente aburrido. Increíblemente lento.
Fui a trastienda, donde yo y un par de empleados más guardabamos un pack de cervezas en casos como estos. Un fuerte grito me hizo saltar, dejando caer la lata directo a mis pies- Oh santa mierda...- susurré. Sería una cerveza andante. Caminé hacia la tienda en puntillas buscando el origen del grito, y tratando de dejar la menor cantidad de liquído a medida que avanzaba.
Rodé los ojos, apenas ví a Cath- No sé por que no lo pense- Dije más para mi mismo.